VALENCIA - REAL MADRID

Kily González desclasifica su fichaje roto por el Real Madrid: "Estuve 'secuestrado' en un hotel, me encontré con uno de los malos de este negocio"

El ex del Valencia pudo ser madridista, pero culpa a su agente de entonces de que no se diera.

Kily González en su etapa de jugador. /AP
Kily González en su etapa de jugador. AP
Hugo Cerezo

Hugo Cerezo

En víspera del Valencia-Madrid asoma el Kily González, historia cruzada la suya contra el Real por dos episodios que aquí rememora (tercer episodio y último de su charla con Relevo tras un primero más actual y valencianista y otro zaragocista). El entrenador de Unión de Santa Fe charló con Relevo a principios de diciembre y desempolvó recuerdos como su fichaje fallido por el Madrid, con una actualización novedosa, o la mal que lo pasó cuando se lesionó antes de jugar su primera final de Champions contra los blancos en París. A su narrativa solo le falta un asado y un malbec para que el plan en Buenos Aires fuera redondo.

¿Cómo fue que le dijiste que no al Real Madrid?

Fue una historia muy particular porque en esa época, imagínate, estamos hablando del año 94-95. Yo estaba en Central y vinimos a jugar un partido a Buenos Aires con Boca. Éramos todos juveniles, lo que estábamos hablando, es más en ese año estaba el Negro Palma, que en paz descanse, un icono en Rosario Central, el máximo ídolo del club. Y ese partido no le toca jugar porque estaba lesionado. Entonces el entrenador decidió poner todos juveniles, 19, 20 años, todos nacidos del club. Y le dimos un baño bárbaro al Boca de unos jugadores increíbles, en La Bombonera. Y ese partido estaba mirando Maradona desde su palco y era uno de los pocos partidos que se veían, se buscaba un partido especial o particular y se lo veía en España. Y en ese momento Valdano estaba en el Madrid. De todo esto yo me entero después ¿eh?

[Kily tira de memoria para recapitular lo vivido en aquellos días, con una versión que saca cosas nuevas sobre lo contado en otras ocasiones].

Valdano dice 'me gusta ese chaval y quiero que venga para aquí'. Es más vinieron periodistas de Marca a hacerme entrevista en mi casa en Rosario, en mi casa humilde de mi barrio y yo puesto con la camiseta del Madrid. Y me iba para el Castilla. Hay un montón de situaciones que se fueron dando que son increíbles. Iba a hacer la pretemporada con el primer equipo y en relación a eso después se vería.

Bueno, Diego regresa a Boca y dice 'yo quiero que el Kily venga a Boca'. En ese viaje de Rosario a Buenos Aires, Maradona se mete en el medio, los dirigentes hablan con mi representante, yo no sabía nada de esto, y de repente me quedo tres días encerrado en un hotel. Con mi padre, que no podíamos salir, y que no podíamos salir. 'Y dónde está Kily', y la gente de Madrid que llamaba, y yo como que estaba ahí secuestrado un poco. No podía venir la prensa, ni mi madre, ni mi hermano. Solo con mi papá en el hotel, hasta que vino mi representante un día y dijo, 'no, al Madrid no te vas, porque ofrecieron un dinero que no era lo que habíamos hablado'. ¡Mentira! Se metió Maradona, hablaron con los dirigentes y fui a Boca.

¿No fue decisión tuya entonces?

No, no, no. Aparte, yo no sabía lo que era el Madrid. En ese momento en Rosario teníamos dos canales, el 3 y el 5, y te juro por dios que no lo sabía lo que era [la dimensión del club]. Hoy mi hijo de tres años sabe lo que es el Madrid. Yo no lo sabía. Así caigo a Boca, sí, fue una experiencia increíblemente hermosa, una locura. Después de unos años voy a la selección y me encuentro con Fernando Redondo. Estábamos haciendo una mini pretemporada cuando asume Bielsa la selección argentina, en Holanda, un frío… Nos juntamos en una farola fuera de las instalaciones, en un predio [ciudad deportiva] y nos poníamos a hablar entre todos, tapados, con capucha y bufanda. Y un día me dice, 'tengo que contarte, porque nunca te lo he dicho, nos hemos visto varias veces pero nunca te lo he preguntado', y dice, 'te juro que nosotros nos íbamos a Suiza de pretemporada y había un bolso que decía Kily González'. '¿Un bolso?', y Redonda decía, '¿quién es Kily González?'. Sí, estaba todo dado para ir al Madrid, estaba, 'te juro, estaba el bolso tuyo con Kily González escrito' para hacer la pretemporada con el primer equipo. Mira lo que hubiese sido mi vida, mi historia.

¿Por qué crees que no te dejaron ir allí?

Fue cosa del representante. Sí, fue cosa del negocio de este tipo. No quiero poner a todos en la bolsa, porque como digo siempre, hay entrenadores buenos, regulares, representantes buenos, regulares, como todo en la vida. Obvio que ni lo voy a nombrar, pero me encontré con uno de los malos que priorizaron los negocios antes de darle la posibilidad a un jugador de ir al Real Madrid. Más allá que lo que fue mi paso por Boca, que no me arrepiento, porque yo jugaba con el mejor de todos, que hoy en paz descanse, viví situaciones increíbles… Pero estamos hablando de que al otro lado estaba el Madrid y sabemos lo que representa el Madrid. La historia me dio la posibilidad no entrar por el Madrid sino por una ciudad tan hermosa como Zaragoza y empezar mi carrera europea por ahí.

Luego te lo cruzas en toda una final de Champions.

La final con el Madrid en el entrenamiento previo que estábamos en el campo, haciendo un trabajo para calentar, para divertirnos, me resbalo y creía que me había roto los ligamentos cruzados. Dije, 'no lo puedo creer'. Porque era tonteando. Obvio que la fuerza mía de querer estar, no lo pongo de excusa, no sé si llamarlo egoísta, pero no estaba al cien aunque podía llegar a aportar cosas. Más allá de que luego el Madrid nos superó bien, esa plantilla jugaba 70 partidos al año. Teníamos muy pocos recambios. Más los partidos de selección, con sus viajes. Fue un desgaste muy fuerte, la primera vez en una final de Champions. Esa lesión fue de las peores que sentí porque sabía que ante esa posibilidad de jugar una final de Champions contra el Madrid y no poder estar como yo quería estar… Porque no estaba…

¿Qué lesión fue?

Un esguince muy fuerte de rodilla. No llegó a cortarme el ligamento. Esa noche me infiltré dos veces para jugar, a la mañana, antes del partido… Tenía la rodilla que no la sentía. La izquierda además, que era la única que tenía, porque la derecha me acompañaba. Muchas infiltraciones y no estaba cómodo. No fue excusa, a lo mejor pequé de egoísta. Hoy, desde este lado, después de tanto tiempo, no es que no podía moverme pero no estaba como tenía que estar. Después tuve lesiones importantes. Se me rompió el tendón de Aquiles, desprendimiento de abductores, en Valencia me rompieron el tobillo con dos ligamentos… Tuve lesiones muy graves.