Las heridas de un Real Madrid enfermo para las que Ancelotti no encuentra cura
El equipo blanco transmite malas sensaciones y el italiano se hace cargo. Entre sus problemas, demasiadas estrellas que no se entienden.
El Real Madrid pensaba que saldría de Las Palmas reforzado, con tres puntos bajo el brazo y un buen partido, pero todo lo contrario. En Valdebebas se acercan a la palabra crisis de la que siempre tratan de huir por resultados, pero también por juego. Dos pinchazos en las tres primeras jornadas, ambos ante rivales de la zona media-baja de la tabla, que demuestran que a Ancelotti y su staff les queda mucho por hacer. Y también a los jugadores que, por muy buenos que sean, van a tener que sudar más para llevarse los partidos.
El italiano dice saber qué sucede. "Problema futbolístico y detectado. El juego es lento, no hay mucha movilidad, el balón llega a los delanteros cuando el rival está cerrado. Sin balón nos cuesta ser compactos, dejamos espacio entre líneas... El problema es bastante claro, hay que buscar la solución", comentó en rueda de prensa, asegurando también que todavía no ha dado con la tecla para recuperar el buen camino.
Al equipo le faltan muchas cosas para acercarse al nivel mostrado al año pasado. Contra Las Palmas naufragó demostrando todos esos déficits de los que habla Ancelotti. Con el Betis a la vuelta de la esquina no cuenta con mucho margen para trabajar, pero un nuevo tropiezo contra lo verdiblancos enturbiaría aún más un ambiente en el que se nota la tensión.
Todo empieza por el equilibrio. Suena esa palabra y la gente se acuerda de Kroos, pero va más allá de un sólo futbolista. El Madrid se rompe con extrema facilidad, concediendo espacios a los rivales no sólo para salir a la contra sino también para jugar desde atrás sin oposición. Las líneas se separan y convierten a los de Ancelotti en un equipo vulnerable, que ha concedido acciones de gol a todos sus rivales: 12 remates del Mallorca, ocho del Valladolid y siete de Las Palmas, algunos de ellos en ocasiones claras de marcar.
Sociedades que no funcionan para un Real Madrid espeso
Con balón, todo va muy lento. Se ve a Carletto desesperado en la banda, pidiendo circulaciones de velocidad y que sus chicos no retengan el balón, pero su plan no sale. Los rivales no sufren demasiado y, cuando más domina el Madrid, se meten en un bloque bajo a los Vinicius, Mbappé y compañía les cuesta horrores desbaratar.
Todo esto se traduce en falta de efectividad. 25 tiros contra Las Palmas para mandar sólo ocho a puerta y anotar un gol de penalti. El Real Madrid ha marcado cinco goles en tres partidos, pero uno de ellos desde los once metros y otros dos en el tramo final del encuentro contra el Valladolid, con el Pucela echado al ataque y espacios para correr. De media marca una vez cada 10,8 disparos en lo que va de LaLiga.
Hablando de nombres, queda claro que las estrellas de este equipo no se entienden. Ni los nuevos ni los que ya estaban. Sociedades como la de Valverde con Tchouameni o la de Vini y Kylian no arrancan. No sólo eso, sino que jugadores que deberían llevar cierto peso como Courtois, Mendy o Modric viven estos días lejos del nivel esperado. Mientras tanto los jóvenes, Arda Güler y Endrick, piden paso aprovechando cada uno de los minutos que les da el cuerpo técnico.
El cuerpo técnico espera que el parón sirva para ajustar ciertas piezas y encontrar esas soluciones que tanto ansía. En el Bernabéu todo pasa rápido e, igual que las dudas se han instalado en el seno del madridismo, un par de triunfos de mérito espantarían los fantasmas. El verdadero problema: que el equipo, jugadores y técnico, se quedan sin margen de error. Reacción o crisis.