Baraja no resuelve las dudas... y el Alavés puede marcar su futuro
Además de por las exigencias de Quique Flores, el club decidió no echar a Rubén por evitarse un terremoto durante los duelos ante Espanyol y Alavés, pero de nuevo el equipo no ganó.
El Valencia Club de Fútbol volvió a no ganar y sigue estirando su racha de solo dos victorias en toda la temporada. Está casi a punto de completar la primera vuelta con un balance que asusta y le tiene como colista de LaLiga EA Sports. Los che no pudieron recortar tres puntos en uno de los partidos extra que tienen para ello debido a los que no jugó por la DANA y sigue a dos partidos (5 puntos) de la permanencia.
Y sigue así con su mismo capitán, con Rubén Baraja. El que dijo que no se va a marchar, que si el barco se hunde será con él a bordo, el que ha dejado claro que se ve con fuerzas para remontar la situación, etc. Él sigue y el Valencia, como desveló Relevo, mantuvo a Baraja en el cargo además de porque no ven que el equipo le haya dado la espalda o que sea infinitamente inferior a su rivales o las exigencias deportivas de Quique Flores, porque no veía el momento de echar a un entrenador (Baraja), afrontar esta semana con un interino (Angulo), mientras negociaba con Quique (u otro)... Todo ello con dos partidos tan trascendentales como el de Espanyol y Alavés.
Para jugarse dos finales como las mencionadas con un interino y en plenas negociaciones, decidieron dar un voto de confianza a Rubén y, de momento, en el primer partido el equipo no ha sumado los tres puntos. A favor del entrenador, el equipo dio una imagen bastante mejor a la que mostró ante el Rayo Vallecano (0-1) y en Pucela (1-0). Además, ni con la puntuación actual la plantilla ha dado la espalda a Baraja. Como este medio explicó hace unas semanas es cierto que hay dudas dentro del vestuario, lógicamente, por los resultados, pero en ningún caso hay una ruptura o un choque entre entrenador y equipo, como sí hubo con otros predecesores.
A partir de ahí, durante el partido hubo algunas llamó la atención que con 1-1 en el luminoso el técnico apostara por dos cambios defensivos como el de Hugo Guillamón e Iker Córdoba, aunque todo sea dicho fue en la línea de su discurso en rueda de prensa cuando espetó que "no debemos pedir perdón por empatar fuera de casa, los equipos que están en nuestra lucha no lo hacen" y la realidad es que tiene razón.
Pero, sin duda, lo que más llamó la atención fue la no entrada a Hugo Duro en los 90 minutos de partido. Lo cierto es que Dani Gómez, siempre criticado entre los aficionados, no cuajó malos minutos y estuvo muy activo, pero solo sumando un punto, con un Gómez que acabó con calambres en los gemelos y siendo Duro el máximo goleador del equipo, la lógica invitaba a que hubiera tenido minutos. Es verdad que Duro llegaba algo tocado pero si no entró fue por decisión técnica.
Baraja argumentó esta decisión en el hecho de que Barrenechea pidiera el cambio, pero junto con Guillamón sustituyendo al argentino, también entró el canterano Íker Córdoba. Dicho de otra forma, sí había hueco para Duro quien, guste más o menos, es el máximo goleador del equipo y el referente arriba. La decisión de Baraja eso sí no fue por que haya tenido cualquier tipo de conflicto interno con el delantero.
Baraja se jugará el sábado quien sabe si su último partido. El club de Mestalla es cierto que internamente a los medios de comunicación espetó que el apoyo a Baraja era sine die pero el aspecto circunstancial del calendario que en su momento influenció que se aplazaran unas negociaciones con Quique Flores, ya no estará sobre la mesa y lo que sí habrá serán 10 días sin entrenamientos donde si ha de llegar un nuevo técnico, será en ese momento.