FÚTBOL

Barça y Racing, unidos por el 'método Sacchi' que José Alberto ejecutó antes que Flick: "Es clave practicar, grabar y corregir"

Tras un pasado con los clubes hermanados, sus técnicos dominan ahora en Primera y Segunda con la línea defensiva en medio campo. La vuelta a los 80' tiene a los analistas entusiasmados.

Hansi Flick charla con Íñigo Martínez en un entrenamiento del Barça. /GETTY
Hansi Flick charla con Íñigo Martínez en un entrenamiento del Barça. GETTY
Alfredo Matilla

Alfredo Matilla

El FC Barcelona y el Racing de Santander caminan más unidos y hermanados por el fútbol español de lo que podría parecer en un principio. Sobre todo si uno atiende a sus vitrinas, a sus presupuestos y a los objetivos que tienen marcados. Que ambos fueran dos de los 10 fundadores de LaLiga en 1928 -junto al Atlético, Athletic, Real Unión, Real Sociedad, Real Madrid, Arenas de Getxo, CD Europa y Espanyol- sólo es el primero de los detalles. Desde entonces, no han dejado de cruzar sus caminos.

Tras compartir en una vía de ida y vuelta directivos (José María de Cossío), entrenadores (Enrique Orizaola, Setién...), ayudantes (ahí sigue en Can Barça José Ramón de la Fuente), formadores (Laureano Ruiz) y futbolistas de toda talla (Juan Carlos, Marcos Alonso, De la Peña, Pablo Torre...) , ahora les unen dos hechos deportivos que están causando una verdadera sensación: el imponente liderato en sus ligas y la defensa adelantada hasta el medio campo. El tercero, extradeportivo, es el de haber empezado a salir por fin de una crisis institucional sin precedentes.

Puede que suene algo atrevido decir que José Alberto, el técnico del Racing, adelantó en la ejecución del plan a Hansi Flick, el resucitador de este nuevo Barça. Pero es lo que en realidad ha sucedido. Aunque esa valentía haya sido mucho más reconocida estos días por el hecho de que ponerla en práctica en un Clásico siempre luce más que hacerlo en Burgos o Cartagena. Aun así, independientemente de quién dio un primer paso del que estará especialmente orgulloso Arrigo Sacchi -uno de los grandes impulsores de este innovador método con su presionante Milan-, la realidad es que los analistas andan entusiasmados porque la táctica siga evolucionando tanto.

El Racing lleva jugando de esta manera durante toda esta temporada. Aunque lo parezca y más de uno lo difunda, no se ha sumado a ninguna moda. La metamorfosis comenzó a fraguarse en enero pasado, fue dando sus pasos en un proceso lento pero firme en los primeros partidos de este curso, y ha llevado al extremo esta nueva idea en los dos últimos encuentros, especialmente evidente en la victoria del pasado sábado en casa ante el Burgos (2-0). José Alberto defendió la idea al acabar el encuentro: "Elegimos defender así. Algún día nos la meterán y será responsabilidad mía". Esa tarde su equipo forzó hasta 12 fueras de juego de su adversario y en los últimos cuatro encuentros ha propiciado un total de 26 posiciones antirreglamentarias. El equipo cántabro jugaba con la defensa mucho más replegada la campaña anterior y en ésta se ha echado al monte por convicción y reforzado por sus magníficos resultados. Ya saca 10 puntos al segundo.

Según varias fuentes consultadas por El Sardinero, el Racing jugaba antes mucho más metido en su campo, pese a tener el mismo entrenador. Y lo hacía por el hecho de que tenía en su plantilla a centrales "más clásicos y pesados" como eran Pol Moreno y Germán, que además tenían otras muchas y buenas cualidades. El fichaje en el mercado invernal de Manu Hernando, previo pago por el traspaso al Amorebieta, comenzó a cambiar el rumbo. Su rapidez le encajaba mucho más el técnico asturiano para empezar a sondear otros planes que acabaran con la facilidad de los rivales para hacer daño. El Racing fue el segundo equipo más goleado de la categoría la temporada pasada. Y en ésta ya es el que menos encaja.

Aquel primer paso tuvo su continuidad el pasado verano con la contratación de otros dos centrales que iban a modificar por completo la filosofía del Racing. Javi Castro llegó procedente del Alcorcón y Javi Montero fue rescatado de Turquía. Al unirse a Manu Hernando y tener ya tres rayos en defensa, José Alberto no se lo pensó, cambió la idea de juego por completo a la hora de defender y siguió dando rienda suelta a su poderoso y demoledor ataque. Íñigo Vicente y compañía mantienen el olfato del que ya presumían antaño. El resultado ha sido reconfortante, aunque para llevarlo a su máxima expresión el entrenador ha tenido que tirar de paciencia e ir consolidando estos automatismos poco a poco y no de golpe. "Las correcciones en los entrenamientos han sido determinantes", según los propios protagonistas, y hasta que no se han perfeccionado cada uno de los movimientos para coordinar las estampidas en defensa no se ha ordenado llevar la línea a ultranza hasta la divisoria.

José Alberto, entrenador del Racing, se dirige a sus jugadores en Barcelona.  GETTY
José Alberto, entrenador del Racing, se dirige a sus jugadores en Barcelona. GETTY

Dos estudiosos en el banquillo

La grabación de los entrenamientos ha resultado igual de clave en Santander que en Barcelona a la hora de ir puliendo los defectos. La obsesión es que en este arriesgado modo de jugar nadie se despiste en el intento y la estrategia funcione sin fisuras. Un error puede costar un gol. De ahí que tanto Flick como José Alberto no paren de analizar cada uno de los entrenamientos tras su finalización para debatir después con su staff y enseñarle ciertas imágenes a los propios defensores para que acaben de cerciorarse de que no hay otra salida en busca del éxito: apretar al rival hasta asfixiarlo sin temor a que, de vez en cuando, acierten a la hora de superar esa presión.

Mientras que para los aficionados es un vértigo continuo, muchos otros técnicos y analistas de Primera y Segunda consultados off the record, andan intrigados con las consecuencias de esta nueva forma de jugar del Barça y el Racing. Y no sólo por el hecho de situar la línea de cuatro defensas tan adelantada, que no es ningún invento ni revolución -el Anderlecht, el Olympique de Marsella, Mendilibar en sus primeros años y hasta Paco Jémez ya lo hacían-, sino por la apuesta defensiva que se complementa con esa presión tan alta y la decisión de que sean los extremos los que empiecen el pressing de fuera hacia adentro. Según los partidos estudiados en este arranque de curso por esas mismas fuentes, los comportamientos de los rivales a esa novedad táctica están siendo de lo más variado, dificultando mucho su salida de balón y, por tanto, modificando notablemente el plan de partido que tenían en mente.

Eso sí, para que este 'método Sacchi' salga bien, tanto Flick como José Alberto están volviendo a los orígenes, sin ruborizarse por aleccionar a sus profesionales con movimientos sobre el campo "como si fueran aprendices, cadetes o infantiles". Hasta Carlo Ancelotti se ha sumado a este revival con tal de que su Real Madrid defienda debidamente. Entienden que la práctica, con mil balones en profundidad, es la única manera de perfeccionarlo. Jokin Ezkieta, el portero del Racing, va a muerte con el plan: "No somos suicidas y creemos en lo que hacemos". Y la clave de todo, según los asistentes que rodean a los técnicos a diario, es tener claro el momento de activar la línea: cuando el poseedor del balón y pasador agacha la cabeza para desplazar el balón al espacio. Es ahí cuando los cuatro defensas, liderados por uno de los centrales, deciden si se quedan o si salen, y a qué altura lo hacen. En el Barça el 'capo' es Íñigo Martínez y en el Racing, en estos momentos, es Montero. Mayo será buen momento para comprobar si Barça y Racing también coinciden en celebrar su plan.