Salidas forzadas y cambios en los contratos: los jugadores del Real Valladolid se unen para ayudar a la economía del club

El Real Valladolid no está atravesando una situación sencilla. Ni en lo deportivo ni en lo económico. Tras el ascenso, el mercado de fichajes ha mermado a la plantilla, con bajas muy sensibles, aunque también con otros fichajes en los que se tiene mucha fe desde las oficinas del José Zorrilla. Las primeras jornadas, aunque se han saldado con una victoria, un empate y dos derrotas, quedan totalmente marcadas por el último partido, en Barcelona ante el equipo culé, donde los de Paulo Pezzolano sufrieron la mayor derrota de la historia del club en Primera División.

Ante esta situación, entre los jugadores del Pucela nunca han faltado palabras de ánimo, de apoyo y de perdón, cuando ha sido necesario. Apelando a la unión, cuerpo técnico y plantilla muestran su confianza en los compañeros de cara a esta temporada, que amenaza con ser muy exigente en la zona baja de la clasificación. Pero estos gestos de hermanamiento con el club y con la afición no solo han sido declaraciones o publicaciones en redes sociales, sino también demostraciones con actos.

Hace semanas, Osasuna ya fue detrás del central francocamerunés del Real Valladolid. Sin embargo, la dirección deportiva de Domingo Catoira no cedió a las ofertas rojillas. Poco después, en los últimos días de mercado, la historia cambió radicalmente. Con los problemas económicos de la entidad vallisoletana más evidentes, el club navarro volvió a la carga. Ni Pezzolano quería perderle, ni el jugador quería irse. Pero el club no tenía margen con el playoff.

Durante las negociaciones, cuando estas estaban ya muy avanzadas y parecía cuestión de horas la oficialización del traspaso, se jugó un Real Valladolid - Leganés. En la alineación, Boyomo figuraba como titular. La afición respiró aliviada y le vitoreó a modo de ánimo y de protesta cuando su nombre sonó por megafonía. No obstante, la realidad era muy distinta. Efectivamente, el acuerdo estaba prácticamente cerrado, fue Boyomo quien quiso jugar este último partido, y Pezzolano quien no dudó en alinearle siempre mientras fuera futbolista de la plantilla blanquivioleta, como pieza clave que era en su esquema.

Una vez finalizó el encuentro, como apuntó Radio Marca Valladolid, el central de 22 años se despidió de sus compañeros y viajó directo a Pamplona, para pasar el reconocimiento médico y hacer oficial su llegada a Osasuna a la mañana siguiente. El acuerdo se firmó a cambio de cinco millones de euros, medio millón en variables y un 10% de futura venta, aunque parece que ha salido barato, visto su estreno: debut, titular y goleador.

Este no fue el único acto de compañerismo por el equipo. Y es que un hito del Real Valladolid este verano ha sido el fichaje "probablemente", según Domingo Catoira, más caro de su historia, por una cifra cercana a los cinco millones de euros. Juanmi Latasa llegó desde el Real Madrid como una de las grandes apuestas de Ronaldo, pero no jugó ninguna de las dos primeras jornadas, debido a que no pudo llevarse a cabo su inscripción en LaLiga.

Tuvieron que ser varios compañeros, como informó el medio vallisoletano antes mencionado, quienes aceptasen propuestas del club para modificar sus contratos y así poder cuadrar números que hiciesen posible la inscripción de Latasa. Finalmente, la que está llamada a ser la estrella de este Real Valladolid pudo jugar a partir de la tercera jornada.

Si bien la situación no es fácil, es en tiempos así cuando más se aprecian y se hacen notar los buenos compañeros y la unión en un equipo. "Unidos con orgullo, unidos con honor", fue el lema del final de la temporada pasada, y parece que son los valores que acompañarán de nuevo al club, o al menos al cuerpo técnico y jugadores, para sacar adelante una temporada con un objetivo claro: la permanencia.