Vinicius mete presión al Barça
El brasileño despertó al Real Madrid con un gol tras el tanto inicial de Joselu. Militao y Asensio, los otros goleadores. Los blancos, a seis puntos del Barça, que juega el domingo en San Mamés.

La lluvia fina que mojaba al Real Madrid dejó de caer con el triunfo ante el Espanyol. Los blancos recuperaron la autoestima, que de eso se visten las victorias cuando encadenas tres petardazos, con un Vinicius que remolcó al equipo tras el susto inicial de Joselu. Al Madrid se le pegaron las sábanas de nuevo, pero el brasileño, incansable, volvió a ser el despertador, empató y sacudió a los suyos. De nada sirvió la doble vigilancia que le puso Diego Martínez. No hay defensa para lo imprevisible. Militao de cabeza, tras un excelso pase de exterior de Tchouameni, y Asensio, después de una arrancada prodigiosa de Nacho (el Bernabéu fue un clamor: "Quédate"), abrocharon un partido que por momentos fue soporífero y en el que el Madrid jugó con el fuego del empate.
El Espanyol tuvo altura al principio y al final. En ese periodo aprovechó la bajada de tensión del Madrid para apretar, pero sin pólvora. Por fortuna para Ancelotti. El triunfo le da a los blancos tres puntos que sirven al equipo para ponerse a seis puntos del Barça, que juega este domingo en San Mamés, meterle presión en LaLiga y, además, para llegar con buenas sensaciones al partido ante el Liverpool y el Clásico de dentro de una semana. Salió el sol en Madrid y lo sacó Vinicius, que no da nada por perdido. Tampoco LaLiga.
VINICIUS
💯 Mis 'dieses'
El Real Madrid se comporta en ataque como dicta Vinicius. Con Benzema ausente y, cuando juega lo hace en modo desconcertante, el brasileño es el activo más afilado que tiene arriba Ancelotti. El comodín de la llamada para resolver el problema. Lo hizo en Liverpool y volvió a ser remolque contra el Espanyol. Diego Martínez le puso doble vigilancia (Óscar Gil y Rubén Sánchez) pero cuando tiene el día es una bendición. Con el Madrid aturdido y espeso tras el gol de Joselu, Vinicius agarró la pelota en la izquierda y él solo recuperó el ánimo del equipo con otra extraordinaria jugada individual que fundió la línea defensiva perica, aparentemente bien posicionada.
Sin embargo, no se puede defender lo que es imposible de prever. Se metió en el área, se fue abriendo entre amagos y batió a Pacheco. Fue la alarma del Madrid, todo pasa por él. También los impulsos de los árbitros en mostrarle la amarilla. Hoy, Figueroa Vázquez le mostró una muy barata por un agarrón a Rubén Sánchez. Eso le llevó incluso hasta tumbarse en el suelo, incrédulo ante la tarjeta, y al Bernabéu, con el runrún del caso Negreira, a estallar.
Da la impresión de que la táctica de Ancelotti es el clásico "balones a Vini". El técnico dijo hace unas semanas que el futbolista tenía una cualidad rara: no se toma ningún descanso a pesar de su talento. Aseguró que los jugadores a los que visitan con frecuencia las musas se suelen tomar un respiro a lo largo de los partidos y luego intentar lanzar su destello. No es el caso de Vini, que insiste y persiste hasta el desfallecimiento. Es el paraguas de Ancelotti cuando la lluvia fina está cerca de empaparle.

JOSELU
😎 Me reafirmo
Joselu es un ejército del aire, fuerza aérea que se ha cobrado muchas víctimas a lo largo de sus años en LaLiga. Sin embargo, fue por tierra como golpeó primero al Madrid, equipo que le reclutó de la cantera del Celta y en el que convivió Nacho, Morata o Pacheco, hoy de nuevo compañero de equipo. La RAE debería dejarse de discusiones sobre tildes y decidirse por incrustar la imagen del gallego en el diccionario junto al término 'killer'. Ante el Madrid volvió a demostrar su olfato y categoría en una jugada en la que también se comprobó que Camavinga no es lateral izquierdo. De ello hablaremos más adelante.
En el 7', el francés fue transparente en un centro largo de Sergi Gómez a Rubén Sánchez, que asistió a un Joselu que definió con la zurda, a la escuadra, de forma magistral. Mourinho le hizo debutar en Primera con el Madrid y desde entonces fue madurando hasta convertirse en uno de los mejores nueves nacionales. Ya le ha hecho ocho tantos a sus ex, un dolor de cabeza. Como muchas cosas del pasado. Pero si el rival cuenta con un detonador como Vinicius...

CAMAVINGA
🤔 Hay runrún
Camavinga no quiere ser lateral. Se siente más cómodo como pivote, pero Ancelotti le ve como interior aunque se empeña en ponerlo de '3'. Asegura ser una decisión de urgencia, pero viendo los recursos disponibles parece haberse instaurado ya en la cabeza del técnico como un movimiento recurrente por las condiciones físicas y visión del jugador. Pero sufre en defensa y ahí los rivales suelen encontrar aire. Desde el amable Al Alhy hasta el laborioso Espanyol. Rubén Sánchez puede dar fe.
Camavinga, en su vocación de centrocampista de rompe y rasga, suele mirar demasiado arriba y meterse hacia dentro, favoreciendo mucho a Vinicius. En cambio fabrica pasillos atrás que son relativamente sencillos de explorar para los rivales. El galo puede servir para resolver una papeleta, pero no para ser el segundo en la rotación en esa demarcación. Ahí no se encuentra y contra el Espanyol padeció más que nunca.
TCHOUAMENI-MILITAO
🤳 Mi fondo de pantalla
Tchouameni y Militao representaron aquello de que no hay que perder el tiempo lamentando los errores. No arrancaron bien el encuentro. El mediocentro francés, que sigue buscándole el aire al puesto, perdió el balón en la jugada que finalizó con el gol de Joselu. El central también tuvo dos despistes en los primeros instantes del encuentro: el primero lo enmendó con su rapidez; el segundo acabó en 0-1 por un marcaje caritativo. Sin embargo, en el minuto 39 fueron los protagonistas de la jugada que culminó la remontada: 2-1. Ambos se desperezaron junto al resto del equipo gracias a los toques de corneta de Vinicius. Tchouameni asistió a Militao con el exterior (entrenar tanto con Modric debe contagiar exquisitez) y el central se colgó del techo retráctil del nuevo Bernabéu para marcar el segundo tanto del Real Madrid. Golazo.

CEBALLOS Y ASENSIO
📀 Mi 'bonus track'
Algo ha pasado con Dani Ceballos y Marco Asensio. El partido contra el Espanyol era una buena oportunidad para volver a darles carrete en el once, pero no salieron del fondo del armario. Volvieron a ser suplentes. El balear entró en el campo en el 71' por Modric y el utrerano, en el 74' por Kroos. Es extraño cómo Ceballos ha ido perdiendo protagonismo a pesar de su buen rendimiento. El caso del balear es más agudo: no jugó ni un minuto ante Barça y Betis. Ambos acaban contrato en junio y más de uno puede ver en estas 'desapariciones' señales pesimistas con su continuidad. Sobre todo con la de Asensio.
En un Madrid que llegaba con urgencias de gol, ahorrarse un cañón de largo alcance como el suyo da argumentos a los que le ven lejos del Bernabéu. Porque el balear tiene una relación especial con el gol. Hoy jugó 20 minutos con unas ganas que tuvieron la recompensa de la portería. Fue después de una arrancada espectacular de Nacho. No lo celebró. Debe ser doloroso ser uno más para alguien que no es uno más. Haber conocido el brillo y ahora verse observando desde el patio de butacas cómo los focos y los aplausos van dirigidos más tiempo a otros.