La pregunta que sobrevolará el Camp Nou las próximas semanas: ¿Es necesario volver esta temporada?

El Barcelona anunció este miércoles que no regresará al Camp Nou, como mínimo, hasta el mes de febrero. En un comunicado explicó que el equipo jugará en el Lluís Companys los partidos ante Valencia (26 de enero), Atalanta (29 de enero) y Alavés (2 de febrero). Internamente, en el club se habla de volver en marzo, es el objetivo. En Limak, sin embargo, las previsiones más "optimistas" sitúan el regreso más tarde, entre abril y mayo. Los pesimistas, para la siguiente temporada y así no tener que correr más de la cuenta.

El Barça trabaja a contracorriente para volver cuanto antes a su casa. Mientras tanto, la afición y el equipo se sienten cada vez más cómodos en Montjuïc. En las instalaciones blaugrana se está empezando a formular una pregunta que sobrevolará el Camp Nou las próximas semanas: ¿Es necesario volver esta temporada? La logística de las obras y lo que puede retardar tener fútbol cada tres días -si se llega para la Champions- obligan a plantearse la cuestión.

Ya adelantamos en Relevo que volver en enero, tal y como deseaba el club tras posponer los planes iniciales que fechaban el retorno en noviembre, era imposible. Este mes estaba previsto comenzar a instalar los palcos VIP, que le supondrán al club un ingreso anual de 120 millones de euros. Pero todavía no se ha podido empezar a hacerlo. A pesar de que el estadio va cogiendo color, pues se están colocando sillas en el segundo anillo, los tiempos no son los esperados. Las dudas han llevado a los socios a pedir, de momento, menos abonos de los previstos.

El Barça quiere volver sea como sea esta temporada y se está informando de cuáles son los mínimos que debe cumplir su remodelada casa para poder recibir de nuevo a su afición. En paralelo, también trabaja para tener a punto los permisos necesarios. El club quiere centrar todos los esfuerzos en la reapertura y luego seguir trabajando según lo estipulado en los planes. En este aspecto, la logística es el principal obstáculo. Actualmente, todo el terreno de juego y la zona donde se ubicaba el Miniestadi se utilizan para dejar materiales y escombros.

El plano futbolístico también juega un papel importante para marcar las fechas de la vuelta. Es primordial que el Barça pase la fase de liga de la Champions entre los ocho primeros y, así, evitar el playoff. De no hacerlo, jugaría la semana del 11 o 18 de febrero en casa y, si no pudiera jugar en el Camp Nou, se vería obligado a disputar lo que restase de competición europea en Montjuïc. UEFA no permite jugar una fase -la final, en este caso- en dos estadios distintos como local. En cambio, si logra pasar directamente a octavos, no jugaría en casa hasta principios de marzo, cuando el club cree que puede volver.

Centrando todos los esfuerzos en abrir en marzo, no es descartable que el club pueda hacerlo. Pero, al mismo tiempo, tendría una repercusión en los tiempos marcados. Lógicamente, no es lo mismo poder trabajar durante los siete días de la semana que tener que parar cada pocos días -moviendo todo el material y con el tiempo que esto conlleva- por disputar Liga y Champions. Lo que el club siempre ha anunciado es que no contemplaría alternar Liga en el Camp Nou y Champions en Montjuïc.

El Barça confía plenamente en volver a casa en los próximos meses y quiere que desde la constructora se centren en alcanzar los mínimos que lo permitan. Aun así, de rebote esto podría alterar los plazos establecidos, mientras que en Montjuïc se está construyendo un clima en el que al socio cada vez le cuesta menos subir -el fútbol de Flick lo pone fácil- y que está recibiendo cada vez aficionados más jóvenes. Se palpa un cierto relevo generacional en las gradas.