Javier Artero, el español que ya jugó en San Lorenzo antes que Muniain: "No le va a sorprender nada que diga '¡ostras!'"

A la espera de Iker Muniain se convierta oficialmente en nuevo jugador de San Lorenzo, antes que el navarro hubo otro español que también cruzó el charco para vestir la camiseta del 'Ciclón'. "A la gente le sorprendió que un chico joven se marchara a jugar a Argentina. Lo lógico era que los jóvenes vinieran a Europa, pero en mi caso hice el camino al revés".

Javier Artero López (Madrid, 1975) tenía 25 años cuando el interior, que pasó por las categorías inferiores del Real Madrid, tomó la decisión de irse a jugar a Buenos Aires. Una lesión de tobillo cuando el por entonces futbolista del Badajoz lo tenía todo apalabrado para convertirse en nuevo jugador del Real Valladolid y el hecho de que el dueño del club extremeño, Marcelo Tinelli, fuese argentino, hicieron que Artero se marchara en 1999 traspasado a San Lorenzo.

Retirado desde que en 2002 fuera diagnosticado de esclerosis múltiple cuando militaba en el Dundee FC escocés, los inicios de Artero en Argentina fueron realmente duros. "Al principio me costó muchísimo. Ya no solo porque allí era invierno, sino porque cuando llego Oscar Ruggeri, que era el entrenador, me dijo que no contaba conmigo. Fue duro porque uno llega allí con ilusión. Es distinto a si te dicen que no cuentan contigo en tu país, porque ahí tienes capacidad de buscar opciones, pero yo ahí no tenía nada. Me había ido a un país donde no me conocía nadie y no quería regresar a España. No dejo de reconocer que San Lorenzo tenían un equipazo y probablemente Ruggeri pensara que yo no iba a mejorar lo que él ya tenía", cuenta quien, tras 47 años, se convirtiera en el primer español en irse a jugar a Argentina.

Sin contar con la confianza del técnico de Rosario, que incluso le preguntó si iba a regresarse a España, Artero sacó fuerzas y tiró de coraje para seguir adelante. "Le dije que no iba a volverme y creo que eso le gustó. El verme empeñado en quedarme allí a pesar de la situación... Ruggeri es un tío muy visceral y le gusta la gente valiente. Ahí entendió que yo era uno de los suyos".

Pese a que deportivamente no fue un gran año, Javier, que guarda un gran recuerdo de su paso por San Lorenzo, sobre todo a nivel humano, no tiene dudas de que Muniain va a encajar a las mil maravillas en el club.

"El fútbol europeo tiene poco que ver con el fútbol argentino. Él viene acostumbrado a jugar al máximo nivel y eso no le va a llamar la atención. Su caso es distinto al mío. Cuando yo voy a jugar a San Lorenzo sí me encuentro un club mucho más grande del que yo venía. Él se va a encontrar un club distinto, diferente, con muchísima tradición, con muchísima hinchada, pero no le va a sorprender nada que diga '¡ostras!' Viene de jugar muchos años en Primera División, de ser capitán del Athletic... Le sorprenderá el ritmo, el vivir en una ciudad donde hay ocho equipos en Primera División, pero a nivel futbolístico, él ha tenido una carrera increíble. Es un referente y lo van a tratar genial".

De San Mamés y de una ciudad como Bilbao, Muniain llega a un país donde el fútbol es casi como una religión. "Allí se vive de una manera muy distinta. Me acuerdo de que a Ruggeri le gustaba que nos concentráramos un día antes del partido dentro del estadio. Allí teníamos nuestra habitación, la cocina, sala de juegos… El día del partido recuerdo estar poniéndome el chándal en la habitación y ya era increíble el ruido que se sentía desde la grada. Parecía que los hinchas estaban metidos en mi cuarto. Aquello era una locura" cuenta quién solo estuviera un año defendiendo los colores de San Lorenzo.

De Argentina y tras rechazar una oferta del Botafogo brasileño, Javier decidió regresar de nuevo a Europa. El Dundee FC fue el destino escogido por el jugador que, en Escocia, viviría desgraciadamente las dos caras del fútbol.

"En el Dundee me pasó todo lo que siempre había querido como futbolista. Todo iba rodado. Era feliz. Marcaba goles, estaba a un gran nivel… Fíjate que Escocia es un país donde hace mucho frío, donde apenas hay sol… pues yo estaba tan a gusto que no lo recuerdo ni con frío. Era mi sitio y me convertí en el fichaje más caro de la historia del club. Fueron años maravillosos y si no hubiera pasado lo que pasó habría seguido allí". Eso que pasó y a lo que hace referencia el exfutbolista es la esclerosis múltiple que le diagnosticaron recién arrancada su tercera temporada en el Dundee.

"Volviendo de una pretemporada muy exigente en Italia, un día me levanto por la mañana y me encuentro muy mareado. Voy al entrenamiento y aquella mañana sucede todo rápido. Aquel día lo acabo en el hospital. Me encontraba muy mal y a los tres días me dieron el diagnóstico de esclerosis múltiple". Las preguntas, tras la valoración de los médicos, empezaban a tener respuesta.

"Yo jugaba muy pegado a la banda y era un futbolista donde mis condiciones físicas eran el 80%. Si yo me diferenciaba del resto era porque era más rápido o porque aguantaba más. Esa era la clave. Lo que a mí me pasaba es que estando muy bien físicamente, de repente y sin saber nadie por qué, me caía, no arrancaba…". Es ahí cuando Javier echa la vista atrás a esa pretemporada con el Real Madrid Castilla para encontrar una explicación a lo sucedido aquel verano.

"Había estado alternando Real Madrid C y Castilla y en esa pretemporada todo estaba orientado a que yo terminara jugando y siendo importante en aquel equipo. Acabé yéndome al Leganés porque en aquella pretemporada no me encontraba bien", confiesa.

Tres temporadas duró el sueño de vestir de blanco. "Jugar en cualquier categoría del Madrid es increíble. Me acuerdo de que siempre estaba deseando ir a entrenar, estar allí… Pero sabes que tiene un final porque el primer equipo siempre te queda muy lejos. Es estar ahí hasta el día que te tienes que ir, que es el 99% de los casos", cuenta.

Te vas del Madrid, sí, pero la magnitud que tiene en tu historial haber jugado en uno de los mejores clubes del mundo, no te la da ningún otro equipo. "Es un sello que te ponen. Muchas veces lo hablo con la gente. He sido el jugador más caro en la historia del Dundee, el mejor pagado, pero al final con lo que se quedan es que has sido jugador del Real Madrid. Da igual que en el Dundee me fuera increíble, que jugara con Claudio Caniggia, todo lo que suena al Real Madrid está magnificado. El hecho de haber tenido la posibilidad de jugar en el Real Madrid te sitúa en un plano diferente. Por muchas cosas que hayas hecho después, aunque sean mejores, da igual".

Al Real Madrid, ya retirado, volvió en 2015. El que fuera su representante, José Antonio Martín Petón, le animó a ir un día a una tertulia de Real Madrid TV. No le fue mal y durante cinco años fue comentarista en la televisión oficial del club. "Me acuerdo un día que Raúl, siendo entrenador del Castilla, viene un día a la tele. Para mí Raúl, con el que había coincidido en la Ciudad Deportiva, era un referente. Tenía ante mí la posibilidad de saludarte y hablar con él, pero me puse tan nervioso cuando me saludó por mi nombre que me impactó tanto que no me salió decirle nada", recuerda entre risas.

Alejado ahora del fútbol y centrado en el negocio familiar en el que trabaja con su hermano, siempre que se lo piden Javier, que está ligado a la Asociación de Esclerosis en España, acude a dar charlas y a contar su propia experiencia con la enfermedad. Autor de 'Vivir con Esclerosis Múltiple', el exfutbolista espera que su ejemplo ayude y sirva de ejemplo para otras muchas personas.