Francis Hernández, el jefe de la cantera que nombró Rubiales, ya es historia en la RFEF
La Federación ha comunicado que separa "sus caminos" con los del coordinador de las categorías inferiores, tal y como adelantó Relevo. Se cierra, así, una etapa de luces y muchas sombras.
La RFEF ha confirmado a punto de entrar en el mes de septiembre que separa "sus caminos" con los de Francis Hernández, hasta ahora coordinador de las categorías inferiores de la Selección. La noticia fue adelantada por Relevo el pasado 16 de agosto. En Las Rozas dedican un comunicado de apenas tres líneas al jefe de la cantera. "La Real Federación Española de Fútbol y Francis Hernández han decidido separar sus caminos después de cerca de seis años de trabajo conjunto. La RFEF quiere agradecer a Francis su profesionalidad durante todo este período como coordinador de las categorías inferiores masculinas de la Selección y le desea la mejor de las suertes para sus próximos retos profesionales", reza el texto.
La salida del granadino estaba cantada. Voces internas de la Federación aseveran que se trata de un despido, al no estar satisfechos con su trabajo y pesarle su afinidad con Rubiales (son íntimos amigos), y el coordinador mantiene que se trata de una decisión personal y que comunicó a la cúpula deportiva antes de la Eurocopa que se marcharía. Sea como fuere, Hernández cierra así una etapa de sombras, muchas, y luces, también destacables.
En lo deportivo, desde su llegada al cargo a finales de 2018 se ganaron los Europeos Sub-21 y Sub-19 de 2019, aunque ahí casi todo el mérito le corresponde a la gestión anterior de Ginés Meléndez, que llevaba casi dos décadas al mando de las inferiores y confiando en los entrenadores y jugadores que después levantaron los títulos. Luego se encadenaron cuatro años en blanco (2020-2021-2022-2023), algo que no había estado ni cerca de suceder en lo que va de siglo, y este verano se cortó la sequía con la brillante medalla de oro en los Juegos de París y el Europeo Sub-19. A Francis también hay que apuntarle méritos como su colaboración a la hora convencer a Lamine Yamal de que eligiese a España por delante de Marruecos (viajó a Barcelona para reunirse con él) y restarle que, bajo su mandato, se dejó escapar a otros como Garnacho o Nico Paz, ahora con Argentina.
Más allá de lo futbolístico, al andaluz le ha pesado haber sido hasta el último momento un fiel escudero de Rubiales, que le nombró jefe de la cantera en 2018 pese a que su mayor experiencia había sido ejercer un año como analista del Granada en Segunda. El mejor ejemplo lo ilustra su actitud durante la famosa Asamblea en la que Rubi anunció que no iba "a dimitir": le ovacionó con vehemencia en numerosas ocasiones y reprendió después a Santi Denia, seleccionador sub-21, por haber sido uno de los pocos que no vitoreó al expresidente.
Este medio ya informó que su relación con Denia era prácticamente inexistente y que también perdió todo feeling con De la Fuente, que se rompió una mano en los Juegos de Tokio como consecuencia de un desacuerdo con Hernández, a pesar de que la versión oficial trasladase que se la había producido a causa de un resbalón inoportuno. El actual entrenador absoluto estaba cansado de que tratase de intervenir o influir en sus planteamientos, una constante repetida con otros técnicos y que tampoco gustaba en la RFEF.
En general, el personal de la Federación, entrenadores incluidos, dejó de querer hablar en presencia de Francis, al que apodaron el pitbull de la RFEF por actuar como una especie de comisario político de Rubiales e informarle de quién mantenía su apoyo hacia él y quién no. Pasado el chaparrón y con Rubiales ya en segundo plano, varias figuras que permanecían en la sombra con el de Motril y han ganado un enorme poder desde el nombramiento de Pedro Rocha seguían teniéndosela guardada a Francis. La pauta desde dentro es clara: eliminar todo lo que huela a Rubialismo. La purga comenzó hace tiempo. Y Hernández, leal hacia quien le dio la jugosa oportunidad de incorporarse a la Federación y desarrollarse profesionalmente, pertenecía claramente a esa corriente.
Ahora se marcha sin, según el entorno del coordinador, tener pactado un destino, aunque otras fuentes aseguran que se unirá pronto al equipo de trabajo de una federación extranjera bajo recomendación de la RFEF. Su segundo y mano derecha desde el año pasado, el exfutbolista Tito Blanco, se salva de momento de la quema y se coloca al frente de la cantera.