Los 60 minutos que figuran como un trofeo de La Masia y Flick puede replicar

Alucinaban en La Masia en pleno verano cuando aterrizó Hansi Flick. El alemán llegó a Barcelona habiendo aprendido los nombres y estudiado los perfiles de todos aquellos canteranos que por categoría o edad podían llegar al primer equipo. El nuevo entrenador se dejó asesorar por los expertos y ya se llevó a la gira de pretemporada muchos futbolistas del filial y del juvenil.

Pisaron los Estados Unidos jugadores como Diego Kochen, nacido en Florida; un Marc Casadó y Marc Bernal que encandilaron al barcelonismo; Quim Junyent; Unai Hernández o Toni y Guille Fernández. Sergi Domínguez y Gerard Martín se ganaron un puesto en la primera plantilla y siguen con un rol de rotación. En el Clásico, participaron en la goleada ocho jugadores formados en La Masia, lo que demuestra la salud del fútbol formativo. Otros seis se quedaron en el banquillo.

Cada vez es menos descabellado pensar en un once íntegro formado por jugadores La Masia, como sucediera el 25 de noviembre del 2012 en el Ciutat de València, contra el Levante. Allí se fotografió una de las imágenes más icónicas del fútbol base culer. Diez canteranos formaron de inicio: Víctor Valdés, Carles Puyol, Gerard Piqué, Jordi Alba, Sergio Busquets, Xavi, Andrés Iniesta, Cesc Fàbregas, Pedro y Leo Messi. Al cuarto de hora de partido, la lesión de Dani Alves obligó a Tito a dar entrada a Montoya.

Durante 60 minutos, el Barça formó con un once de canteranos. Acabó goleando, por 0-4. Y todos los tantos llevaron la firma del fútbol base culer: Messi por partida doble, Iniesta y Cesc. Aquella temporada el equipo ganó LaLiga con 100 puntos. Con Hansi Flick se está cerca de capturar lo que ya se hizo con Tito Vilanova. Por piezas y disponibilidad, no sería nada raro replicarlo. Este podría ser uno de los onces.

Con los jugadores en plantilla, en portería se contaría con Iñaki Peña. Por delante, dos jugadores titulares como son Pau Cubarsí y Alejandro Balde, acompañados de dos de rotación, Eric Garcia y Héctor Fort. El centro del campo bien podría ser titular en cualquier partido: Marc Casadó, Fermín López y Gavi. Arriba, dos intocables como Lamine Yamal y Dani Olmo y un Ansu Fati que desafortunadamente estará un mes fuera.

El fútbol base catalán es uno de los más potentes de Europa. Como muestra están los grandes resultados que sacan clubes locales en el prestigioso MIC. El Barça, consciente de ello, despliega a sus scouts desde las etapas iniciales. "Cuando son pequeños son esponjas y tienen más tiempo para aprender. La clave está ahí, en trabajar desde abajo, en degustar la idea", reconocen desde La Masia.

Pau Cubarsí, Gavi, Eric Garcia, Ansu Fati, Alejandro Balde, Dani Olmo o Lamine Yamal llegaron en la etapa de fútbol siete, como Guille Fernández, Pau Prim, Héctor Fort o Aleix Garrido. Un poco más adelante, en categoría infantil, el Barça fichó a Fermín López, Marc Casadó. Cultivar a los jugadores desde abajo no solo crea un sentido de pertenencia, sino que facilita la comprensión de un juego que se extiende desde el prebenjamín hasta el primer equipo. Durante esta temporada, Flick podría regalar una fotografía como la del Ciutat de València.