El reencuentro de la afición con Pezzolano, héroe y villano de un Real Valladolid de Primera
El primer partido en casa tras el ascenso a Primera demostrará si la división entre afición y entrenador continúa marcada.
Tras una temporada de mucha división entre la afición del Real Valladolid y su entrenador, Paulo Pezzolano, ambos volverán a verse en el José Zorrilla en la primera jornada liguera. Pese al ascenso, los cánticos desde la grada pidiendo la dimisión del uruguayo no cesaron, y el reencuentro de este lunes (contra el Espanyol, 19:00 horas, DAZN LALIGA) genera incertidumbre y puede ser un preludio del ambiente que se espera esta temporada en Primera, siempre exigente y complicada.
Son varios los motivos que llevaron al enfrentamiento la temporada pasada entre Paulo Pezzolano y parte de la afición vallisoletana. Muchas veces, mantener al entrenador que te descendió sale caro, y recuperar la confianza del aficionado es muy complicado. Los malos resultados en ciertos momentos no ayudaron, y sumados a momentos puntuales de tensión con la afición y con ciertas declaraciones en ruedas de prensa, provocaron que ni las victorias sirvieran para mejorar la relación. Incluso el día del ascenso, por las gradas del José Zorrilla se seguía entonando el "Pezzolano, dimisión". En la celebración, el propio Paulo inició este cántico, a modo de broma, uniéndose a sus detractores e intentando "hacer las paces".
Tanto el míster como el club han redoblado esfuerzos para mejorar este ambiente, más aún de cara a la nueva campaña en Primera División. Y el resultado de este trabajo se verá este lunes, en el choque ante el Espanyol, también recién ascendido, que abrirá la temporada en el feudo blanquivioleta. Pensar que toda la afición le apoyará es un error, y el propio entrenador ve imposible esta unanimidad, pero cabe pensar que los primeros resultados del equipo en su vuelta a la élite podrán desestabilizar la balanza a uno u otro lado.
Las primeras jornadas, claves
Lo más probable es que se empiecen a escuchar pitos desde la presentación por megafonía del técnico. Sin embargo, el ambiente no es el mismo que hace unos meses, y un buen inicio de temporada podrían aumentar considerablemente el crédito de Pezzolano por parte de su afición. De lo contrario, unas primeras semanas malas pondrían en el punto de mira al uruguayo. Los vallisoletanos, por su parte, han vivido dos descensos en sus dos últimas temporadas en Primera y no están dispuestos a sufrir otro fracaso más. También han puesto de su parte, batiendo el récord histórico de abonados y alcanzando el límite de 24.000.
Una dificultad añadida es que la plantilla aún está incompleta y necesita refuerzos. Estos llegarán, aunque pueden retrasarse hasta los últimos días de mercado. Estaríamos hablando de tres o cuatro jornadas clave en las que Pezzolano deberá no solo sobrevivir, sino hacerlo con buena nota, para superar una primera prueba ante la afición. Además, no son cuatro partidos cualquiera. Los dos en casa son ante dos rivales directos y recién ascendidos, Espanyol y Leganés. Los dos de fuera son ante Real Madrid y Barcelona, donde se exige un mínimo de dar la cara y competir.