REAL VALLADOLID

El José Zorrilla se queda sin voz tras 26 temporadas: "No es ni agradable, ni bonito ni elegante"

Rubén Pérez, que ha vivido cinco ascensos y cinco descensos, cuenta a Relevo su experiencia tras perder este trabajo.

Rubén Pérez, exespeaker del Valladolid./RELEVO
Rubén Pérez, exespeaker del Valladolid. RELEVO
Alejandro de Paz

Alejandro de Paz

Todo aficionado del Pucela y todo aquel que haya visitado el estadio José Zorrilla sabe quién es Rubén Pérez. Aunque nunca le han visto. Aunque nunca hayan escuchado su nombre. Le conocen, pero jamás le reconocerían si le ven por la calle. Rubén también es conocido como "la voz de Zorrilla" o incluso "la voz del Real Valladolid". Ha sido el speaker del club durante 26 temporadas. Una parte importante de los abonados blanquivioletas, que son récord histórico este año, no saben lo que es vivir un partido sin él… hasta hace unas semanas, que le llamaron para prescindir de sus servicios.

Rubén Pérez habla sobre su salida del Valladolid.ALEJANDRO DE PAZ

"Empecé en la temporada 1998/99 porque iban a hacer unas mejoras de sonido y querían una voz potente y profesional", recuerda Rubén, que por aquel entonces venía de la Escuela de Arte Dramático de Valladolid y estaba estudiaba Doblaje en Madrid. "Mi bisabuelo, mi abuelo y mi padre han sido socios toda la vida y por eso yo siempre he sido aficionado", cuenta a Relevo. Además, su abuelo llegó a ser futbolista del primer equipo en los años 40.

Fuera a una semana de empezar la temporada

"Iban a quedar conmigo el 18 de julio, pero el 17 me dijeron que no podían quedar. Luego les he estado mandando mensajes, preguntándoles si quedábamos, que empezaba ya la temporada, y el 12 de agosto fue cuando quedamos. Yo pensaba que era para hablar de cómo íbamos a empezar la temporada, pero me dijeron que no iban a contar conmigo", dice apenado. "Ha sido a una semana de empezar la liga y yo pensaba que era la reunión de inicio de temporada. Decírselo a cualquier trabajador una semana antes de comenzar, es complicado y no es ni agradable, ni bonito ni elegante", critica Rubén.

"En el club no me han dado razones, solo me han dicho que van a dinamizar más el marcador", asegura. Quien le sustituye desde esta temporada es el speaker del equipo de baloncesto, donde Rubén ve notables diferencias: "Es otro mundo. En el baloncesto, en el pabellón, le están viendo, él está animando a la gente. En el estadio le dice a la gente que cante y nadie le ve, no ve sus gestos, la gente está a otra cosa". "Ahora también hay gente más joven, más de TikTok, que les gusta un ambiente más de DJ", opina, "pero yo estaba allí para ser una cosa más institucional".

«Nunca he querido ser visible. Siempre he querido ser la voz de Zorrilla»

"De hecho", añade, "la foto que están sacando ahora los medios es la misma, ya que solamente me hicieron una entrevista para las redes sociales del Real Valladolid porque yo siempre he estado a la sombra. Llevo cinco ascensos y cinco descensos y solamente he participado en una de las fiestas, presentando a los jugadores cuando salían y todo eso, porque en realidad nunca he querido ser visible. Siempre he querido ser, precisamente, la voz institucional, la voz de Zorrilla. Que la gente se sienta en su estadio al escuchar esta voz", cuenta.

Pero entre esta polémica, Rubén ve un punto de inicio: "El único problema que han tenido conmigo es que al principio de la temporada pasada tuvimos una reunión para decirme que me tenía que ceñir al guion. Pero es que no había guion", se defiende, "y yo cuando terminaba la temporada tenía que contar algo. A los aficionados no les puedes decir 'gracias por vuestro apoyo, hemos descendido contra el Getafe, los jugadores no han dado la talla, hasta la siguiente temporada'. La cosa es decir 'vamos a crear el germen, vosotros sois los que el año que viene, con vuestro apoyo, vais a hacer que se suba a Primera'", insiste.

El antiguo speaker también pone un ejemplo de esta campaña: "El otro día solo se dijo 'Bienvenidos al José Zorrilla, partido correspondiente a la jornada 1 entre el Real Valladolid y el Espanyol'. No se ha agradecido a la gente el que haya 24.000 abonados, que sea un récord, no se ha hecho hincapié en que somos la mejor afición y por eso hemos vuelto a Primera…", recrimina.

«No tienen sensibilidad. No tienen sentimiento de Real Valladolid»

Otro punto clave es que el marcador, y con ello el speaker, han cambiado de manos. Antes los responsables eran los de Prensa del club, ahora lo son los que llevan el Marketing. "Los que lo llevan ahora no tienen ese sentimiento de Real Valladolid y no han tenido sensibilidad", afirma. Además, Rubén se quedará sin ver los partidos de su equipo, ya que cuando le comunicaron que no seguiría con su trabajo, ya estaba cerrado el plazo para abonarse, con el límite de socios alcanzados. "No poder estar ahí animando me duele mucho, pero afortunadamente vamos a tener todo el estadio lleno y es increíble", valora.

Rubén deja recuerdos imborrables en los vallisoletanos. Rubén es ese sonido que uno puede volver a escuchar muchos años más tarde y reconocerlo como si fuera ayer la última vez que lo oíste. "Yo empezaba con el clásico 'Bienvenidos al estadio José Zorrilla', siempre con el mismo ritmo, e iba subiendo para que cuando los jugadores fueran a empezar a jugar eso fuera una caldera", nos cuenta, aunque no es lo mismo antes que en estos últimos años. "Ahora en los buenos tiempos, que tenemos 24.000 abonados, pues bien, pero en estos 26 años hemos estado ahí 8.000, en años que hemos estado pasando frío en Segunda y con muchos problemas económicos, cuando el marcador se iba destruyendo y había que ir colocando el crono para que se viese y moviendo el marcador para que no se tapase por los píxeles rotos. Y tenía que conseguir el mismo ambiente y el mismo ruido para que los jugadores empezaran con las mismas ganas", revive.

Pese a que no tiene redes sociales, a Rubén le han llegado muchos mensajes positivos y de apoyo, y ha querido dejar una reflexión final: "No pasa nada, la vida sigue, no muere nadie. El chaval de ahora lo hace muy bien en el baloncesto, no tiene por qué hacerlo mal en el futbol, y lo más importante es que esto sirva para que los jugadores cuando salgan noten todo el ambiente de la afición y salgan a tope desde el minuto uno. Para eso he estado yo estos 26 años". A partir de esta temporada, el José Zorrilla tendrá más gargantas que nunca animando desde las gradas, pero nunca volverá a sonar igual.