Vallecas saca del vestuario a Iñigo Pérez y se rinde a él en mitad de un enfado mundial por el caso James: "Sabemos que no le gustan las fiestas"

La abrupta salida de James Rodríguez del Rayo Vallecano ha desatado un terremoto de enormes magnitudes alrededor del globo. Especialmente en Colombia, donde Iñigo Pérez ha sido duramente criticado por no alinear al astro cafetero y ni siquiera contar con él en algunas convocatorias. Desde luego, algo inesperado tras su triunfal llegada al barrio el pasado mes de septiembre, con el cartel de estrella del campeonato y como ese jugador que incluso si estaba inspirado podía suponer más de media salvación para su nuevo club. Sin embargo, la grada del Estadio de Vallecas siempre ha tenido claro a quién brindar devoción, como demostraron durante la 'Vida Pirata' tras la victoria.

"Si algo hay por encima de todos en el Rayo Vallecano es el grupo, es la familia, no nos gusta destacar a nadie", comenzaron desde el fondo de Bukaneros. Era el pistoletazo de salida a rendirse a Cárdenas, uno de los suyos que se ha visto relegado a la suplencia. Y, a continuación era el turno de Iñigo Pérez. Como siempre, el técnico, sencillo y sin aires de grandeza, se marchó rápido a los vestuarios junto a su cuerpo técnico. Pero la grada no lo iba a permitir y forzaron a que un jugador fuera a buscarlo para que se reincorporase a la fiesta. Después, volvieron sus ayudantes.

"Queremos acabar esto para sacar a la persona que se sienta en nuestro banquillo. Una vez más sabemos que no le gustan las fiestas", continúan. Todo el estadio se rompe a aplaudir y a cantar "Iñigo, Iñigo" en bucle. Hasta que acaba saliendo de nuevo al terreno de juego, momento en el que el público vuelve a elogiar a su técnico, un fantástico trabajador en la sombra, siempre alejado del primer plano. Después, Bukaneros cerró con una feroz crítica a los medios de comunicación por cómo han afrontado el tema de James Rodríguez: "Vallecas sigue siendo una familia por encima de todo, por encima de cualquier individualidad. Por eso queremos dedicar la 'Vida Pirata' a todas las personas que estáis ahí por dejaros la vida en el césped y defender nuestro escudo. También nos queremos acordar de todos los que se hacen llamar periodistas, para ellos también va la 'Vida Pirata'". Su elogio a Iñigo no solo esconde su gran admiración, que también, sino un reconocimiento mientras fuera llueve a mares.

No cabe duda que James Rodríguez no ha llegado a convencer en momento alguno a su entrenador. Solo ha disputado seis partidos de Liga, uno de ellos como titular y llevaba sin disputar un minuto en campeonato doméstico desde el pasado 8 de noviembre. Ni siquiera ha tenido protagonismo en Copa del Rey, donde solo fue titular ante Unionistas, siendo sustituido en el minuto 69 y tras dar una asistencia. Contra el Racing de Ferrol, ya en enero, se quedó fuera de la convocatoria por un presunto virus mientras se disparaban los rumores de una rescisión de contrato que todavía no se ha oficializado.

Pero James ya ni está ni se le espera en el barrio. Tampoco ha sido convocado para el duelo ante el Celta de Vigo, mientras fue a tirar un penalti en la Kings World Cup, el Mundial de la Kings League, con Colombia (que falló, por cierto) y ahora se encuentra precisamente en su país natal, por motivos desconocidos. El cierre de una historia que apuntaba a romántica y ha acabado en un sideral drama con Iñigo Pérez como principal señalado.

Como principal señalado... excepto para su afición. Vallecas siempre se ha mostrado fiel a un técnico que ha demostrado estar completamente integrado en la cultura del equipo y que está dando todo por salvar al Rayo. La grada siempre se ha regido por las mismas normas: a sus butacas se va a animar, no a ver ganar. Por ello, siempre ha reconocido a sus trabajadores, a los entregados, siempre el escudo por encima de las individualidades.

Iñigo Pérez no iba a ser menos. Ya el pasado mes de septiembre, desde el fondo agarraron el megáfono y brindaron apoyo y cariño al entrenador mientras era criticado por no alinear a James: "Nos queríamos acordar hoy de una personas que rehúye del protagonismo, que cuando acaba el partido se mete para dentro y piensa en el colectivo antes que en el individual y que en las últimas semanas ha recibido críticas por medios de comunicación. Tenemos admiración y respeto por la persona que se sienta en el banquillo y por toda la gente de su cuerpo técnico".

Este viernes se ha repetido la historia, en lo que vuelve a ser una declaración de intenciones: el Rayo siempre por delante de los jugadores. Una bonita forma de reconocer el trabajo en la sombra de un entrenador alejado de los focos y que ha sabido lidiar con la difícil situación de tener en plantilla a uno de los jugadores más mediáticos de todo el planeta.