"Que nos quitasen la Conference no tendría ni pies ni cabeza"
Rubén Peña, lateral del equipo navarro, atiende a Relevo en Ibiza: "Braulio es un 'hooligan'; que haya dicho que no al Sevilla significa que Osasuna está creciendo".
Ibiza.- Son días de descanso más que merecidos para los jugadores de Osasuna, protagonistas de una temporada histórica, pero sus vacaciones se han visto perturbadas por dos sucesos que han hecho temblar: la posible salida de Braulio Vázquez al Sevilla y la amenaza de la UEFA de dejarles fuera de la Conference League. Lo primero ha tenido un final feliz, con el 'no' del director deportivo a los hispalenses, y lo segundo todavía está por resolver. Los inspectores de Čeferin entregarán este miércoles un primer informe y en los próximos días debería aclararse una situación que preocupa en el vestuario.
Rubén Peña, uno de los soldados de Arrasate, atiende a Relevo en su hotel en Ibiza. Su familia le espera, pero él viene de abajo (empezó a despuntar en el Real Ávila y el Guijuelo, en Tercera y Segunda B) y ni los nueve millones que pagó el Villarreal por él en 2019 han hecho que pierda la humildad. Después de años difíciles en el Submarino por las lesiones y la falta de minutos, en Pamplona ha recuperado la felicidad. "Necesitaba este paso para seguir con ambición e ilusión en el fútbol. Lo necesitaba, de verdad", reconoce con sinceridad. Ha acabado el curso a un nivel altísimo (titular indiscutible desde abril, incluida la final de Copa) y quiere más.
Una campaña redonda... y el sueño del primer título
La 22-23 ha sido casi perfecta para el club y para Rubén, que apenas había contado (295') el ejercicio anterior para Unai Emery. "Fue una temporada muy complicada, sin continuidad y con una grave lesión de clavícula. Osasuna apostó por mí y he vivido algo increíble. Plantar cara a todo un Real Madrid y acabar séptimos… es brutal. Queremos seguir creciendo. En el vestuario se cuece hermandad". Ese, para él, es el gran secreto: "Todos vamos a una. Es un grupo muy humilde, de gente trabajadora, que sabe que es muy difícil llegar a Primera y que rema contra quien sea".
"Cuando estás en clubes más potentes puede haber algún jugador que se desvíe de ese camino, porque prima su ambición de ser importante. Eso aquí no pasa. Delante de todo va el colectivo y, si somos buenos como equipo, seguramente alguno brille", admite. El Sadar le ha calado y sólo piensa en cumplir su contrato, que se extiende hasta 2025. "Te garantizo que me quedo. Estoy muy contento. Flipo con Pamplona. En otros sitios son de Madrid, Barça y Atlético y después del equipo de su ciudad; aquí es sólo Osasuna y lo que hagan los demás les trae sin cuidado".
Mejorar esta campaña parece complicado, pero el lateral apunta alto y sueña con levantar el primer trofeo de la historia del club. Tendrán, más allá de LaLiga, tres oportunidades: la Copa, la Supercopa (el Barça espera en semifinales) y la Conference League... en caso de que el máximo organismo del fútbol europeo dé el OK a su participación. "Si te digo la verdad… Lo he visto, pero estoy ajeno a todo eso. Que nos quitasen la Conference no tendría ni pies ni cabeza. Han pasado 10 años y quedó claro que Osasuna no tenía nada que ver (fue absuelto penalmente). Confío plenamente en que vamos a estar ahí, que vamos a luchar en la fase previa e intentar dar la sorpresa para conseguir el primer título".
La continuidad de Braulio
Para ello, Osasuna apostará por la permanencia del bloque y la llegada de piezas que amplíen el fondo de armario. Peña, con más de 220 partidos en LaLiga, valora el trabajo de la secretaría técnica y los madrugadores fichajes de Catena y José Arnaiz. "Firmar a jugadores de Primera cuando quedan libres cada vez es más difícil, y más si son futbolistas con experiencia. En España no se pagan las millonadas de la Premier. Tener dos incorporaciones cerradas a coste cero a mediados de junio es la leche", enfatiza con una sonrisa que demuestra su involucración con el proyecto.
La continuidad de Braulio y de Cata, su mano derecha, ha supuesto una tranquilidad para todos. "Braulio, como digo yo, es un aficionado más, un 'hooligan'. Tanto él como Cata son personas muy pasionales, lo viven a muerte. Saben que es muy duro y que a nadie se le regala estar ahí. Traen a jugadores top, los mantienen… Están haciendo un trabajo enorme. Disfrutan del momento y no es para menos. Cuando viene gente nueva, es importante saber que alguien te va a guiar por el buen camino y te va a ayudar en tus primeros pasos. Ellos lo hacen".
El gallego fue el principal candidato para relevar a Monchi en Nervión, pero una serie de diferencias en las negociaciones echaron por tierra un posible acuerdo. "¿Que ha sonado para el Sevilla, que le querían a toda costa y que no ha ido? Eso significa que Osasuna y todo lo que le rodea están haciendo las cosas bien. Si no se quiere separar de sus empleados, de su gente de confianza... es porque Osasuna está creciendo. Parecía que el interés del Sevilla era fuerte, aunque yo estoy ajeno prácticamente a todo, pero que haya dicho que no es que lo estamos haciendo bien. Y me quedo con eso".
Braulio es, ahora, el gurú del osasunismo, como Mendilibar lo fue para Peña durante su etapa en el Eibar, en la que se convirtió uno de los mejores carrileros de Primera. "No te puedes ni imaginar lo que me alegro por él. Es un tío espectacular. No he hablado con él, porque, cuando tienes éxito, todo el mundo quiere llamarte y creo que no es el momento adecuado. Lo que le hace grande es su día a día con los jugadores. Vas a trabajar y sabes que vas a tener una sonrisa en la boca". La misma que Rubén ha recuperado en Pamplona y que espera no borrar jamás. "Las lesiones son lo peor, pero han quedado atrás y ahora sólo miro al frente".