Iker Muniain debuta con derrota con San Lorenzo pero ya enloquece a su nueva afición

El fútbol de Iker Muniain está de vuelta y ya deleita a su nueva afición. En el estadio Pedro Bidegain, el navarro debutó con la camiseta de San Lorenzo en un duelo ante el líder del campeonato argentino, Vélez, que se adelantó muy pronto y defendió su ventaja en un choque de puro estilo sudamericano, muy trabajo y con acciones aisladas de calidad que no volvieron a mover el marcador. El debut del jugador navarro fue con derrota, pero su sola presencia cambió el ánimo de una afición que llenó el estadio y de un equipo que debe mejorar para salir de los puestos bajos de la clasificación.

La leyenda rojiblanca no jugaba un encuentro desde el pasado 19 de mayo. Fue su despedida en San Mamés, en un choque liguero ante el Sevilla en el que los bilbaínos vencieron con goles del propio Muniain y de Raúl García, que también se despedía de su gente en aquel encuentro. Han sido meses de incertidumbre, entrenando en su barrio de nacimiento, la Txantrea, y esperando una oportunidad que le llegó sobre la bocina del cierre de mercado argentino.

Él quería debutar cuanto antes y su nuevo entrenador, Leandro Romagnoli, le incluyó en la convocatoria y le hizo debutar en el minuto 21 de la segunda mitad. Saltaba el dorsal '80' del Ciclón, ovacionado por su nueva afición, que enloqueció con su entrada mientras las cámaras enfocaban a su novia en la grada filmando el momento. Su primera intervención fue un robo, demostrando desde el inicio que estaba muy metido en el partido y correspondiendo lo que dijo en la conferencia de prensa de su presentación: sabe que el fútbol argentino es muy físico y se pondrá el mono de trabajo para adaptarse a esta nueva realidad de su carrera.

Fue el encargado de asumir la responsabilidad en varios balones parados, aceptando la reto con su liderazgo y animando a sus compañeros en todo momento. Se juntó con la medular para intentar dar sentido al juego en un partido demasiado trabajo. No pudo sacar su magia, pero dejó detalles para ilusionar a su nueva afición.

En un duelo roto, de ida y vuelta, puso pausa en el centro del campo para intentar que los suyos pudiesen soñar con el empate. Lo rozaron en algún intento y mejoraron notablemente su imagen, como reconoció su gente, pero Vélez tuvo más acierto para llevarse un triunfo que decidió el temprano gol de Braian Romero. Con Muniain a punto, el Ciclón soñará con mejorar en un campeonato en el que están sufriendo demasiado.