FC BARCELONA

El Barça ha encontrado una pareja de siameses que se sacan 16 años pero que piensan igual: "La cosa fluye"

Iñigo Martínez y Pau Cubarsí se han asentado en la zaga de Hansi Flick. Han renovado la línea defensiva blaugrana, la que más fueras de juego tira en Europa.

Iñigo Martínez, Pau Cubarsí y Robert Lewandowski celebran un gol en Montjuïc./AFP
Iñigo Martínez, Pau Cubarsí y Robert Lewandowski celebran un gol en Montjuïc. AFP
Jordi Cardero

Jordi Cardero

Hace un año, Pau Cubarsí se preparaba para disputar el Mundial Sub-17. En una Rojita llena de jugadores blaugrana, el central siguió creciendo después de asentarse en el Barça Atlètic de Rafa Márquez. Durante aquellas semanas, Iñigo Martínez se ganó la titularidad en el Barça de Xavi. Una lesión del vasco en enero y la promoción de Pau al primer equipo instaló al adolescente en la zaga culer y ya no saldría apenas del once, consagrándose en Champions contra el Nápoles.

Iñigo tras el partido ante el Young Boys. EFE

Este año, con las bajas de Andreas Christensen y Ronald Araujo, Jules Koundé adaptado a la banda y Eric Garcia sumando galones en la sala de máquinas, Cubarsí e Iñigo han pasado de ser competencia a convertirse en una pareja complementaria. Iñigo es el líder, el que pega los gritos a la línea defensiva y aprieta las tuercas a quienes descuidan sus espaldas, mientras que Cubarsí sigue con su línea ascendente y ha vuelto a la absoluta. Se llevan 16 años y cuando Iñigo debutó en Liga, Cubarsí apenas tenía tres años. Poco importa sobre el verde.

"Desde que Cubarsí llegó me he encontrado genial con él. Nos compenetramos muy bien", explicaba Iñigo justo después de derrotar al Young Boys, dejando otra portería a cero. "Es un jugador muy joven que todavía le queda mucho por mejorar, como a todos. Estamos contentos con el trabajo que estamos haciendo. La cosa ahí atrás fluye. El objetivo siempre es dejar la portería a cero y que los delanteros hagan su trabajo", comentó el ex del Athletic. En sus últimas cuatro apariciones juntas, el Barça no ha encajado.

Un gol encajado cada 116 minutos

Hansi Flick sabe que la plantilla va corta de efectivos, con Sergi Domínguez erigido como recambio y también ocasionalmente Koundé. Iñigo y Cubarsí han compartido zaga en diez de los once partidos disputados, solo el vasco se quedó sin jugar en la derrota de Pamplona. Y únicamente han completado dos encuentros: la segunda y la tercera jornada, contra el Athletic y en Vallecas. Flick, cuando puede, les deja descansar.

En total, la pareja ha encajado seis goles en 700 minutos. La media es de un tanto en contra cada 116 minutos. Es decir, menos de un gol por compromiso. Si la adaptación de Cubarsí al primer equipo fue tan rápida fue porque, simplemente, siguió jugando a lo que jugó durante toda su etapa formativa en La Masia, Iñigo tuvo que adaptarse a defender a muchos metros de su portería y la química que han construido es una de las claves del Barça de Flick.

El equipo que tira más fueras de juego: el doble que el segundo

Una de las imágenes que mejor refleja la nueva propuesta defensiva y lo bien implementada es la de veces que el Barça lleva al rival a caer en fuera de juego. Esta temporada ya van 75 veces en 11 encuentros. O lo que es lo mismo: 6,8 veces por partido. Solo el cómputo en liga (62), es el doble del segundo mejor registro de las cinco grandes ligas europeas (del Brighton, con 31). El Barça de Xavi hacía caer al rival en fuera de juego en cerca de tres ocasiones cada 90 minutos.

El Barça no siente vértigo al defender lejos de Iñaki Peña. De hecho, es el cuarto equipo de las cinco grandes ligas que más alta planta su línea defensiva. Solo le superan Manchester City, Bayern y Atalanta. Defiende dos metros más arriba que el curso pasado. Esto es lo que permite que las líneas se junten y que al equipo le sea más fácil recuperar el balón más rápido cuando lo pierde. Las mejores defensas -y ataques- comienzan en Iñigo y Cubarsí.