Getafe y Sevilla se contentan con un punto que les aleja del descenso

Azulones y nervionenses se citaron en el Coliseum para un partido de aquellos que esconden más importancia de la que parece a simple vista. Los de Bordalás, en plena escalada de posiciones y huída de los puestos peligrosos de la tabla, recibió a un Sevilla cambiado por el mercado. Con más variantes arriba... y necesidad de hambre para poder ilusionar a su gente.

Y la primera mitad fue una muestra perfecta de ello. El Getafe comenzó elevando la intensidad, invitando al Sevilla a entrar en un pulso en el que esta vez sí los de Pimienta dieron la cara. Con poca capacidad de generar juego desde atrás, eso sí, pero con un buen ritmo de juego una vez sobrepasado el centro del campo. La intensidad, además, se vio reflejada en las tarjetas: cinco en cuarenta y cinco minutos.

Las más claras cayeron de lado azulón y en las botas de su nueva incorporación, Juanmi. Y tan nueva, pues salió de titular... sin haber participado en ninguna sesión de entrenamiento. Puro Bordalás. Al igual que el resto de la primera mitad. También entró en ese juego García Pimienta. Aunque a su estilo... y dando fuerza a su Sevilla mediante los tres de arriba: Vargas, Lukebakio e Isaac. Eso sí, su mejor futbolista, esta vez, fue Loïc Badé. Mucha intensidad, mucho fútbol... pero sin goles. 0-0 al descanso.

Y el guion, como se esperaba, no cambió demasiado en la segunda mitad. Con Borja Mayoral ya sobre el campo, el Sevilla tuvo que tener mil ojos atrás. Porque la primera que le cayó provocó un saque de esquina. Aunque antes de eso, Lukebakio tuvo en sus botas la más clara del partido... pero en posición antirreglamentaria.

El partido, con el paso de los minutos, se fue rompiendo. O, al menos, dando la sensación de ello, porque las constantes faltas y trabas ralentizaron en múltiples ocasiones el ritmo de juego. Uche se puso la capa de líder del Getafe y se encargó de animar el encuentro con ataques desde la banda. Pero afinó bien.

En la recta final, todo se comenzó a romper más. Ataques y defensas. Constantemente. Muchos metros a las espaldas de ambos equipos... y todo con más corazón que cabeza. A la fuerza. Y a la fuerza tuvo que meter García Pimienta a Akor Adams, que debutaba con la camiseta del Sevilla, para ir a por los tres puntos. Casi por primera vez con dos delanteros... y sustituyendo a un Saúl que dejó mucho que desear.

A falta de cinco minutos para el final, un golpe de David Soria con su compañero Juan Berrocal -ambos, curiosamente, pasaron por la cantera del Sevilla- trabó el final de partido y obligó a añadir un descuento largo. Hasta siete minutos, donde el Getafe se volcó hacia el gol... ante los de Pimienta, que se cerraron dando por bueno el empate. Aunque en las botas de Lukebakio estuvo, de nuevo, el partido.

Pero así acabó ocurriendo al final. Reparto de puntos en un partido roto, de muchas contras y con bastante en juego. Un punto positivo, también, para ambos, que continúan sumando para dejar atrás las pesadillas del descenso.