BARÇA-LAS PALMAS

Roque Díaz, el bigote más mítico de Las Palmas: "Le gané cinco veces al Barça y Cruyff no fue mi rival más difícil"

El legendario capitán de la UD Las Palmas desmembra el Barça-Las Palmas, elogia el trabajo de Flick y de Diego Martínez, y regresa al pasado más glorioso de la entidad canaria.

Roque Díaz persigue el balón ante la atenta mirada de la afición/UD Las Palmas
Roque Díaz persigue el balón ante la atenta mirada de la afición UD Las Palmas
Andrés Arencibia Almeida

Andrés Arencibia Almeida

En La Isleta, un pintoresco y bullicioso barrio costero de Gran Canaria, nació en 1952 Roque Díaz Fuentes "Roquenbauer". Con su bigote elegante e inconfundible, jugó 267 partidos con la UD Las Palmas como defensa central. Fue canterano, capitán y miembro del equipo canario, y vivió momentos de gloria inolvidables, como derrotar en cinco ocasiones, todas en su tierra natal, a un todopoderoso FC Barcelona, incluyendo aquel liderado por Johan Cruyff. Además, lideró en la única final de Copa del Rey -en 1978- de la UD Las Palmas, disputada precisamente contra el FC Barcelona en el Santiago Bernabéu. "El árbitro se dejó llevar por el juez de línea. Si no se hubiese dado ese penalti, el Barça habría sudado y sufrido para ganarnos. Porque teníamos plantilla capaz de ganar a cualquiera", pronuncia en Relevo.

Desde 2016, preside la Asociación de Exjugadores de la UD Las Palmas, desde donde continúa aportando al fútbol y la sociedad. Por supuesto, Roque sigue muy ligado al fútbol actual y se permite reflexionar sobre las dificultades actuales del arbitraje, como en el reciente y controvertido 2-3 del combinado insular ante el Mallorca. "Hace tiempo que no veo algo así. Que haya un libre indirecto en el área del equipo perjudicado tras una tarjeta roja es incomprensible. Son humanos, pero incluso con VAR, cuesta aceptar algunas decisiones". Y se deshace en elogios hacia la nueva camada culé. "No soy del Barça, pero es el mejor equipo de España y tiene pedazo de jugadores, veinteañeros, y ni eso, que brillan".

Es un honor conversar con una figura tan destacada e histórica de la UD Las Palmas, Roque. ¿Cómo resumirías este año al frente de la Asociación de Exjugadores del equipo de tu tierra?

Muchas gracias por tus palabras. Diría que la Asociación, como dirían en los exámenes, está progresando adecuadamente. Me siento muy orgulloso porque, entre otras cosas, colaboramos con la ONG "Rosa del Desierto". Juntos llevamos a cabo una iniciativa muy especial en Mauritania, enfocada en promover la actividad física, especialmente el fútbol, entre las mujeres. Es un proyecto cargado de buena fe, donde aportamos nuestro granito de arena para que ellas también puedan disfrutar de esta experiencia y beneficiarse de todo lo que ofrece el deporte.

En los últimos años, da la sensación de que la afición canaria, especialmente los más jóvenes, se siente cada vez más orgullosa de la UD Las Palmas. Se habla mucho del sentido de pertenencia y en épocas pasadas, Tonono y Guedes eran esas figuras, iconos de la canariedad.

Es cierto, Tonono y Guedes son referentes históricos, pero no podemos olvidarnos de jugadores como Castellano, Páez, Germán Dévora, Trona. En fin, un largo etcétera. Fue una generación brillante que nos regaló momentos inolvidables, como aquellas victorias frente al Barça. Y sí, noto un cambio muy positivo entre los jóvenes, incluso entre muchas mujeres que están conectando profundamente con el equipo. Es algo maravilloso de presenciar.

¿Cómo está resultando este 75º aniversario del club isleño?

Muy emocionante. Estamos celebrándolo por todo lo alto, con el orgullo de estar en Primera División. Es algo que nos hemos ganado en el terreno de juego, y poder conmemorarlo en una de las ligas más importantes del mundo le da aún más valor. Ahora, además, se avecina un partido especial contra el Barça, al que gané hasta en cinco ocasiones. Fue un trabajo coral.

El Barça siempre ha sido un símbolo de cantera. ¿Dirías que la UD Las Palmas también lo es?

Sin duda. Siempre he sido un gran defensor de la cantera. Por supuesto, los jugadores que vienen de fuera son bienvenidos, siempre y cuando lleguen para aportar un valor añadido. Este año, creo que la dirección deportiva insular ha acertado con las incorporaciones. En mi época, tuvimos la suerte de contar con leyendas de la Selección argentina. Eso hoy en día sería prácticamente imposible. Y, aunque no soy culé, tengo que reconocer que el Barça es, ahora mismo, el mejor equipo de España y uno de los más destacados de Europa. Su apuesta por la juventud es impresionante. Jugadores como Lamine Yamal, Cubarsí o Casadó son ejemplos claros de su compromiso con la cantera. Todos ellos son futbolistas extraordinarios y representan el futuro del fútbol.

Jugaste contra grandes nombres del fútbol, como Johan Cruyff. ¿Fue el futbolista que más te costó defender?

Pues no. Me acuerdo de Enzo Ferrero, quien era un futbolista extremadamente difícil de marcar. Tenía una velocidad impresionante y un cambio de ritmo similar al de Cruyff. Ya si hablamos de delanteros extremadamente complicados, Iriguibe, del Osasuna, fue el más duro. Era imparable en el uno contra uno.

Personalmente, ¿qué partido recuerdas con más cariño?

Sería imposible no mencionar mi debut como uno de los momentos más especiales de mi carrera. También guardo un recuerdo muy grato de las semifinales de la Copa del Rey contra el Sporting de Gijón. Ese partido fue una lección de fútbol en todos los sentidos: técnica, táctica, física y psicológica. Fue un encuentro de matrícula de honor.

Hablando del pasado, no puedo evitar preguntarte por la histórica final de Copa del Rey entre la UD Las Palmas y el FC Barcelona (1-3) en el Santiago Bernabéu. ¿Qué le falló al equipo amarillo para alzarse con el título?

Lo que nos faltó ese día fue un arbitraje más imparcial. El penalti que se señaló en mi contra fue clave, pero la falta fue claramente fuera del área. Franco Martínez, el árbitro, se dejó influir por el juez de línea. Si esa jugada no hubiese ocurrido, estoy convencido de que el Barça habría tenido que sudar mucho más para ganarnos. Teníamos una plantilla capaz de vencer a cualquier equipo.

Final de Copa del Rey, entre el FC Barcelona y la UD Las Palmas UD Las Palmas
Final de Copa del Rey, entre el FC Barcelona y la UD Las Palmas UD Las Palmas

Me lo creo. No me creo, tanto, lo que se vivió el pasado fin de semana en el Estadio de Gran Canaria.

Es cierto, arbitrar no es fácil, y reconozco que el nivel ha mejorado con la profesionalización y la incorporación del VAR, que ayuda a corregir errores. Pero lo que pasó en ese partido es algo que hacía mucho tiempo que no veía. Según los expertos, la jugada se ajusta al reglamento, pero me cuesta entenderlo. Que se expulse a un jugador, el rival reciba una roja, y que aún así se conceda un libre indirecto en el área del equipo perjudicado... Es difícil de justificar. Como se dice en los juzgados: "burros volando".

Puestos en este sábado, en la previa, la UD Las Palmas y el Barça suelen presumir de ser equipos que miman la posesión en sus partidos. ¿Qué opinas de este estilo?

Sinceramente, los juegos basados en la posesión por la posesión, como el estilo Guardiola, me resultan aburridos. En mi época, la UD Las Palmas era un equipo más directo, siempre buscando sorprender a las defensas rivales. Y, hablando de previas, hoy en día, las cosas han cambiado mucho. Ahora los jugadores llegan en pantalones cortos, con auriculares y cholas -chanclas-. Lo respeto, porque quizá les ayuda a concentrarse, pero nosotros vivíamos esos momentos previos con mucha intensidad y seriedad. Era una preparación completamente distinta.

¿Cuáles consideras que son las claves del partido?

Enfrentarse a un rival de la magnitud del Barça siempre supone una motivación extra, y eso es algo que los equipos más modestos suelen aprovechar muy bien. La mentalidad será crucial, y estoy seguro de que Diego Martínez lo ha trabajado. Con compromiso y concentración, cualquier cosa es posible.

¿Te animas a darle algún consejo a Diego Martínez?

Aunque ya tengo mis años, soy de los que piensa que los consejos hay que darlos con cautela, y ni siquiera a mis hijos suelo darles demasiados. Diego es un gran entrenador. Y en el fútbol actual, los entrenadores tienen muchas herramientas tecnológicas para optimizar cada detalle del juego. Me impresiona cómo miden la capacidad física de los jugadores con sensores y análisis en tiempo real. Eso es fundamental para enfrentar las exigencias de Primera División.

Por cierto. ¿Qué opinas del crecimiento de Pedri desde su paso por Gran Canaria? Por fin se enfrenta a la UD Las Palmas...

Pedri llegó muy joven, pero demostró rápidamente una madurez impresionante y una capacidad para absorber experiencias que lo han llevado al nivel más alto. Es un jugador inteligentísimo, con una lectura de juego brillante. Lo que más admiro es cómo sabe administrar sus esfuerzos, corriendo solo cuando realmente importa. Para nosotros, como canarios, es un orgullo verlo triunfar. Es genial que pueda enfrentarse a esta Unión Deportiva y deleitarnos con su talento.

Mójate en esto. Si tuvieras que señalar un aspecto a mejorar en esta UD Las Palmas, ¿cuál sería?

Yo siempre me mojo y siempre estaré orgulloso de la UD Las Palmas, sin importar los resultados. Sin embargo, creo que es fundamental seguir trabajando en la defensa. No digo que lo estén haciendo mal, pero en Primera División cualquier descuido puede ser letal, especialmente ante equipos como el Barça. Además de estar concentrados, también deben salir a disfrutar del partido. Al final, esta es una profesión que todos soñamos, y el disfrute siempre debe estar presente.

Todo hay que decirlo. Los portugueses Fábio Silva y Dário Essugo han sorprendido a muchos.

Sí. Ambos tienen algo esencial en esta categoría: hambre. Son muy jóvenes y entienden lo que significa estar en Primera División. Esa ambición se nota desde que pisan el campo con la camiseta de la UD Las Palmas. Su actitud y ganas de demostrar son contagiosas y fundamentales para el equipo.

Última pregunta y cerramos. ¿Ves posible que Diego Martínez y su UD Las Palmas logren la permanencia?

La temporada es larga, todavía queda muchísimo por jugar, pero estoy convencido de que es posible. Lo digo con la experiencia de haber vivido momentos muy duros. En 1983, recuerdo que necesitábamos puntuar en los últimos cinco partidos para salvarnos y no lo logramos. Perdimos el último encuentro contra el Athletic Club por un doloroso 1-5 en el Estadio Insular. Fue un golpe muy duro. Por eso, en esta categoría, aprovechar cada oportunidad es fundamental.