Kubo y Aramburu, la extraña pareja que brilla en la Real Sociedad: "No sé si es bueno que siga haciendo tan buenos partidos"

La Real, con tan solo siete puntos a su favor, es uno de los peores equipos de la competición jugando como local. El Reale Arena ha dejado de ser un feudo inexpugnable donde los rivales campan a sus anchas. De siete partidos jugados en Liga, el equipo de Imanol Alguacil solo ha ganado dos, sumando la friolera de cuatro derrotas, cifras que un equipo que aspira a jugar en Europa no se puede permitir. Sin embargo, dos de los triunfos más importantes de lo que se lleva disputado de temporada los ha firmado al calor de sus aficionados, frente a dos de los mejores equipos del momento en Europa, o así lo considera Imanol Alguacil, como son el Barcelona de Hansi Flick o el Ajax de Francesco Farioli.

Dos triunfos que han llegado, eso sí, de una manera muy diferente. La Real fue mucho mejor que el equipo culé en muchos momentos del partido. Sufrió en los primeros 25 minutos, pero después barrió al hasta ese momento líder destacado de la competición. Ante el Ajax, la victoria llegó tras un ejercicio de resistencia durante buena parte del duelo para comenzar a decantar la contienda tras un fogonazo que tuvo como protagonistas a dos futbolistas que conforman una extraña pareja, como la que en su día formaron Jack Lemmon y Walter Matthau en el inolvidable film dirigido por Gene Saks.

Extraña, más que nada, por inesperada, porque a principio de temporada nadie contaba con que el flanco derecho de la Real Sociedad estuviera formado por Jon Mikel Aramburu y Take Kubo. El que no entraba en los planes era el internacional venezolano que, sin embargo, ha sabido aprovechar la ausencia de Hamarí Traoré para convertirse en uno de los soldados pretorianos de Imanol Alguacil, que, siempre que puede, se deshace en elogios hacia el lateral blanquiazul. Aramburu ha adelantado por la derecha a Álvaro Odriozola, al que los problemas físicos le siguen lastrando, y a Aritz Elustondo, uno de los veteranos de la plantilla y que está contando con cuentagotas.

Frente al Ajax no salió de inicio. Quizá Alguacil quiso protegerle porque su anterior puesta en escena, la de San Mamés, no resultó del todo satisfactoria. Tener enfrente un futbolista como Nico Williams es lo que provoca en sus rivales. La apuesta inicial del oriotarra fue Aritz Elustondo, pero el beasaindarra, con un fuerte esguince de tobillo, se marchó lesionado justo antes del descanso. Nueva oportunidad para un Jon Mikel Aramburu al que su equipo agradeció su entrada al verde. Dejó atrás la timidez que está mostrando a la hora de subir, quizá por su perfil, para protagonizar la primera combinación llamativa con Take Kubo. No hay que olvidar que Aramburu, con Venezuela, ha jugado en alguna ocasión de central en línea de cinco.

Marcó incluso, pero su gol no subió al electrónico por encontrase en situación de fuera de juego, en una acción que viene a confirmar lo que dijo en este medio uno de sus primeros entrenadores, Aitor Zulaika, al que le chirriaba que no subiera más en las acciones a balón parado. Ayer fue el más listo para rematar el servicio de Brais Méndez, pero se adelantó más de la cuenta. No hubo que esperar mucho más para verle de nuevo en una acción que resultó vital en el devenir del encuentro. Ahí se encontró con Take Kubo y el entendimiento fue maravilloso, como si se conocieran de toda la vida. Pase de Kubo a 'Jonmi', devolución de éste al japonés y el envío fue remachado a gol por Ander Barrenetxea. "Es un chico con un talento descomunal y con un techo que yo creo que no tiene límites", afirmó tras el encuentro Take Kubo, que, echando mano de su sentido del humor, reconoció que "no sé si es bueno para la Real que siga haciendo buenos partidos. No tiene la cláusula muy alta y se lo van a llevar", advirtió el internacional japonés, pidiendo la actuación de inmediato de Jokin Aperribay.

Esa fue la primera vez que Take Kubo acudió al rescate de la Real Sociedad en un partido que, en la primera parte, no pintaba nada bien para los intereses del equipo txuri urdin. Pero el futbolista, como suele hacer muy a menudo, se echó al equipo a su espalda y en una jugada muy suya, puso el definitivo 2-0, dejando el partido visto para sentencia. Conducción y disparo con la izquierda, como contra el Sevilla, en un gol que sirvió para abrir el camino de la victoria frente al conjunto andaluz. Un gol muy suyo.

"A ver si la puedo sacar más a menudo", respondió el protagonista del partido cuando fue preguntado sobre su mejor versión en el día de ayer. Cuanto más veces lo haga, la Real estará más cerca de la victoria.