Mikel Oyarzabal no tiene límites y comanda el triunfo de una Real Sociedad que está de vuelta
El capitán lidera la contundente y cómoda victoria del equipo blanquiazul frente a un Dinamo de Kiev menor.
Un amigo de toda la vida me lo dijo hace poco. "Cuando Oyarzabal comience a meter goles se acaba la crisis". Dicho y hecho. El capitán, como su equipo, está de vuelta. Frente al Dinamo de Kiev marcó por partida doble en un partido histórico para el '10' del equipo blanquiazul. Con el de hoy ya suma 34 encuentros internacionales defendiendo la zamarra blanquiazul, superando a otra leyenda de la Real como es Bixio Górriz. Oyarzabal vuelve a tapar bocas y lo hace de la única manera que sabe hacerlo: marcando goles.
💥 Imanol Alguacil: "Podríamos haber quedado 5-0". #LaCasaDelFútbol #UEL pic.twitter.com/rDjHLTBQz0
— Fútbol en Movistar Plus+ (@MovistarFutbol) December 12, 2024
"Ya era hora". Imanol Alguacil, en la previa del partido ante el Dinamo de Kiev, respiraba tranquilo por la no presencia de radicales del equipo rival en el Reale Arena. Pero esa afirmación bien podría extrapolarse al ansia del oriotarra de ver a su equipo ganar de manera solvente ante sus aficionados. Han sido muchas las decepciones sufridas en esta primera parte de la temporada en el Reale Arena. La Real, de hecho, estaba siendo uno de los peores equipos de la competición liguera jugando como local, pero la tendencia comienza a cambiar para bien de la sufrida afición blanquiazul, que, otra vez, comienza a acostumbrarse a ver ganar a los suyos. Y esa es la mejor noticia.
La Real Sociedad está de vuelta. Suma cinco triunfos de manera consecutiva, el último de una manera contundente, frente a un Dinamo de Kiev que ni siquiera compareció. La dolorosa derrota sufrida en San Mamés ha supuesto un punto de inflexión en la carrera del equipo blanquiazul. La imagen, aquella noche, dejó mucho que desear en el partido más importante de la temporada para la mayoría de los realzales. Pero la respuesta del equipo de Imanol Alguacil ha sido la mejor posible, dando un golpe encima de la semana y dejando sin valor las numerosas dudas que se cernían sobre un grupo de jugadores que, como se ha cansado de repetir su entrenador, necesita tiempo para conjuntarse y poder ofrecer su mejor versión.
El tifo que la grada Aitor Zabaleta desplegó antes del partido invitaba al optimismo. Una imagen del aficionado de la Real asesinado en los aledaños del Vicente Calderón hace ahora 26 años cubrió esa parte de la grada por un espacio corto de tiempo. El Reale Arena se puso en pie para recordar la figura del malogrado seguidor blanquiazul, cuyo espíritu, como siempre que la Real juega en casa, estuvo muy presente, alentando como el que más a los suyos en pos de una victoria que, finalmente, se quedó en casa.
Sin Zubimendi pero con la mejor versión de Urko
Martín Zubimendi y Ander Barrenetxea, finalmente, se quedaron sin vestirse de corto. Ninguno de los dos superó la prueba a la que fueron sometidos para comprobar si estaban en condiciones de, por lo menos, sentarse en el banquillo. Pese a todo, Imanol Alguacil apostó de inicio por un 'once' muy reconocible, dando la maneja del equipo, eso sí, a dos canteranos como Urko González de Zárate y Jon Ander Olasagasti, que estuvieron acompañados por Brais Méndez en la sala de máquinas. El lugar de Ander Barrenetxea lo ocupó Sheraldo Becker. Sadiq Umar, una vez más, empezó en el banquillo. El nigeriano, protagonista esta semana por la defensa a ultranza realizada sobre él por Jokin Aperribay e Imanol Alguacil, sigue sin contar con la confianza del técnico pese a que Oskarsson, el otro '9' puro de la plantilla, está entre algodones.
Para Imanol no hay debate posible. El delantero centro de este equipo sigue siendo Mikel Oyarzabal y el capitán le sigue dando la razón a base de goles. El '10' comienza a parecerse al futbolista que marca la diferencia cuando de perforar la portería rival se trata. El realista volvió a ver puerta -ya suma seis en el presente campeonato- tras aprovechar el rechace del portero a un penalti lanzando por él mismo. Bushchan le adivinó la intención, pero el balón fue a parar a los pies del capitán, que no desaprovechó la oportunidad. 1-0 y partido encarrilado, algo que se encargó de certificar Becker seis minutos después.
Pero Oyarzabal, cuando tiene el colmillo afilado, no se detiene ante nada y ante nadie. Cuando ve puerta se acaba cualquier debate. Fue él el autor del 3-0 tras un buen pase de Olasagasti. La Real era un torbellino ante un Dinamo de Kiev que nada tiene que ver con el gigante que maravillaba en Europa en la década de los 80 de la mano de Lobanovski, Belanov, Blokhin y compañía. Es un espectro de aquel equipo y la Real lo aprovechó para pasarle por encima. Aunque bien es cierto que quizá el devenir del encuentro hubiera sido otro bien distinto, o no, si Harm Osmers, colegiado de la contienda, hubiera señalado pena máxima de Aguerd sobre Guerrero con el marcador a cero.
La acción no admitía discusión, pero ni el árbitro ni el VAR consideraron penalti la entrada cometida por internacional marroquí. Once minutos después comenzó el principio del fin para el conjunto ucraniano con el primer tanto de la noche de un Mikel Oyarzabal enchufado. Pero es que al descanso el resultado a favor de los realistas podía haber sido de escándalo. Lo impidió Bushchan con paradas de mucho mérito como esa mano que sacó a disparo de Oyarzabal o cuando impidió que un tiro desde la frontal del área de Becker se colara en su portería.
Sin Zubimendi sobre el verde, cogió el testigo Urko González de Zárate que, sin ningún género de dudas, jugó su mejor partido con la Real Sociedad. Se le vio más suelto de lo habitual, rápido en la ejecución, algo que siempre se le ha echado en cara, su dando pases certeros viendo al compañero mejor colocado. Así, por ejemplo, llegó el 2-0, que llevó la firma de Becker. El gasteiztarra filtró un brillante pase a Oyarzabal, que tardó demasiado en decidir, pero la pelota, tras pasar por Kubo, le llegó al internacional por Surinam, que no desaprovechó la oportunidad.
Tras el descanso, la Real dejó de pisar el acelerador. No le hacía falta. Imanol Alguacil dio descanso a piezas clave como Brais, Kubo, Oyarzabal o Aramburu, dando entrada a secundarios de lujo, entre los que no se encontraba Sadiq Umar, al que no le vale, por lo visto, estar en su mejor momento.
Ficha técnica
- Real Sociedad: Remiro, Aramburu (Odriozola, min. 57), Zubeldia, Aguerd, Aihen, Urko (Turrientes, min. 78), Olasagasti, Brais (Marín, min. 46), Kubo (Magunazelaia, min. 57), Oyarzabal (Oskarsson, min. 57), Becker.
- Dinamo de Kiev: Bushchan; Karavaiev, Bilobar, Popov, Diachuk, Dubinchak; Brazhko (Pikhalyonok, min. 62), Mykhailenko; Voloshyn (Bragaru, min. 81) , Guerrero (Vanat, min. 62) y Rubchynskyi (Kabaev, min. 62).
- Goles: 1-0: Mikel Oyarzabal (min. 18), 2-0: Becker (min. 24), 3-0: Mikel Oyarzabal (min. 32).
- Árbitro: Harm Osmers. Amarilla a Dubinchak (min. 30), Odriozola (min. 74) y Magunazelaia (min. 82)