SELECCIÓN

Las razones de la salida de Francis Hernández de la RFEF: la mano rota de De la Fuente, el 'feeling' con Santi Denia…

El jefe de la cantera de la Selección dejará el cargo en septiembre. En Las Rozas hablan de un despido; él, de un abandono voluntario.

Francis Hernández (izquierda), junto a Santi Denia (derecha) en febrero del 2023. /RFEF
Francis Hernández (izquierda), junto a Santi Denia (derecha) en febrero del 2023. RFEF
Alfredo Matilla
Manuel Amor

Alfredo Matilla y Manuel Amor

Fueron seis años de luces y sombras, alargadas desde la suspensión de Luis Rubiales, que en septiembre tocarán a su fin: Francis Hernández abandonará la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) en septiembre con la medalla de oro en los Juegos como escudo protector de su labor, sin rencores (o eso deslizan sus personas más cercanas) y entre críticas furibundas desde hace meses de los que mandan en Las Rozas y que han decidido su cese, aunque el entorno del coordinador de las categorías inferiores de la Selección aclare que ha sido él quien ha dado el paso y decide renunciar. En el camino hasta su despedida ha habido lugar para episodios varios, algunos con De la Fuente y Denia como protagonistas, que enrarecieron un ambiente que jamás volvió a ganar en normalidad.

Desde fuera puede sonar extraño que la Federación prescinda del jefe de su cantera justo después de levantar el Europeo Sub-19 (se ganó el 28 de julio) y amarrar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de París (9 de agosto). Francis ha sido parte activa de ambos éxitos y, de hecho, acompañó al equipo de Santi Denia durante toda la concentración en Francia. Pero la realidad es que la determinación de dejar de contar con él se tomó antes del inicio de los torneos y que no estaba supeditada a los resultados deportivos que se cosechasen después. Antes de este prolífico 2024, el fútbol no absoluto encadenó cuatro años (2020, 2021, 2022 y 2023) sin llevar un solo título a Madrid.

Las razones del adiós del granadino son múltiples y variadas. Llegó a finales de 2018 para relevar a una leyenda de la talla de Ginés Meléndez y de la mano de su íntimo amigo Luis Rubiales, que apostó por él para el cargo a pesar de su escaso bagaje (como jugador no pasó de la extinta Segunda B, luego su mayor cargo residió en ejercer un año como analista del Granada en Segunda y su última ocupación había sido la dirección de una empresa de organización de eventos) y sin un proceso de selección por medio. En 2019, en gran medida gracias a la senda recorrida con la anterior gestión, España ganó el Europeo Sub-19 y el Sub-21. Después vinieron temporadas de sequía deportiva y, pese a ello, relativa calma institucional… hasta que la 'tormenta Rubiales' asumió tal virulencia que ha acabado llevándoselo todo por delante.

Francis Hernández aplaude a Luis Rubiales durante la famosa Asamblea del «No voy a dimitir».

Más allá de una labor profesional que nunca ha terminado de convencer a los actuales dirigentes, Francis quedó marcado por su apoyo a ultranza a Rubiales desde los instantes posteriores a que el exmandatario liase la mundial con su beso no consentido a Jenni Hermoso en Sídney. El mejor ejemplo lo ilustra su actitud durante la famosa Asamblea en la que Rubi anunció que no iba "a dimitir": le ovacionó con vehemencia en numerosas ocasiones y reprendió después a Santi Denia, seleccionador sub-21, por haber sido uno de los pocos que no vitoreó al expresidente. Además, desde los instantes posteriores a la polémica celebración de aquel triunfo del cuadro femenino ha resultado habitual escuchar de su boca distintas descalificaciones hacia las campeonas del mundo. Considera que Hermoso y sus compañeras traicionaron a Rubiales, un pensamiento que no dudó en compartir públicamente, y ante diversos testigos, en la Ciudad del Fútbol.

Aquello supuso un punto de inflexión. Francis también reprendió a De la Fuente por confesar su contundente arrepentimiento por los aplausos a Rubiales y perdió la confianza del técnico de la Absoluta, con el que ya había tenido sus más y sus menos en etapas anteriores. Una anécdota hasta ahora desconocida y que refleja a la perfección la situación se vivió en los Juegos Olímpicos de Tokio de 2021. De la Fuente se presentó en las semis ante Japón con una llamativa férula en la mano derecha… y el motivo de su dolencia no fue otro que una consecuencia de un desacuerdo con Hernández, a pesar de que la versión oficial trasladase que se la había producido a causa de un resbalón inoportuno. En realidad, el riojano, cansado del último intento del coordinador de intervenir en sus planteamientos, decidió descargar su ira contra un objeto material tras el choque de cuartos contra Costa de Marfil. La relación profesional entre ambos ya no era del todo positiva.

Luis de la Fuente, con una férula en su brazo derecho en las semifinales de los Juegos de 2021 contra Japón.  EFE
Luis de la Fuente, con una férula en su brazo derecho en las semifinales de los Juegos de 2021 contra Japón. EFE

El paso del tiempo agigantó la distancia, hasta el punto de que Francis, que últimamente solía acompañar al exdirector de la Selección Albert Luque y viajar con la Absoluta en sus compromisos en España (fuera no, más allá de la Final Four de la Nations League), dejó de ser uno más en la expedición y no estuvo presente en la Eurocopa de Alemania. Con el empoderado Santi Denia tampoco existe feeling laboral, aunque ambos traten de disimular la relación. No en vano, y además de reprochar al manchego que no aplaudiese a Rubiales, después protagonizó con el mismo Denia y otros técnicos una fortísima discusión en una concentración en El Albir (Alicante).

El personal de la Federación, entrenadores incluidos, dejó de querer hablar en presencia de Francis, al que apodaron el pitbull de la RFEF por actuar como una especie de comisario político de Rubiales e informarle de quién mantenía su apoyo hacia él y quién no. Pasado el chaparrón y con el expresidente ya en segundo plano, varias figuras que permanecían en la sombra con el de Motril y han ganado un enorme poder desde el nombramiento de Pedro Rocha siguen teniéndosela guardada a Francis. La pauta desde dentro es clara: eliminar todo lo que huela a Rubialismo. La purga comenzó hace tiempo. Y Francis, leal hacia quien le dio la jugosa oportunidad de incorporarse a la Federación y desarrollarse profesionalmente, pertenece claramente a esa corriente.

El todavía jefe de las inferiores fue perdiendo apoyos de forma paulatina y se quedó solo. Francis se incorporó a la Federación junto a su inseparable José María Mora Gordillo, director de Operaciones y Eventos de la Ciudad del Fútbol que fue despedido en febrero por realizar comentarios inapropiados a algunas compañeras. La relación entre ambos se eleva al rango de casi familiar. Ambos curraron como socios en JOFRAN Eventos, una empresa de eventos culturales y deportivos de Granada que registró pérdidas notables en 2017 y 2018, justo antes de que entrasen en la RFEF. Sin Rubiales ni Mora, Francis quedó desprotegido y señalado.

Francis Hernández (izquierda), durante la concentración de los Juegos Olímpicos de París.  EFE
Francis Hernández (izquierda), durante la concentración de los Juegos Olímpicos de París. EFE

Cabe destacar que, en los últimos tiempos, en vista de los acontecimientos y la salida de sus valedores y de Luque, que también le avaló, Francis adoptó una actitud más prudente, trató de tender puentes y hasta se esforzó por acercarse a De la Fuente a través de la relación con su hijo Alberto, que también trabaja en la RFEF (es entrenador y ejerció como analista de la Olímpica en París). Ese cambio de actitud ha coincidido con la época en la que mejor han ido las cosas en la casa, con el Triplete de este verano (Eurocopa, Juegos y Europeo Sub-19) y un clima de naturalidad que han aportado figuras como los propios De la Fuente o Denia. Antes de que se produjesen estas victorias, eso sí, el coordinador ya había perdido la confianza total de la dirección deportiva y de la cúpula federativa. Diversos técnicos que han trabajado con él también le acusan de otro factor que no gusta nada en Las Rozas: su intervencionismo constante en convocatorias o alineaciones de las selecciones formativas, condicionando así a los entrenadores.

Una versión opuesta

El entorno de Francis, en cambio, asegura que ha sido él quien ha dado el paso de marcharse. Según su versión, el coordinador de las categorías inferiores pidió hace semanas a Pablo Lozano, vicepresidente deportivo, alcanzar un acuerdo para resolver los dos años de contrato que le quedaban por delante por puro "desgaste". "Lo solicitó antes de la Eurocopa y la Federación aceptó. Es un trabajo muy exigente, que implica estar más de 250 días al año fuera del hogar, y ahora necesita descansar", cuentan. Además, voces próximas al granadino afirman que no tiene cerrado su próximo destino, a pesar de que otras fuentes apuntan que acabará en una federación extranjera bajo recomendación de la RFEF.

Hasta su último día, Francis seguirá trabajando codo con codo con su adjunto Tito Blanco, que puede salvarse de la quema. Él aterrizó más tarde, en agosto del 2023, y algunos en la Federación entienden que no debe pagar los platos rotos, aunque fuese otro de los que lideraron la ovación a Rubiales y de los primeros en levantarse en señal de apoyo. Diferente es el parecer con Francis: sus actitudes prorrubialistas le han marcado y lo deportivo, con quejas de entrenadores, sin el favor de De la Fuente y Denia y sin apenas trofeos hasta este verano, ha terminado por sacarle de Las Rozas.