FC BARCELONA

Los 225 minutos 'de la basura' que evidencian la voracidad ofensiva del Barça

Los blaugrana se han ido con tres goles anotados en cinco de los últimos seis partidos.

Raphinha celebra el gol anotado contra el Espanyol./AFP
Raphinha celebra el gol anotado contra el Espanyol. AFP
Jordi Cardero

Jordi Cardero

Todos los jugadores del Barcelona a los que se les pregunta cuál es el secreto del éxito del conjunto de Hansi Flick responden lo mismo: la mentalidad. Por muy lógico que parezca, el Barça sale a ganar los partidos. Desde su propuesta, en presión y con un juego vertical. En muy pocos meses, los blaugrana se han erigido como uno de los equipos más en forma del continente. Se están acostumbrando a golear en el primer tiempo y matar el encuentro en el segundo.

Contra el Espanyol, Dani Olmo y Raphinha acariciaron los tres puntos a la media hora de juego. En la segunda parte, el Barça se relajó y lo que todo apuntaba a ser una goleada acabó siendo una puerta entreabierta al Espanyol. Los de Flick guardaron el martillo. "En la segunda parte hemos bajado la tensión, no hemos jugado como de normal. Hemos perdido un poco el foco, no hemos dominado tanto", señaló el siempre autocrítico entrenador alemán.

De alguna manera, el Barça se ganó el derecho a bajar una marcha. En cinco de los seis partidos del último mes, desde octubre, ha anotado tres goles antes del descanso. Fue ante Young Boys, Alavés, Sevilla, Bayern y este domingo también el Espanyol. Solo 'falló' contra el Real Madrid, aunque el resultado final evidencia que a los de Flick no se les acaba la pólvora al descanso.

Llevan los blaugrana 40 goles en 12 partidos de Liga. Son casi el doble que el Madrid, con 21 y un encuentro menos disputado. Ningún equipo anota tantos goles en las cinco grandes ligas. En el derbi, el margen de tres goles le permitió a Hansi Flick dar rodaje a Fermín, De Jong, Ansu Fati o Gavi, además de descanso a Olmo o Casadó. Kounde disputó el último cuarto de hora.

No está siendo algo habitual que Flick esté necesitando el banquillo para cambiar partidos. Uno de los pocos casos es la entrada de Olmo en Vallecas, una sustitución que modificó el relato del encuentro. Contra el Getafe, con solo 1-0 a favor, dio descanso a Lewandowski. En Pamplona, Lamine y Raphinha entraron para intentar remontar ante Osasuna, pero minutos más tarde Flick también quitó al polaco.

No cree que la distancia entre titulares y suplentes sea significativa. "Es normal en el fútbol. Tenemos algunos jugadores que vuelven de lesión y para nosotros es muy importante tener a futbolistas con horas de juego: es clave que aprendan a jugar entre unos y otros. Tenemos dos partidos y el parón. Después, las vacaciones de Navidad y muchísimos encuentros. Necesitamos a todos los jugadores. Cada uno conoce su situación. Es lo más relevante", expresó el alemán.

Flick 'compró' el bajón del segundo tiempo, pero no permitirá que se repita. La cara positiva de la moneda es el aire con el que pueden jugar gracias al margen en el marcador logrado en el primer tiempo. Como se suele decir en terminología de la NBA, el último mes el Barça ha tirado 225 minutos 'a la basura'.