FC BARCELONA

La cláusula de Ronald Araujo ya no es de 1.000 millones: es progresiva y le pone en el mercado

La renovación exprés del central lleva al Barcelona una cláusula de 65 millones en verano que crecerá hasta 80 en la siguiente ventana de fichajes.

Ronald Araujo, en el partido contra el Benfica, ejerciendo como capitán. /EFE
Ronald Araujo, en el partido contra el Benfica, ejerciendo como capitán. EFE
Lorena González
Matteo Moretto

Lorena González y Matteo Moretto

Ronald Araujo ha firmado una renovación muy celebrada cuando todo el mundo pensaba que los días del uruguayo en azulgrana estaban tocando a su fin. Una conversación con Deco cambió el rumbo de los acontecimientos y el jugador amplió su contrato, que terminaba el próximo verano. Es una declaración de intenciones, ambos seguirán juntos, aunque si se mira la letra pequeña se entiende que este matrimonio tiene algo de conveniencia. La nueva cláusula para el verano será de 65 millones de euros, en la siguiente ventana, en enero de 2025, subirá a 80.

El Barcelona sabía que lo tenía que vender ya si no quería perderlo gratis y eso iba a hacer que el central saliese, probablemente, por menos de su valor de mercado. En todo esto su cláusula de rescisión era lo de menos, pues tenía por contrato 1.000 millones y evidentemente ningún club se iba a acercar a esa cantidad prohibitiva. Quien lo quisiese tendría que sentarse con el Barcelona, pero siempre con las de ganar, pues los catalanes, que no tienen la economía más boyante, tenían cierta necesidad de darle salida si no alargaba su contrato.

Declaraciones de Araujo tras su renovación. FC Barcelona

La sorpresa es que sí lo hizo, pero según ha podido saber Relevo esto puede no ser tanto el final de esta novela como solo el de un capítulo intermedio. La cláusula de Araujo será ahora casi un precio de venta al público, muy lejos de lo que se estila en muchos clubes de poner una cifra disparatada que no sirva más que para blindar al jugador.

Si algún club quiere comprar la ficha del uruguayo el próximo mercado de verano bastará con abonar 65 millones de euros, un precio superior a lo que se había manejado si se hubiese ido, pero algo más o menos accesible dentro de un mercado de fichajes con cifras cada vez más abultadas. En el caso de que todo haya ido bien para el Barcelona y el jugador se mantenga en la disciplina del club, la cláusula crecerá para la siguiente ventana, la de enero de 2026, cuando pasará a ser de 80 millones de euros.

El uruguayo, lógicamente, ha ampliado su contrato a cambio de subir su salario. Todo eso es lo que se discutió en aquella conversación con Deco en la que convención al central: más salario y un aplazamiento de la salida que, en todo caso, le aseguraría al Barcelona no perder el jugador por un precio muy por debajo de su calidad.