REAL MADRID

Diego López ultima su vuelta al Real Madrid para ser la mano derecha de Álvaro Arbeloa en el Castilla

El que fuera portero del club blanco, Villarreal, Milan o Espanyol iniciaría su etapa en los banquillos.

Diego López, en un partido con el Real Madrid junto a Cristiano Ronaldo. /GETTY
Diego López, en un partido con el Real Madrid junto a Cristiano Ronaldo. GETTY
Alfredo Matilla
Alberto Martínez

Alfredo Matilla y Alberto Martínez

Diego López ultima su incorporación al Real Madrid, por lo que de no torcerse las cosas iniciará la próxima temporada su tercera etapa en el Real Madrid. En esta ocasión, ya retirado desde 2023, el que fuera uno de los mejores porteros españoles de las dos últimas décadas lo hará en el cuerpo técnico de Álvaro Arbeloa, que dejará el Juvenil A y aprovechará la marcha de Raúl González Blanco para hacerse cargo del Castilla. El lucense, de 44 años, se convertirá en su mano derecha, aunque todavía no se ha cerrado todo ni ha trascendido si sus funciones se ceñirán al entrenamiento de los porteros o, en cambio, será su segundo. Aunque se dé la primera circunstancia, Diego López será parte fundamental ahora —y en el futuro— del equipo de trabajo de Arbeloa.

A ambos les une una estrecha relación desde que coincidieran en el Real Madrid como jugadores del filial. En 2002, cuando Diego López llegó a la capital con apenas 21 años y en su primera experiencia lejos de Lugo, Arbeloa estaba en la plantilla del Real Madrid C. Y estrecharon lazos que han ido perdurando en el tiempo. En los dos años siguientes, ambos formaron parte del filial entrenado por López Caro, cuando el meta lucense ya se hizo con la titularidad y se convirtió en una promesa. Y, de nuevo, se reencontraron entre 2012 y 2014 con José Mourinho en el banquillo y toda la polémica en torno a Iker Casillas, relegado a la suplencia por el propio Diego López.

El portero prosiguió con su carrera en Milan, Espanyol y Rayo Vallecano, donde decidió colgar los guantes en 2023, a los 42 años. Y a partir de ahí se centró en aprender, aunque dejara la puerta abierta a las distintas jerarquías que da el fútbol profesional. En una entrevista reciente en Relevo, Diego López, que se ha formado en los cursos de entrenador (finalizó el UEFA A), tenía dudas si dedicarse a la gestión deportiva o, en cambio, apostar por sentarse en un banquillo, pero tenía claro que quería seguir vinculado al fútbol.

Entre las muchas reflexiones del gallego está la de que un portero sea una parte más importante de un cuerpo técnico y no solo que se le encasille como preparador de los metas, algo que es habitual una vez retirados. Por eso mismo, se entiende que el que fuera capitán del Espanyol tenga un papel activo en el cuerpo técnico de Arbeloa.

No era la primera vez que se relacionaba a Diego López con el cuerpo técnico de Arbeloa, pero en esta ocasión, y debido a que se trata ya de un filial, la noticia parece encaminada. Era un secreto a voces que acabaran juntando sus caminos. En octubre, cuando el Real Madrid de Carlo Ancelotti no carburaba, el ahora entrenador opinaba lo siguiente: "Hay que encajar, hay que engranar las piezas. La dinámica de los últimos años es muy buena. Cuando estás dos o tres años en el top, siempre hay cierto bajón, siempre ocurre, no se sabe por qué. La solución es el entrenador, él encontrará la solución, aunque es difícil encontrar un timón como Kroos. No se le daba tanto valor como algún otro, pero era importantísimo. La llegada de Mbappé le da mucho pero hay ciertas cosas que le penalizan, hay que controlar el juego, y eso es una gran labor del entrenador. No se está viendo el Madrid que se vio el año pasado. Es un club exigente, y perder es un drama".

En sus últimas campañas, sus compañeros destacaban el liderazgo de Diego López en el vestuario y su capacidad de gestionar los problemas internos, como sucedió en el Espanyol con la situación de la entidad en el año del primer descenso con Chen Yansheng. Fue ahí cuando todos vieron que Diego López, por talento y liderazgo, podía ser igual de útil en un despacho o en un banquillo.