La noche más dura de Gazzaniga acabó con un abrazo que explica lo que es este Girona

Cuando sonaron los tres silbatos, el Parque de los Príncipes estalló como si hubiera ganado la ida de un partido de la fase final. Después de que los jugadores se saludaran y felicitaran, David López, Portu y Gazzaniga fueron los tres futbolistas del Girona que fueron a agradecer el apoyo a su afición. El portero, abatido, dio media vuelta y recibió el cariño de todos sus compañeros. Y en especial de uno, Juan Carlos.

El veterano portero se fundió en un abrazo con Paulo, a pesar de que el argentino tenía ganas de salir de los tiros de cámara y meterse en el vestuario. Juan Carlos viajó a París a pesar de no estar inscrito en la lista de la Champions y calentó junto a Gazzaniga y Pau López en la previa del partido como uno más. En el abrazo con su compañero se entiende lo que es este Girona y por qué los veteranos juegan un papel tan importante. Desde Juan Carlos hasta Stuani.

Gazzaniga fue el segundo futbolista del Girona en abandonar el estadio, después de Misehouy. Cabizbajo y reflexivo, miró al suelo durante los múltiples pasadizos que tiene el Parque de los Príncipes para evitar cualquier contacto visual, todavía con la imagen del balón escurriéndose entre sus piernas tierna en la memoria. "Si no hubiera parado lo que ha parado, nos vamos de aquí con un 3-0", dijo Arnau Martínez, pensando en las manos que sacó a Dembélé o Achraf.

"Ese error es mío", afirmó Míchel. "Los errores son perdonables, la actitud colectiva y la humildad no", añadió. El entrenador pidió un Girona reconocible, llegó a París de espaldas al aficionado neutral y se marchó aplaudido por la forma de jugar -cuando pudo- y competir. Los catalanes recibieron seis tiros en el primer tiempo, donde lograron tener varias fases de dominio. En el segundo, el ritmo y la presión parisina cambió el decorado. El PSG disparó 20 veces. Según Opta, los franceses acumularon 1,99 goles esperados -por 0,25 del Girona-.

Desde la grada veía el partido Juan Carlos. El portero disputó tres partidos el curso pasado -los de Copa- y once la anterior -los diez primeros de Liga, hasta que Gazzaniga le arrebató la titularidad, y uno de Copa-. Sabe que su papel, como el de Juanpe, trasciende el terreno de juego. Por eso el Girona renovó al central.

Míchel también tuvo palabras para el experimentado portero. "He hablado con él, le pedí perdón en su día, no es fácil decidir, él sabe que es uno más de nosotros, ha querido calentar a sus compañeros y eso le honra y demuestra el compromiso que tiene con el club", explicó. Se acordó de sus paradas en Burgos y Eibar, claves para el retorno a Primera.

"Les he dicho que se nos ha hecho un poco largo, hay dos o tres paradas de Gazzaniga muy buenas, que podían haber sido gol. Hay que reconocer que la victoria ha sido merecida, pero tenemos que estar orgullosos. Venimos haciendo las cosas muy bien y queremos seguir de esta manera. Orgullosos de que el Girona siga creciendo", cerró Míchel.