FC BARCELONA

Lo que se cuece en el Barça: la opción de Rashford sigue sobre la mesa y la sorpresa de Araujo cuando Deco le contó su oferta

Los blaugrana tienen el difícil reto de lograr espacio salarial para el inglés, mientras que el director deportivo convenció a Ronald en apenas 24 horas.

Marcus Rashford en un entrenamiento del United de esta semana./AFP
Marcus Rashford en un entrenamiento del United de esta semana. AFP
Miguel Rico

Miguel Rico

Una noche estaba en la Juventus y al día siguiente renovaba por el Barcelona. La historia de Ronald Araujo, la historia reciente, no es fácil de entender y en Can Barça tienen sospechas de cómo los agentes del futbolista, Edmundo Kabchi y Eduardo Crnjar, han llevado estas negociaciones a lo largo del último año. El asunto ha terminado bien, con la mejora y ampliación hasta junio de 2031, pero han pasado cosas raras. La que más mosquea es lo rápido que se solucionó todo cuando en Arabia, en una reunión con Deco y ya sabiéndose que la Juventus ofrecía 30 millones por el uruguayo, Deco sentó al futbolista y puso todas las cartas sobre la mesa. El escenario no era fácil. Mientras Ronald había insistido siempre en que se quería quedar, las negociaciones con los italianos avanzaron hasta tal punto, que toda la plantilla del Barcelona asumió que el charrúa se marcharía este invierno a Turín. Son famosas las imágenes de Lewandowski y Gavi pidiéndole que se quedara mientras el equipo, como campeón de la Supercopa, daba la vuelta de honor en Yeda después de haberle metido cinco al Madrid. Una escena que insinuaba lo irremediable de la situación. ¿Qué cambió tanto en tan poco tiempo?

La respuesta es sencilla. Deco, intuyendo que Ronald no conocía bien los detalles de la propuesta que no había tenido respuesta por parte de sus agentes, sacó de su maletín los documentos que detallaban los aspectos de la mejora económica de Araújo y, por la cara que puso el futbolista, todos los presentes tuvieron la sensación de que Araújo se estaba enterando en ese momento de cosas trascendentales que no sabía. Vamos, que no conocía el fondo de la cuestión. Total, que visto lo visto, en 24 horas cambió el escenario de forma radical. Araújo aterrizó de vuelta en Barcelona habiendo decidido quedarse y esta misma semana ha ampliado su compromiso hasta junio del 31. Eso sí, ni por parte del jugador ni por parte del club se han dado detalles de la cláusula de rescisión. Matteo Moretto y Lorena González han explicado en Relevo que la liberación de Araújo en la ventana de verano rondaría los 65 millones. Es decir, 35 más de lo que ha ofrecido la Juventus en enero. Además, en la siguiente ventana de invierno la cláusula ascendería a 80. Otras fuentes tiran al alza. Son las oficiales. Admiten que la rescisión no será, como se quería que fuese, de 1.000 millones pero la sitúan en torno a los 300. En todo caso, lo evidente es que el Barcelona necesitaba renovar a Araújo aunque sea para venderle por el doble de lo que se podía haber ido.

No pasará lo mismo con Pedri y Gavi, los próximos en pasar por a sala de renovaciones tras la firma ya registrada de Gerard Martín, este hasta 2028. El canario y el andaluz son piezas clave del proyecto, apuestas de club. Flick les tiene en un pedestal por características futbolísticas pero también por su mentalidad competitiva y ganadora, y Laporta quiere tenerlos firmados la próxima semana, antes de que llegue el cierre de mercado en febrero. Estas cláusulas serán de cuatro cifras y ambos jugadores verán como se les mejoran los ingresos de este año y renovarán por cinco más. En realidad, está todo hecho desde hace tiempo. Lo que no había es norma 1:1 ni 'fair play' para oficializarlos pero los jugadores están tan tranquilos como vimos esta semana a Pedri en París viendo un partido de la NBA junto a Eric García, que se queda en el Barça como habíamos dicho en Relevo, y Ferran Torres. Allí pudieron saludar a viejos amigos, como el 'Balón de Oro' Rodri (Manchester City) o su excompañero Dembelé que también fue al pabellón con media plantilla del PSG. Y es que en el Accord Arena había espectáculo de los grandes: Indiana Pacers-Sant Antonio Spurs.

Por lo demás, y a falta de 10 días para el cierre del mercado, no se intuyen más movimientos que no sean los blindajes que hemos venido comentando aquí desde hace meses. El mercado, claro, siempre puede sorprender en un sentido o en otro pero eso, sinceramente, no afectará a Frenkie De Jong. El Barça no piensa hablar con el jugador hasta junio. Los agentes del holandés han acabado con la paciencia del club y hasta aquí hemos llegado. Cuando llegue el día, cartas sobre la mesa: o renueva en las cifras que se puede mover el Barcelona, o transferible. Frenkie tiene contrato hasta 2026. Pero si lo que decide es agotar su contrato para irse libre y cobrar, lo que injusticia le corresponde, sus posibilidades de entrar en el equipo son mínimas. El Barça, por norma innegociable, no quiere a ningún jugador de la plantilla con sólo un año de contrato. Como tampoco quiere ceder jugadores y pagar, como está pagando, gran parte de sus fichas. Será el club de destino quien deba asumir la totalidad del salario del jugador en función de los meses que lo disfrute. Una postura, provocada por el agobio del 'fair play' que el propio Barcelona acepta como se está demostrando el caso de Marcus Rashford.

Y es que Rashford sigue interesando al Barcelona, más de '9' que por la banda. A nadie se le escapaban detalles del juego de Lewandowski (no su capacidad goleadora) que no están ayudando a mejorar el juego de ataque de Flick. Hablamos de recibir de espaldas, controlar bien el balón y dar tiempo y espacio a sus compañeros. De hecho ya hemos al entrenador probando con Dani Olmo de falso '9' y para esa posición un tipo como el inglés le vendría bien al equipo. El problema de su incorporación, por tanto, no sería deportivo. Tiene sitio. Lo que no hay es espacio salarial porque Marcus cobra la bonita cifra de 350.000 euros semanales y esa cantidad, de aquí a junio, es inasumible para el Barcelona al menos que se produjera una salida, ahora no contemplada, que permitiera ese lujo en ataque. La cuestión, por tanto, se reduce a esperar hasta el último momento, que el jugador, si en verdad que quiere es jugar aquí, apriete al United y que el club inglés pague buena parte del salario. De lo contrario no hay nada que hacer porque no hay dinero para poderle inscribir. Todo lo que hay es para los que ya están aquí y van a seguir estando muchos años.