El Racing de Santander pelea de tú a tú al Barça de Flick en la pesadilla de los fueras de juego

Esta mañana de sábado la ciudad de Santander se ha despertado con un cartel que reza 'volveremos' colgado en un andamio y junto al mensaje un escudo del Racing de Santander. El club del Sardinero tontea ya con el ascenso, pese a haber disfrutado de sólo 15 jornadas. Y sí, la palabra 'disfrutado' es la que mejor describe el sentir de una ciudad que con el paso de las semanas se ve más cerca de volver.

En un equipo que ilusiona debe de haber una cabeza pensante, y ese es José Alberto. Renovado hace una campaña, tiene a su Racing líder con el mejor promedio fuera de casa (siete victorias en siete partidos) y con 'La Gradona' vibrando cada partido en Santander. Salvo una derrota, pocos 'peros' se le pueden achacar esta temporada al conjunto verdiblanco.

Una de las claves del éxito del club, además del buen estado de los de arriba, el carácter de la plantilla y la hermandad con la afición, es la pizarra de José Alberto. El asturiano ha impregnado en su línea defensiva la misma idea que Hansi Flick ha instaurado junto a su llegada a la Ciudad Condal. Entre el club de Segunda y el de LaLiga está reñida la pelea por ser 'el rey de los fueras de juego'.

Todos los equipos que se han visto las caras con el FC Barcelona han sufrido en sus propias carnes la pesadilla del fuera de juego de Flick. El alemán ha establecido el movimiento de la zaga como una de sus mejores armas para defender sin balón, llegando a forzar diversas posiciones antirreglamentarias por partido. Aunque acaparan un menor foco mediático, en Santander saben que la plantilla del Racing ha perfeccionado este mismo movimiento.

Los racinguistas hicieron del Sardinero su fortín en la visita del Burgos en la jornada 15. La victoria, sellada con un 2-0 desde el minuto 24, fue secundada con una clase magistral de defensa posicional. Con la línea defensiva muy adelantada, los de José Alberto dejaron en jaque hasta 12 veces a los futbolistas del Burgos (media docena en la primera parte y la otra media en la segunda). Uno de esos aciertos en la posición de la zaga frustró un gol del Burgos, que no subió al marcador al estar en posición antirreglamentaria.

Por si fuera poco, el Racing aprovechó esta virtud defensiva para sellar una victoria en un partido que jugaron con diez futbolistas desde el minuto 40. Con los tres puntos en el bolsillo, los verdiblancos amplían el colochón de puntos hasta los 11 sobre el Sporting de Gijón, segundo clasificado. Los últimos cinco partidos de los montañeses sirven como claro ejemplo del beneficio que han conseguido gracias a adelantar la línea defensiva.

Además de este encuentro contra el Burgos (12 fueras de juego), los últimos cuatro encuentros se han saldado con un total de 26 posiciones antirreglamentarias, promediando seis jugadas y media que terminan anuladas por el colegiado. El dato por sí solo ya refleja el nivel que ha adquirido la plantilla en este sentido durante la vigente temporada, pero amplía su magnitud al ponerlo en contexto. En Segunda División, el equipo que más fueras de juego comete es el Castellón, un total de 44 en 14 encuentros. Los orelluts tienen el promedio más alto de toda la liga con 3,1 jugadas anuladas por partido, menos de la mitad de las jugadas que el Racing fuerza gracias a una técnica que explica por qué en Santander sueñan ya con volver.