El Valencia no ve en el mercado 'otro' Baraja - Marchena que puedan generar su revolución
El Pipo mantiene el crédito a lo que se suma que la entidad ni tiene un alto presupuesto para un reemplazo 'top' ni creen que alguien diferente a Rubén pudiera generar una 'revolución' como en 2023.
Rubén Baraja mantiene la confianza de la directiva del Valencia Club de Fútbol al menos una semana más. Los de aquí, Miguel Corona, Lay Hoon y Javier Solís, dan crédito al entrenador que salvó al equipo en 2023 y casi lo mete en Europa en 2024, mientras que los de allá, Peter y Kiat Lim, no han dado señal alguna de que les importe lo más mínimo que el club del que son propietarios esté colista. De modo que Rubén Baraja sigue en el club de su vida.
Sigue en buena parte por las razones expuestas ayer en este medio: los pesos pesados del vestuario no están contra él, el finiquito sería altísimo (aunque estaría por ver si el propio técnico renunciaría a una parte), y porque la mencionada directiva no ve en Baraja el gran problema de la crisis que vive el club, la cual trasciende al entrenador de turno. Pero la continuidad del técnico no solo se puede entender por sí mismo, sino también por la pregunta siguiente: ¿Quién sería su sustituto?
La realidad que se respira en el conjunto de Mestalla es que no se considera que en el mercado haya actualmente una dupla como la que fue Baraja - Marchena que pueda revitalizar al equipo como ellos lo hicieron en 2023 de manera tan radical. ¿Si no lo consigue Baraja, aunque ya no esté con Marchena, quién puede? Se preguntan en las oficinas de Mestalla. Es cierto que hay exjugadores, incluso leyendas del club, como entrenadores, pero en la entidad tienen sus dudas de que existiera un nuevo efecto como el que en su día generaron dicha dupla.
Es cierto que David Albelda entrena, aunque está con contrato en las inferiores del Villarreal. Miguel Ángel Angulo es el técnico del filial, aunque él mismo ha manifestado siempre que no tiene prisa ninguna y que quiere seguir los pasos naturales de un técnico. No parecería natural que se comiera este 'marrón' sin haber entrenado en la élite aún. Incluso, Curro Torres acaba de ser campeón con un doblete en Estonia, pero de momento son opciones que la entidad no baraja. Nunca mejor dicho.
¿Y un entrenador de un perfil superior que poco o nada tenga que ver con el Valencia? La realidad es que, con la ajustadísima economía de guerra que vive el club de Mestalla, no sería nada fácil encontrar ese perfil... como ya no lo fue en 2023. Vicente Moreno, que era una de las opciones finalistas en la mesa, terminó siendo descartado por sus emolumentos muy superiores a los del Pipo. Casi dos años después, la situación económica del club es incluso peor, con la diferencia de que habría que ver hasta qué punto hubiera tenido que asumir un finiquito el conjunto che en caso de echar a Baraja, lo que le restaría incluso más capacidad de movimiento para contratar a nadie.
Y, más allá de nombres propios, el banquillo, si por algo se caracterizó Baraja en 2023, fue por cargarse a vacas sagradas y apostar por canteranos, pero Paterna no es una fuente ilimitada de recursos. Necesita tiempo para regenerarse. Es cierto que actualmente en la Academia che hay futbolistas que podrían tener su oportunidad en el primer equipo (Martín Tejón o Warren Madrigal, por ejemplo), pero hasta la fecha no hay nadie que haya 'tirado la puerta abajo' como lo hizo Fran Pérez antes de subir (marcó 13 goles) o Javi Guerra.
Paterna necesita tiempo. Por poner varios ejemplos, David Otorbi, el debutante más joven en la historia del club, se está aclimatando a los partidos de Segunda Federación todavía. Jaume Durá, una de las perlas en las que se tienen más expectativas, apenas acaba de debutar en el filial y subir directamente podría ser precipitado. Aimar Blázquez, recién renovado, lo mismo. Y Mario Domínguez, que por edad y nivel sí podría tener su momento, se está recuperando de una grave lesión de rodilla y también necesita tiempo.
De modo que, sin que la entidad considere que haya un 'agitador' leyenda del club en el mercado de técnicos, con un presupuesto bajo -salvo que a Lim le viniera una iluminación-, para fichar un posible reemplazo, y con una cantera que necesita tiempo de regeneración, apostar por mantener la idea de Rubén Baraja y el equipo que ha construido coge más sentido. Al menos, durante una semana más. Quién sabe si de aquí a unos días ya hablamos de medidas desesperadas y aparece por el primer equipo una nueva leyenda o un chaval de 17 años como la gran esperanza.