FC BARCELONA

La "regla de los cinco segundos" que inició Guardiola y ha perfeccionado Flick para convertir al Barça en una máquina en defensa

El Barça se ha convertido en uno de los equipos más eficaces de Europa a la hora de presionar y contrapresionar.

Hansi Flick celebra uno de los goles del Barcelona en el Santiago Bernabéu./AFP
Hansi Flick celebra uno de los goles del Barcelona en el Santiago Bernabéu. AFP
Jordi Cardero

Jordi Cardero

El Barcelona de Hansi Flick jugó su primer partido amistoso 'en abierto' ante el Manchester City de Pep Guardiola, a puerta cerrada se estrenó ante el Olot. Fue durante la pretemporada, con todo lo que ello supone: equipos a medio gas, priorizando la preparación física al balón y sentando las bases. Aunque los blaugrana partieron de un listón altísimo que apenas han rebajado. "Guardiola hace ocho años que está en el City y nosotros queremos hacer lo mismo que ellos en cuanto a filosofía. Quizá un poco distinto, pero con esta idea. Queremos construir algo parecido", explicó Flick tras ganar a los ingleses.

A pesar de que el estilo de Guardiola siempre ha destacado por el buen trato de la pelota, no se entiende sin la presión. Perder el balón en zonas 'controladas' permite recuperarlo más pronto y minimizar el riesgo de sufrir al contragolpe. Tres meses y medio después, el Barça de Flick se puede decir que está en el camino de cumplir con los deseos que el alemán lanzó a finales de julio, con tan solo unos pocos entrenamientos a sus espaldas.

En el cuerpo técnico de Guardiola siempre ha existido "la regla de los cinco segundos". Esta viene a decir que, una vez se pierde el balón, se inicia esta cuenta atrás para recuperarlo. Apenas son dos o tres pases los que puede hacer el rival. Si el Manchester City no logra volver a tener el esférico, están obligados a cortar la jugada con una falta o bien replegarse en dirección hacia su portería. El Barça sigue un patrón similar.

El conjunto de Flick ha alcanzado cotas muy altas en muy poco tiempo. El alemán y su cuerpo técnico hacen reuniones puntualmente por zonas del campo y con la defensa el margen de mejora es limitado. Partido a partido, siguen haciendo caer al rival una y otra vez en fuera de juego. "Cuando revisan los goles en el VAR ya sabemos que son fuera de juego", aseguró después de ganar al Espanyol.

Las presiones de Guardiola y las contrapresiones de Klopp

Pero el éxito no nace de Iñigo Martínez, Pau Cubarsí y el resto de la última línea. El colmillo del Barça se mide en la capacidad para robar lo más cerca de la portería rival. Los blaugrana son el equipo de LaLiga que más porcentaje de presiones realizan en campo contrario. Seis de cada diez (el 61%) lo hacen en territorio rival. En las grandes ligas, solo el Manchester City (62%) lo mejora. Por detrás, Paris Saint-Germain (57%), Bayern (59) y Milan (55).

El Barça también es el equipo que más 'contrapresiona' de LaLiga. Es decir, el conjunto que más presiona después de perder el balón. En Alemania, el término se popularizó como gegenpressing y Jürgen Klopp fue uno de sus máximos exponentes. Los culers llevan "la regla de los cinco segundos" tatuada. El 77% de sus contrapresiones (en total, 27,6 acciones) son en campo rival. Para tener buenos registros en esta estadística es importante robar lejos de portería propia. En el caso de los blaugrana, el 51% de los balones los pierde en el último tercio de campo, el que más de LaLiga.

Además, los de Flick son capaz de robar en cerca de 14 ocasiones por encuentro liguero en la última parcela del terreno de juego. Los catalanes solo permiten de media 7,45 pases por acción defensiva. Es decir, que el rival apenas tiene continuidad en su juego. Bien sea por cortar la jugada con un robo o con una falta. En Liga, solo la Real Sociedad y el Rayo 'ahogan' más las posesiones del rival.

Poco a poco, el Barça de Flick se ha ido haciendo propios rasgos como el de un fútbol vertical que lidera el tridente, un centro del campo intenso y una defensa inexpugnable. Las estadísticas reafirman las sensaciones: los blaugrana son uno de los mejores colectivos a la hora de recuperar el balón.