El Celta ha elegido cómo perder... ante los grandes

Hace poco más de un año escribí una opinión que tenía un titular casi idéntico al de la que estáis leyendo. Era el primer partido de Claudio Giráldez como entrenador del Celta y el equipo vigués había ganado en Sevilla. Pero mucho más importante que el qué era el cómo. El club había abrazado una filosofía que ha ido puliendo con el paso de los meses.
El Celta ha perdido en el Santiago Bernabéu. Lo hizo por 3-2 cuando 20 minutos antes el resultado era de 3-0. El encuentro, de hecho, apuntaba a goleada. Sin embargo, este equipo tiene alma y orgullo, algo que había perdido en los últimos tiempos. Es cierto que cualquier derrota aporta cero puntos, pero no todas son iguales.
"Esta forma de jugar en estos escenarios nos hace ser séptimos. Me siento muy orgulloso", dijo Claudio Giráldez. Y es cierto. Lo normal es que el Celta pierda cada vez que visita el Bernabéu o el Nou Camp (o el estadio en el que juegue el Barça) porque no es su Liga. Pero elegir la forma en la que lo haces, eso es lo que te hace crecer. El conjunto vigués ha firmado en menos de un mes dos grandes partidos en los dos estadios más complicados de España. Ambos resueltos por la mínima y en ambos con opciones de empatar e, incluso con un poco de suerte, ganar. Son cero puntos que sirven de mucho.
Elegir la forma de perder te permite elegir la forma de ganar. El Celta de Claudio Giráldez es fiel a sí mismo, fiel a lo que siente y fiel a lo que quiere proyectar hacia sus aficionados. Hacía una década que el celtismo no estaba tan orgulloso de su equipo y eso se fabrica en las victorias... y en las derrotas.
Este Celta ha elegido cómo perder ante los grandes y dentro de poco conseguirá el premio que merece en estos escenarios. Y si no, que todas las derrotas sean así, porque no se puede perder la perspectiva, este equipo perderá más de lo que ganará, así que lo importante es sentirse orgullosos. Y en Vigo, todos lo están con el Celta de Claudio Giráldez.