La pesadilla continua con Traoré y ya son diez roturas de cruzado en la última década: "Se te viene el mundo encima"

El Coliseum Alfonso Pérez se ha convertido en un campo maldito para la Real Sociedad. Ya no solo por los resultados deportivos, que también, sino por las fatalidades que están sufriendo los realistas de un tiempo a esta parte sobre ese verde. El último capítulo en este sentido lo ha protagonizado Hamarí Traoré, que se perderá lo que resta de temporada tras la grave lesión sufrida en el duelo frente al Getafe. "Pintaba muy feo", avanzó Alguacil al ser preguntado por el estado del capitán de Mali. Los peores augurios llegaron ayer al mediodía con la confirmación por parte del club. El realista tiene roto el ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha.

Nunca ha sido un feudo sencillo de puntuar. Son muchas más las derrotas que las victorias. Frente al conjunto azulón, por ejemplo, el equipo blanquiazul protagonizó una de sus peores actuaciones en aquella temporada de infausto recuerdo para la Real y que terminó dando con sus huesos en Segunda División. Aquel 29 de abril de 2007, el conjunto blanquiazul, arropado por una masa incondicional de aficionados txuri urdin que llenó más de la mitad del aforo, firmó un desastre que terminó por enterrar las pocas posibilidades de salvación. Un gol de Alexis le bastó al entonces equipo dirigido por Bernd Schuster para derrotar a una inoperante Real, que no tiró a puerta en los 90 minutos. Algo muy parecido pasó en la tarde del domingo. Los de Imanol, en una de sus peores actuaciones de los últimos cinco años, no pudo pasar del empate a cero en un encuentro en el que apenas generaron ocasiones.

Pero todo esto queda en un segundo plano al confirmarse la gravedad de la lesión que padece Hamari Traoré, que pasará por quirófano en los próximos días. Llueve sobre mojado para la Real en este sentido. No hay que echar la vista muy atrás en el tiempo para ver un episodio muy parecido. Sucedió hace dos años. Por aquel entonces, el que se rompió el ligamento cruzado anterior fue Sadiq Umar, que, como quien dice, no había hecho sino aterrizar en la capital guipuzcoana. Después de convertirse en el héroe del empate frente al Atlético de Madrid, el nigeriano solo pudo aguantar 38 minutos sobre el terreno de juego en el que era su primer partido como titular en Liga.

Sadiq, el fichaje más caro en la historia de la Real Sociedad, se rompió la rodilla nada más llegar y estuvo casi un año alejado de los terrenos de juego. Regresó un 12 de agosto de 2023, en el estreno en Liga frente al Girona. Jugó los últimos 17 minutos y el Reale Arena se puso en pie para recibir a un futbolista que llevaba KO desde el 11 de septiembre de 2022, cuando cayó lesionado de gravedad en el Coliseum de Getafe.

Pero, más allá de lo acontecido en este campo, lo que llama poderosamente la atención en la cantidad de ligamentos cruzados que se han roto los jugadores de la Real en esta última década. Hasta diez futbolistas del primer plantel han padecido esta grave lesión con todo lo que ello supone. El primero en padecerla fue uno de los fichajes estrella que llegó para la temporada 2013/14. Esteban Granero se lesionó de gravedad en el transcurso del partido de Champions League frente al Shakhtar Donetsk. El jugador, cedido por aquel entonces por el Queens Park Rangers, entró en el tramo final del partido contra el equipo ucraniano, pero se tuvo que retirar a los siete minutos por una lesión. La resonancia a la que fue sometido con posterioridad desveló una rotura del ligamento cruzado anterior y el menisco interno de su rodilla derecha.

Más tarde, en el 2015, le tocó el turno a Sergio Canales, que se rompió el ligamento cruzado en el Santiago Bernabéu, en un partido que supuso, entre otras cosas, también, el principio del fin de Imanol Agirretxe en la Real Sociedad tras esa entrada de Keylor Navas. En el 2016 Carlos Martínez, en el 2018, Martín Merquelanz, en 2021 Carlos Fernández. El 2022 trajo consigo dos percances de envergadura. el primer afectado fue Mikel Oyarzabal y unos meses después, el anteriormente mencionado Sadiq. El arranque de la 2023 se inició con la dolorosa noticia de la lesión de David Silva que le obligó a colgar las botas. Más tarde llegó la lesión de Aihen Muñoz y ahora le ha tocado el turno a Hamari Traoré.

"Se te viene el mundo encima", recuerda uno de los afectados por esta plaga, como es Carlos Martínez, cuyo caso fue "un tanto diferente al de la mayoría". De primeras, la Real optó por un tratamiento conservador que no tuvo el efecto deseado. "El ligamento no estaba roto por la mitad, sino por arriba. Había una posibilidad a través de células madre en Vitoria-Gasteiz de poder recuperarlo para en marzo volver a competir. Hice eso, pero estaba ya para entrar con el equipo, cuando un día golpeando el balón me falló la rodilla y es cuando me tuvieron que operar", recuerda el ex de la Real Sociedad. "Es una de las peores lesiones que puede tener un jugador, sobre todo en ese momento que te lo confirman. Hasta que no lo hacen, siempre estás con esa pequeña esperanza de que no sea así, pero cuando te lo confirman, es una de esas noticias que cuesta asimilar", sostiene.

"Para mí, lo peor fue el primer mes después de la operación", aclara el expreso de Lodosa. "La verdad es que tengo un recuerdo muy malo de necesidad para cualquier cosa de una persona al lado. Las noches para dormir eran muy complicadas. Luego con la férula. Esos primeros días de rehabilitación fueron de mucho dolor. Luego, cuando te quitas las muletas, empiezas a andar y a hacer vida normal. En el gimnasio tienes capacidad para hacer más cosas y lo enfocas de otra manera, pero tengo ese recuerdo de un primer mes muy complicado", rememora Carlos Martínez, que no cree que ahora haya más lesiones que antes.

Sí es consciente de que antes, "la recuperación era más costosa", confirma. "La medicina avanza, pero para mí es un error cuando la gente habla de un proceso de seis meses. Cada caso es diferente. Los seis meses son para volver a entrar con el grupo. Luego siempre viene alguna que otra lesión, descompensas las fuerzas... Hablar de seis meses es una equivocación. Ya vimos lo que pasó con Mikel. Para volver a ese tono y a ese ritmo necesitas mucho más", advierte el exfutbolista, que, una vez operado, nunca volvió a tener problemas en la rodilla afectada. Ni en esa ni en la otra, pese a que "suele suceder mucho, después de un cruzado, romperte el otro al tiempo. No hay explicación, pero suele suceder. Yo nunca tuve miedo a que volviera a suceder", significa.

Lanza un mensaje esperanzador a Traoré. "De todo se sale", sostiene Carlos Martínez, al que ese percance le pilló cuando disfrutaba de uno de sus mejores momentos. El proceso de recuperación se le complicó "bastante" y reconoce que "no me recuperé como me hubiera gustado. Nunca me volví a sentir como antes de la lesión".