Las personalidades antagónicas de Lamine Yamal y Pau Cubarsí tienen un punto en común: "Son supercompetitivos"
Mientras que al central "lo lleva todo por dentro", al delantero le gusta responder sobre el terreno de juego.

Lamine Yamal y Pau Cubarsí fueron dos de los futbolistas del Barcelona que salieron a atender la prensa después del empate ante el Inter de Milán. Después de que desde el barcelonismo se criticara que algunos pesos pesados del vestuario no salieran a dar la cara tras las grandes caídas en Europa, los canteranos fueron protagonistas ante los micrófonos y evidenciaron que tienen personalidades tan marcadas como distintas.
Compañeros de generación y de residencia —hasta hace algunos meses—, aquellos que les han visto crecer, remarcan que ambos son "supercompetitivos", aunque la forma de expresarse pueda ser algo distinta. En la rueda de prensa previa, la primera que dio Lamine —Cubarsí se estrenó en marzo—, ya mostró un posado y tono particular. "A los que dicen que estoy crecido les digo que mientras gane, no pueden decirme nada", espetó. Siempre partidario de lanzar mensajes por redes sociales, que maneja él mismo, después del empate se cambió la foto de Instagram, el "en una misión", por una foto de Goku transformándose en Supersaiyajin.
El del Inter fue el partido número 100 de Lamine y ni siquiera los mimos de su amigo Balde le animaron a la hora de fotografiarse con una camiseta conmemorativa. Sus ánimos no cambiaron en la entrevista en Movistar Plus+. "Siempre pienso en ganar, es lo más importante. Por eso estaba un poco disgustado, pero ya está", respondió a la primera pregunta. "Pensábamos que podíamos ganar el partido perfectamente. A pensar en la vuelta y a ganar [...] Quería ganar el partido, en la vuelta lo daremos todo y seguro que pasaremos", añadió con un rostro serio.
Unos minutos más tarde, acabó riendo en la conexión con Thierry Henry, en CBS. Mientras tanto, un punto más distendido y relajado que en la primera entrevista de Lamine, Pau Cubarsí era uno de los jugadores que atendía a los medios en zona mixta. Prefirió ver el vaso medio lleno, a pesar de la sensación agridulce general. "Tenemos que hacer autocrítica, nos han llegado muy poco pero nos han marcado. Tenemos que fijarnos en cuatro detalles, pero no hay que ser negativos. Tenemos que tirar para adelante", señaló el central.
Distintas formas de procesar
Con la misma calma, en una conversación con Barça One justo después de levantar la Copa del Rey, al ser preguntado por las fuerzas del equipo en la prórroga, respondió que "las piernas pesan pero el escudo tira más". Tiene solo 18 años pero siempre ha sido así. "Lo lleva todo por dentro, tanto las victorias como las derrotas. Todo lo expresa muy tranquilamente, aunque se enfade", cuenta alguien que conoce bien al de Estanyol. "No me imaginaba nunca que estaría jugando una semifinal, pero lo afronto bien, mi familia me está ayudando en todo", agradeció ante los medios.
Lamine es de los que prefiere aislarse en las derrotas, tiende a ponerse música para desconectar. La personalidad que muestra ante la prensa es la misma con la que pide ser protagonista en los momentos complicados de los partidos. Lo evidenció contra el Inter, donde maravilló a Inzaghi y a todo el barcelonismo. "Lamine nunca ha sido mucho de enfadarse, su manera de responder es echarse el equipo a la espalda cuando las cosas han ido mal", explican desde Can Barça.
Lamine siempre ha tenido mucho aprecio por Cubarsí, con quien ha jugado desde la etapa infantil. Vienen de realidades muy distintas. Mientras que Pau creció en una catalana prototípica, Lamine tiene raíces africanas. Estudiaron y jugaron juntos desde pequeños. Uno escucha reggaeton, el otro más música catalana. Tienen personalidades prácticamente antónimas, pero la misma alma competitiva a la que se agarra el Barça para salir vencedor del Giuseppe Meazza.