La solución que se le escapó al Barça para inscribir a Olmo señala a Sczcesny... Y se escucha entre bastidores
El club podría haber ocupado la plaza de Ter Stegen con el de Terrassa, pero en aquel momento Flick y Deco priorizaron un meta.
En medio de las conversaciones entre LaLiga y el FC Barcelona en los últimos días, condimentadas por los nervios por cerrar los acuerdos y presentar la documentación, la tensa espera de las resoluciones judiciales y, finalmente, la desazón por ver cómo no era posible inscribir a Dani Olmo y Pau Víctor -aunque no ha dicho el club presidido por Joan Laporta su última palabra-, surgieron algunos comentarios que, a toro pasado, cobran sentido, pero en el momento de tomar la decisión tanto la dirección deportiva como el cuerpo técnico la tenían clara. Y esos comentarios apuntaron directamente al portero Wojciech Szczęsny, inadvertido más de tres meses después, titular -teóricamente- por primera vez este sábado en la tercera ronda de Copa en Barbastro (19:00).
La llave más sencilla para inscribir a Olmo no estaba en inversiones de Qatar o demandas, tampoco en los avales de la junta directiva, sino en la oportunidad -obviamente por una desgracia- que surgió el 23 de septiembre por la lesión de larga duración de Ter Stegen. En ese momento, y según establece el reglamento de LaLiga, el club azulgrana podía dar de baja al meta alemán y suplir su plaza por otro jugador, utilizando hasta el 80% del salario, lo que equivale a unos 11,5 millones (Ter Stegen está en unos 14). Eso habría permitido inscribir hasta final de temporada a Dani Olmo. No a Pau Víctor porque, como ha dejado claro el juez en la primera demanda del Barcelona, solo se puede cubrir la plaza de lesionado con un sustituto. Una ficha por otra, vaya. En ese supuesto, LaLiga no habría puesto problemas como no puso, escrito por ley, al fichaje del meta polaco.
Pero tal posibilidad no se estudió porque desde el primer momento, y tras una reunión entre Deco y Hansi Flick, la dirección deportiva inició los movimientos para buscar un portero que cubriera esa plaza y poder competir con Iñaki Peña. No hubo dudas. Flick lo exteriorizó en sala de prensa, en unas palabras que escondían muchos razonables motivos: "Iñaki puede ser portero toda la temporada, por qué no. Está trabajando muy bien. Eso es bueno, la confianza que va a tener partido a partido". Así se expresó el técnico alemán, que tenía tan claro que Peña iba a ser el titular, al menos hasta que su rendimiento demostrase lo contrario, como que no podía ser el único portero de la primera plantilla con una cierta experiencia.
El Barça se lanzó al mercado con sus limitaciones y encontró en el portero polaco, retirado apenas un mes antes y quien no jugaba desde la Eurocopa, la mejor opción por características, precio (gratis), salario y capacidad de adaptación, teniendo en cuenta además que es uno de los compañeros más fieles de Robert Lewandowski y que ha estado en vestuarios de Champions como los del Arsenal y los de la Juventus, además con la capacidad para alternar titularidades con suplencias.
La confianza desmesurada de Laporta y el apunte del auditor
El Barça, especialmente su presidente, Joan Laporta, tenía una confianza máxima en que podría arreglar la situación económica y regresar a la norma del 1:1 antes del 31 de diciembre para poder inscribir a Olmo. Unas palabras de Javier Tebas en el programa de Jordi Wild en las que elogiaba el trabajo de ahorro de la junta directiva azulgrana y dejaba entrever que "con el acuerdo con Nike y otros movimientos pueden llegar al 1:1" le dieron más argumentos a Laporta. Pero entre medio, el club ha realizado otras operaciones, como la renovación de Fermín López, y además se presentaron las cuentas del club con una salvedad del auditor en la que las pérdidas ascendieron a 91 millones de euros. Ese balance se hizo público en octubre.
Aunque la decisión de Deco y Flick respondía a la lógica más pura, la realidad le ha llevado en este caso la contraria al no haber jugado Szczęsny ni un minuto, al aumentar considerablemente el rendimiento de Iñaki Peña y al finalmente no poder inscribir a Olmo ni a Pau Víctor. Otro de los primeros escenarios que se analizó, aunque se descartó en su día, fue el de esperar a enero para fichar un portero, porque habría más opciones al poder afrontar algún traspaso o cesión siempre y cuando hubiera límite salarial disponible. Ese escenario hubiera solucionado la inscripción de Olmo, que hubiera sido el recambio de Ter Stegen.