ATLÉTICO 1 - REAL MADRID 1

La secuencia de Koke, Giménez y Simeone y la tensa conversación con los ultras: "En nuestra casa no"

El técnico rojiblanco pidió a los radicales tranquilidad, mientras los capitanes charlaron con ellos a escasos centímetros.

Giménez habla con los ultras./
Giménez habla con los ultras.
Jonás Pérez

Jonás Pérez

Giménez, Koke y Simeone dialogaron, si es que se puede dialogar, con los ultras después del bochornoso incidente que llevó al Atlético de Madrid-Real Madrid a ser suspendido durante algo más de diez minutos. Los capitanes del club local tuvieron que acudir a la zona de sus radicales para pedir calma, que cesasen en su comportamiento. Ahora, Movistar Plus+ y DAZN han desvelado con todo tipo de detalles la conversación de los protagonistas con la grada.

Koke fue el primero en acercarse. Primero, desde una distancia prudencial a gritos: "No puede ser, no puede ser". Y añade: "¡Por favor, hay que jugar, ya lo sé!". En claro gesto de recriminación y cuando el partido aún no había sido suspendido. Mientras, Busquets Ferrer se acercaba a la zona de banquillos para que se avisara por megafonía que cesasen de inmediato los lanzamientos. Ya fue a la tercera ocasión cuando el colegiado tuvo que interrumpir el encuentro y apaciguar los ánimos.

En una conversación con Courtois, Koke le insta: "Pues ya está, no jugamos, nos vamos". Entonces llega la suspensión definitiva y el momento en el que los capitanes rojiblancos aleccionan a los radicales. Unas imágenes que darán la vuelta al mundo. Desde la grada, trataban de tapar con las banderas las cámaras, para que no se filtrase lo ahí ocurrido. También llamó en especial la atención la presencia de un 'seguidor' con un pasamontañas, que reaviva el debate de cómo se puede permitir a una persona disfrutar así de su equipo.

Tratando de mantener en todo momento la seguridad, Giménez discute con los presentes. Un aficionado añade: "No me jodas, tío, Ha sido él, ha sido él". Señalando a uno de los que habían lanzado objetos sobre la posición de Courtois. El uruguayo se dirige entonces a alguien en concreto y le apunta algo al oído que las cámaras no son capaces de captar. El griterío continúa acusando: "Es él, es él, es culpa de él". Incluso lanzaron agua al presunto culpable.

Koke, algo más distante, sujetaba a Giménez para que no se acercara en exceso a la posición de los ultras. Mientras, uno de ellos gritaba excusándose del comportamiento de algunos por la celebración y actitud de Thibaut Courtois: "¡En nuestra casa, no!". Este mismo apuntaba de forma desafiante al portador del brazalete a la par que repetía la misma frase. Incluso parece recriminarle al futbolista que adoptara esta posición.

Se marcharon de la escena entre aplausos de algunos, algún abucheo y un griterío generalizado. Llega Simeone a pedir cabeza, gesticular solicitando calma... Ya se marchan todos e incluso parte de la grada recrimina a los radicales: "Diles que se vayan, diles que se vayan, de una puta vez". El técnico también añade: "Pensemos, pensemos, que hay más partido. Vamos a cantar". Insiste: "Pensemos, tranquilos".

Finalmente, con todos embocando el túnel de vestuarios, el público comenzó a gritar: "El que no salte, madridista es". En la reanudación, más allá de pitos no hubo más incidentes de índole mayor. Eso sí, Relevo ha podido desvelar cómo hubo insultos racistas en una parte del estadio que generaron un enfrentamiento disuelto por la seguridad. Una gran mancha en un derbi en el que, desgraciadamente, el fútbol quedó en un segundo plano.