Budimir complica el sueño de la Champions para el Betis

El sueño de la Champions se emborrona para el Betis. Un gol de Budimir, el decimonoveno de su espectacular temporada, frenó a los de Manuel Pellegrini. La semana de la ilusión, con ese pase a la final de la Conference League en el jueves de Feria, acabó con amargor para los verdiblancos, que se alejan a tres puntos del Villarreal a falta de tres jornadas. Todo lo contrario para Osasuna, que suma un punto que lo sigue dejando en esa pelea por un puesto europeo.

Fue un partido abierto y jugado de poder a poder. Con más control de Osasuna en el primer acto, que se aprovechó de las numerosas rotaciones del Betis, al que le costó entrar en el duelo. Se activaron los verdiblancos de la mano de Isco, que entró en el intermedio por Lo Celso, pero de manera insuficiente. El gran gol del Cucho, tras asistencia medida del malagueño, encontró la respuesta en Budimir, ese cazagoles que siempre tiene el revólver preparado. E incluso Osasuna pudo hallar más premio en dos testarazos de Raúl García de Haro, un exbético que se topó con el larguero en su mejor ocasión.

No estaba el Betis de Pellegrini para demasiadas florituras. Con ocho cambios en el once con respecto a la batalla de Florencia, al equipo bético le costó mandar en el duelo. Un Osasuna bien replegado y con los fogonazos de Bryan Zaragoza como amenaza manejó el partido a su manera. Sin tampoco demasiadas llegadas a la portería de Adrián, pero sin que Sergio Herrera prácticamente interviniera más allá de una rosca inofensiva de Lo Celso.

La resaca europea, que no de la Feria, le pesó al Betis. Pese a que Pellegrini buscó piernas frescas, al equipo le faltó ese factor mental para acelerar el juego. Incluso a Aitor Ruibal, como siempre el más enchufado, se le vio recriminar a algún compañero por esa ausencia de actividad. Ni William Carvalho ni Lo Celso por dentro le daban velocidad a la pelota; tampoco Abde y Jesús Rodríguez, los dos extremos, desbordaban como de costumbre, y el Betis dejó correr los primeros 45 minutos sin aprovechar esos ánimos encendidos de la grada.

Incluso Osasuna pudo llevarse algo más de botín al descanso tras una jugada de pizarra e inventiva. Saque de esquina de Rubén García hacia Bryan Zaragoza, que esperaba en el balcón del área. El eléctrico extremo que amagó para recortar a los defensas béticos y disparar con la zurda, algo escorado, aunque Adrián, con apuros, pudo despejar a córner. Era el último minuto del primer acto y Osasuna avisó al Betis de lo que le esperaba si no elevaba su ritmo de juego.

Tras el intermedio, ya con Isco sobre el césped, los rojillos dispondrían de otra clara oportunidad. Contragolpe perfecto de Osasuna iniciado por Juan Cruz y que culminó Bryan Zaragoza con un disparo que se fue desviado cuando tenía toda la ventaja dentro del área. No le gustaba a Pellegrini lo que veía de su equipo y metió más leña. Antony y Fornals al escenario para que el Betis intentase adueñarse de la pelota. Con todo, el gol bético llegó en una acción de Isco. Amago y centro medido al perfecto movimiento del Cucho, que se adelantó a Catena para conectar un testarazo imposible para Sergio Herrera.

El tanto no arrugó a Osasuna. Siguió el equipo de Vicente Moreno a lo suyo, picando piedra y buscando esos centros al área que tanto le gustan a Budimir. De uno de Areso llegaría el tanto del delantero. La pelota le cayó dentro del área tras el despiste de la zaga bética y el goleador la enchufó con la zurda por debajo de Adrián. De ahí al final, pese a que Pellegrini movió el banquillo, las mejores ocasiones serían para Osasuna. La más clara en un gran remate del exbético Raúl tras centro de Rubén Peña, que entre Adrián y el larguero evitaron que fuera hacia dentro. Un punto quizá insuficiente para las aspiraciones de ambos, pero que dejó más amargor en un Betis que ve alejarse la estela del Villarreal por esa plaza Champions.