MALLORCA 1 - CÁDIZ 0

Un año después, otro milagro de Aguirre: "No me quiero unir a la fiesta de estos cabrones"

El Mallorca prácticamente cerró la permanencia tras ganar al Cádiz. El técnico ha forjado a un equipo férreo con un rendimiento extraordinario.

Javier Aguirre, en un partido del Mallorca./EFE
Javier Aguirre, en un partido del Mallorca. EFE
Jonás Pérez

Jonás Pérez

Marzo de 2022. El Mallorca está en descenso, con 26 puntos en 29 jornadas. Entonces, la directiva decidió destituir a Luis García Plaza. Una apuesta siempre con tintes temerarios. Quedaban nueve partidos y corría extrema urgencia firmar a un entrenador de garantías, curtido en mil batallas y capaz de salvar a un equipo avocado a la catástrofe. Surgió un nombre: Javier Aguirre. Un clásico de nuestra liga, que no pasaba por España desde 2020. Con experiencia, sí, pero sin tanto conocimiento de la competición por estar inmerso en el fútbol mexicano. Vaya grado. El técnico mexicano logró la permanencia en la última jornada y ahora la ha conseguido a cuatro citas del final, dotando a los suyos de un estilo propio, una fortaleza inexpugnable y un carácter determinante. Y su discurso, como siempre, marca la pauta: "No me quiero unir a la fiesta de estos jugadores, que son unos cabrones".

Pero para entender en lo que se ha convertido este Mallorca, conviene echar la vista atrás. Sus estadísticas fueron positivas, aunque no tenían por qué ir acompañadas de la permanencia: cuatro victorias, un empate y cuatro derrotas. Logró, por ejemplo, hazañas como vencer al Atlético y pelear al Barcelona. También sufrió golpes de la talla de perder 2-6 ante un rival directo como el Granada en Son Moix.

Tal fue la agonía que tras la conclusión de la Jornada 36, el Mallorca todavía respiraba en puestos de descenso. Pero obró el milagro. Con los triunfos ante Osasuna y Rayo Vallecano, se logró una salvación agónica, casi milagrosa, que se festejó por todo lo alto en la isla. No era para menos. Motivo doble de celebración para Aguirre, que continuó por lo cosechado.

El Mallorca estableció unas bases, consiguió incorporar a Muriqi y forjó un núcleo de garantías para competir contra todo y contra todos. Con Maffeo y Raíllo de perros de presa, el delantero kosovar de 'killer' y Kang-In Lee como uno de los jugones del campeonato, el equipo ha volado con Son Moix de fortaleza prácticamente inexpugnable y con firmeza también como visitante. 44 puntos a falta de cuatro jornadas lo hubiera firmado hasta el más optimista. Incluso reserva alguna opción de Europa League. Un delirio.

Javier Aguirre habla de la celebración de sus jugadores.

"No encuentro las palabras. Matemáticamente no estamos, pero es muy difícil que bajemos con 44 puntos. Hay motivos para festejar, pero hasta que no lo vea certificado estaré con la mosca por aquí", reflexionó Aguirre tras el encuentro en LaLigaTV. Aunque, desde luego, no fue sin sufrimiento: "El Cádiz nos metió en nuestro campo todo el partido. Con el partido medio roto pudimos certificarlo. Sufrimos mucho".

Parte de su éxito se debe, sin duda, a su carisma. Aguirre es un imán de clips, mantiene un discurso firme, casi hipnótico. Sabe reconocer el esfuerzo de sus jugadores y eso les lleva a sentir plena confianza en su mentor. Sus palabras tras el valioso triunfo ante el Cádiz lo remarcan: "Los jugadores son los que lo sufren. Nosotros desde fuera solo miramos. Se dejan el alma. Se lo merecen, son los protagonistas".

Como no podía ser de otra manera, Aguirre volvió a dejar una imagen con fines virales. Tuvo un pequeño encontronazo con José Mari, enfadado por una acción mientras calentaba en la banda. El asunto no pasó a mayores y el técnico del Mallorca no quiso darle importancia, solo elogiar a los suyos: "José Mari es buen chaval. Traté de tranquilizarlo, ahí los nervios afloran. Pero es un buen chico y lo entendió".

Un conjunto de máximas que han llevado a este Mallorca a lo más alto. La comunión en el vestuario, total, se refleja en sus caras. Jaume Costa, de hecho, sacó pecho de la evolución del equipo de una temporada a otra: "No es matemático. Me cago en la leche. El año pasado nos veían en Segunda División y le echamos cojones. Tras un partido nos quedamos ahí en la grada y la gente nos estaba llamando de todo. Ahora, un año después, míranos. Casi salvados". Así lo disfrutan, con total merecimiento y un Son Moix entregado. De la mano del 'Vasco' Aguirre, seguirán con los mejores. De milagro en milagro.