REAL VALLADOLID

La cantera del Real Valladolid tiene un techo de cristal y muchas promesas se terminan marchando

Varios futbolistas jóvenes con potencial se han quedado por el camino y no han llegado satisfacer las exigencias de Paulo Pezzolano.

Israel Salazar y Iván Salazar celebran un gol del Valladolid. /EFE
Israel Salazar y Iván Salazar celebran un gol del Valladolid. EFE
Alejandro de Paz

Alejandro de Paz

El Real Valladolid puede presumir de tener una de las mejores canteras de España. En las últimas temporadas, las salidas más sonadas han sido las de Salisu o Fresneda, que suponen la primera y la tercera venta más cara de la historia del Pucela. Esto también queda reflejado en sus aportaciones a las categorías inferiores de la Selección Española año tras año. Sin embargo, llegar al primer equipo no es fácil y muchos se quedan en el camino o tienen que salir para poder alcanzar el fútbol profesional. En el actual mercado son varios los jugadores del Real Valladolid Promesas que, si bien en su día parecía que acabarían teniendo un hueco en la plantilla de Paulo Pezzolano, han acabado saliendo para probar suerte lejos de Valladolid.

El último de estos casos ha sido el de Israel Salazar. El excanterano del Real Madrid llegó al Promesas el verano de 2023 y acabó gustando a Pezzolano. Tanto es así, que tuvo su oportunidad con el primer equipo en Segunda División cuando más falta hacía el gol y tras la lesión de Sylla, y no defraudó. En su primera convocatoria, debutó saliendo desde el banquillo y marcando el gol de la victoria en los últimos minutos. En Copa del Rey, más de lo mismo. Aunque cayeron eliminados, le bastó un cuarto de hora en su debut copero para anotar. Esto le sirvió para tener minutos en 10 partidos más de LaLiga Hypermotion, sumando cinco titularidades, marcando otro gol y repartiendo una asistencia. Finalmente, la dirección deportiva no ha contado con él para esta nueva temporada en Primera y ha salido traspasado al Estoril portugués.

Alberto Quintana y Víctor Rofino, de 22 años, también estaban dando pasos firmes hacia el primer equipo. Ambos centrales jugaron el primer partido de la pasada temporada, que ganaron 2-0 al Sporting de Gijón. Rofino, titular aquel día, jugó sus primeros y únicos 90 minutos con Pezzolano. Quintana pareció asentarse más, pero a las pocas semanas también desapareció, ambos volvieron al Promesas. Ahora se han hecho oficiales sus salidas al Real Unión, de Primera RFEF, y al Leiria, de Segunda portuguesa, respectivamente.

Algo similar le ha ocurrido a Tunde Akinsola. La falta de efectivos del primer equipo le hizo cobrar importancia en varias ocasiones, sumando hasta 11 participaciones e incluso debutando en Primera División. Sin embargo, tras los refuerzos de invierno salió cedido a Portugal, al AFS Vila das Aves, con quien ascendió a primera y donde ha vuelto este verano traspasado.

La conexión portuguesa

Otros dos ejemplos sonados son los de Slavy y Arroyo. El búlgaro de 22 años también llegó a debutar en el primer equipo en 2021 y salió cedido al Unionistas de Salamanca, donde ha cuajado una gran temporada, marcando 13 goles. Sin hueco en el Pucela, el Eibar se lo ha llevado libre para jugar en Segunda División. El caso del vallisoletano es similar. Debutó en Primera División hace dos temporadas, salió cedido al Ibiza en Segunda y ahora ha decidido probar suerte en el filial de Osasuna, en Primera RFEF. Ambos parecían tener potencial para formar parte de la primera plantilla blanquivioleta, aunque el tiempo no les ha dado la oportunidad.

Pero no son los únicos que han salido hasta ahora en el actual mercado. Manuel Pozo es un extremo eléctrico que ha destacado en el Promesas, con buenos números en goles y asistencias. En los últimos años, ha llegado a debutar con el primer equipo tanto en Primera como en Segunda División, pero su destino ha acabado estando lejos de la capital vallisoletana. Ya ha debutado con el Torreense, en la categoría de plata del fútbol portugués, donde ha llegado libre.

Otro caso que ha molestado más a la afición es el de Iván Garriel. El lateral izquierdo se quedó en el Pucela con la idea de cobrar más importancia en la pasada temporada en Segunda. Sin embargo, y pese a la escasez de efectivos en su demarcación, no ha tenido oportunidad apenas ni de debutar. Tan solo ocho minutos en toda la campaña liguera, jugando otros compañeros por delante de él, adaptándose a su posición. Esta temporada se ha visto obligado a salir al filial del Celta de Vigo, donde prevé tener más oportunidades de alcanzar la primera plantilla. Se ha marchado cedido, aunque con una opción de compra fácilmente asumible para el club vigués.

Víctor, la gran pérdida de la cantera

El caso de Víctor Fernández es especial. A sus 16 años, se ganó un pequeño hueco en el Real Valladolid Promesas, pese a ser jugador del juvenil, como una de las mayores perlas blanquivioletas. Hijo del exfutbolista del mismo nombre, ha destacado también con España sub 17 y, pese a que el Real Valladolid hizo un esfuerzo por renovarle, el chico no quiso. En su camino apareció el Levante, que le ofreció un gran contrato y le garantizó mucha más presencia en el filial, con vistas a acabar en el primer equipo.

Por último, casos especiales son los de Cedric o Aceves. El primero, que tuvo un papel protagonista y salvador en varios encuentros la pasada campaña, ha salido rumbo a Primera División, a Las Palmas, tras ser apartado del equipo por Pezzolano, que habló de una cuestión de respeto por la institución, sin llegar a trascender los motivos de esta decisión. Si hablamos del guardameta, habitual con España sub 21 y, parecía, futuro portero del primer equipo blanquivioleta, es algo más complicado. Y es que, aunque aún no ha salido, su marcha parce inminente, tras haberse enfrentado legalmente con el club por un desacuerdo sobre su contrato. En cualquier caso, la dirección deportiva no contaba con el vallisoletano para el primer equipo esta temporada.

Las apuestas de la cantera del Real Valladolid para esta temporada

Pese a estos ejemplos, Paulo Pezzolano sí que confía en otros jóvenes que parece que tendrán importancia en su regreso a Primera División. El primero es Arnu, otra de las joyas de la cantera, que a sus 17 años ha renovado con el Real Valladolid para empezar a participar más con el primer equipo. Aunque tendrá competencia, apunta a ser uno de los mejores jugadores jóvenes de LaLiga.

Los otros dos nombres son los de Chuki y Raúl Chasco. El primero ya debutó en Copa del Rey y ha tenido muchos minutos en pretemporada. Pese al interés que tuvo el Real Betis en él, parece que terminará quedándose y siendo una pieza importante para el esquema del técnico uruguayo, al menos como revulsivo. Por otro lado, el vasco llegó al Promesas la pasada campaña, procedente del Bilbao Athletic y, ante la falta de laterales izquierdos, apunta a tener mucho protagonismo, como ya han asegurado desde el club y se ha visto en pretemporada.