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Limak quiere utilizar el Camp Nou para instalarse en Europa y pone su objetivo en Sevilla

La constructora turca quiere postularse a remodelar el Sánchez-Pizjuán y el Benito Villamarín.

Todavía no hay una fecha clara del regreso del Barça a su estadio./AFP
Todavía no hay una fecha clara del regreso del Barça a su estadio. AFP
Jordi Cardero

Jordi Cardero

A Limak se la podía considerar una 'novata' cuando se le adjudicó la remodelación del Camp Nou. A sus espaldas tenía un amplio historial en proyectos como aeropuertos, plantas hidroeléctricas u oleoductos en varios países: Arabia Saudí, Egipto, Turquía, Catar y Rusia, entre otros. Sin embargo, solo había estado al mando de la construcción de un estadio: el Mersin Arena, con capacidad para 25.500 personas y de categoría tres para la UEFA. Costó 100 millones de euros.

Ahora está al mando del proyecto más ambicioso de la historia del Barcelona, con un presupuesto total de algo menos de 1.500 millones de euros. Durante la obra han ido surgiendo algunos "imponderables" que han ido ralentizando los tiempos ideales, todo bañado siempre por la urgencia del club de regresar a su casa cuanto antes. Para Limak se trata de un proyecto muy importante: de su éxito podría depender asentarse en Europa.

La constructora ve el Camp Nou como una gran oportunidad para optar a más proyectos de este estilo. Son conscientes de que cabe la posibilidad de que, al término de la obra, acaben perdiendo dinero, pero no es algo que les preocupe. Para ellos, es una ventana a Europa. En la empresa reconocen que Can Barça puede suponer un trampolín para ellos a nivel de prestigio y tienen puesto el ojo en Sevilla: se plantearán presentarse a remodelar el Sánchez Pizjuán y el Benito Villamarín. A largo plazo, también tienen en el punto de mira el Mundial de 2034 en Arabia Saudí.

Limak, atenta a Sevilla... y Arabia Saudí

En el caso del Sevilla, se presentó un anteproyecto que aspiraba con empezar a tomar forma en 2024, pero lo más probable es que los plazos se alarguen algunos años más. Al otro lado de la ciudad, la idea del Betis es empezar a cambiar el Benito Villamarín antes del verano, pero todavía tiene algunos trámites urbanísticos pendientes de aprobar. Lo previsto es que durante un tiempo dispute sus partidos en La Cartuja, que está siendo remodelada con vistas al Mundial 2030, del mismo modo que el Barça disputa sus partidos en el Lluís Companys. De hecho, el Ajuntament de Barcelona cree tener la mejor candidatura para albergar la final del torneo.

En clave Camp Nou, Limak, que cuenta con varias subcontratas, y el Barça se reúnen semanalmente para analizar temas del día a día y mensualmente para comprobar que los tiempos sean los previstos. En esta obra siempre ha subyacido la necesidad de los blaugrana de regresar al Camp Nou cuanto antes. La fecha inicial propuesta, noviembre de 2024, sonaba a algo prácticamente imposible para los turcos. Y aunque internamente se ponen ahora como plazo el mes de marzo, en Limak creen que lo óptimo sería reabrir parcialmente, con el 60% del aforo, de cara a la próxima temporada.

El Barça pidió a Limak reajustar los planes y centrarse en cumplir los mínimos para obtener las licencias necesarias y abrir lo antes posible, pues en Montjuïc el club está perdiendo dinero. El Camp Nou no es un proyecto 'acabado' a nivel arquitectónico, sino que puede tener algunas modificaciones a medida que avance la obra. Ha habido algunas, por ejemplo, en el palco presidencial.

Limak trabaja con subcontratas de distintos países, desde Portugal a Rumanía. Un par de ellas ha tenido problemas a la hora de pagar a sus trabajadores. Una de estas estafó a los obreros, de origen rumano, y tuvieron que regresar a su país. Fue un caso que destapó El Periódico. Un grueso importante de los obreros residen en hoteles del Maresme, a una hora de carretera de Barcelona. Los autobuses los llevan y devuelven. Barça, asociaciones de vecinos y Ajuntament se reúnen periódicamente para analizar el desarrollo de las obras.