FC BARCELONA

Las charlas a pie de campo que explican por qué Flick se enamoró de Marc Casadó: "Cuando veo que estamos incómodos, voy a él..."

El jugador, en una entrevista, ha explicado esos momentos durante los partidos en los que se dirige constantemente al banquillo.

Marc Casadó junto a Hansi Flick durante un encuentro de LaLiga. /GETTY
Marc Casadó junto a Hansi Flick durante un encuentro de LaLiga. GETTY
Alberto Martínez

Alberto Martínez

Los entrenadores no pueden llegar a todo durante un partido. No hay manera de comunicarse constantemente con los futbolistas, de controlar los movimientos como si poseyeran un mando como ocurre en la PlayStation, por eso desde siempre han necesitado un jugador que sea su prolongación sobre el terreno de juego. Alguien que entienda lo que sucede o que tenga la capacidad, por la posición en el campo, por la experiencia o, simplemente, por sus aptitudes, de poder transmitir lo que el entrenador quiere. Y ese, pese a que apenas es su primer año en la máxima categoría, es Marc Casadó en el FC Barcelona de Hansi Flick.

Si Pedri tiene el juego en sus pies, Casadó lo tiene en la cabeza. O eso es al menos lo que piensa el técnico alemán, como explicó el propio jugador de La Masia en una entrevista a Mundo Deportivo este día de Navidad. Preguntado por esas constantes conversaciones durante los encuentros entre el técnico alemán y el jugador, Casadó, que desde la lesión de Marc Bernal ha asumido la posición de stopper en el centro del campo, comentó que "hablamos muchas veces, pues cuando veo que el equipo se siente incómodo en el campo, voy a hablar con él para saber qué cree que hay que cambiar o qué necesitamos para estar más cómodos".

En sus años en la base y especialmente en el filial, Casadó era aquel jugador que todos los entrenadores querían entrenar. No negociaba el esfuerzo, ya fuera en un partido o en un entrenamiento, pero tenía limitaciones en su juego. Le faltaba verticalidad. No miraba lejos, como subraya siempre Pep Guardiola con lo que le decía Johan Cruyff, pero con la confianza que le ha dado Flick fue corrigiendo esa faceta a través de vídeos de otros jugadores y del trabajo en los entrenamientos. Y ese ecosistema ha hecho que salga a relucir su liderazgo: "Él me pide sobre todo que esté bien colocado, que sea intenso y que organice un poco el equipo".

En la actual alineación del FC Barcelona, Casadó y Pedri son el motor, a la espera de recuperar la mejor versión de un Gavi que ya asomó como titular a buen nivel ante el Atlético de Madrid. El de Vilamajor es quien acude durante los partidos al banquillo a hablar con Flick o en los dos últimos con Sorg, como ocurrió ante el Atlético en esos momentos de la segunda mitad en los que el 1-1 trastocaba los planes de un Barça que mejoró y creó oportunidades para ganar.

«Es un jugador top mundial, me hace mucho más fácil mi faena»

El mediocentro considera que puede seguir creciendo, y que sus compañeros bromean especialmente en la faceta ofensiva, ya que apenas se prodiga a la hora de finalizar las jugadas. "Siempre hay margen de mejora para todo. En lo personal diría que debo mejorar la llegada a gol. Incluso a veces los compañeros me hacen la broma de que no meto nunca gol. Ojalá que en este 2025 llegue alguno", resaltó y acentuó su relación con Pedri: "Es un jugador top mundial. Yo creo que es de los mejores en su posición y lo demuestra en cada partido. Me hace mucho más fácil mi faena en el campo".

En un centro del campo con futbolistas con más experiencias como Frenkie de Jong, que apenas cuenta después de sus problemas de tobillo y de su rendimiento irregular, Flick no ha dudado con Casadó, a quien lo piropea siempre que puede: "Es increíble. Es increíblemente bueno en defensa, también con el balón en los pies".

El entrenador ya habló de él en su primera reunión con Deco, pues había estudiado bien al filial y conocía lo que podía aportar Casadó, mientras que el jugador se propuso desde el comienzo agradarlo con su juego. Y ahora ambos parecen inseparables pese a los últimos resultados y a la recuperación de Gavi y Frenkie de Jong.