O. MARSELLA - VILLARREAL

Los 89 días de amenazas, miedo y presiones que hicieron la vida imposible a Marcelino en Marsella

El cuerpo técnico del asturiano vuelve a su anterior equipo tras vivir experiencias límite con los ultras. "No hay ningún tipo de rencor", dicen.

Marcelino García Toral, en sus primeros días al frente del Olympique de Marsella. /Getty.
Marcelino García Toral, en sus primeros días al frente del Olympique de Marsella. Getty.
Jonathan Ramos

Jonathan Ramos

Marcelino García Toral (58 años) vuelve al Vélodrome, un estadio que durante los 89 tortuosos días en los que dirigió al Olympique de Marsella llegó a considerar su casa. Su salida, a marchas forzadas por culpa del poder que las agrupaciones radicales poseen en la entidad, sigue pesando a día de hoy. "Las amenazas no se olvidan", reviven los presentes.

Cinco meses y medio han pasado desde la última vez que el asturiano pisó el área técnica del feudo marsellés. Ese día los suyos empataron a cero contra el Toulouse acelerando así la decisión de abandonar un entorno de trabajo drenante con el que era imposible de convivir. Este jueves, en un entorno laboral diametralmente opuesto, Marcelino y su cuerpo técnico volverán a Francia con el único objetivo de cosechar el mejor resultado posible antes de volver a Vila-real.

La llamada de Longoria

El aterrizaje en Marsella del exentrenador del Athletic Club, Valencia y Villarreal, entre otros, se hizo oficial el 23 de junio de 2023. Marcelino, que llevaba más de un año alejado de los banquillos en aquella época, recibió la llamada de su íntimo amigo Pablo Longoria. Con él había trabajado previamente en el Recreativo de Huelva, club en el que el actual presidente del Olympique de Marsella ejercía la labor de scout, misma tarea que desempeñó durante la estancia de Marcelino en el Racing de Santander.

"Durante un entrenamiento aparecieron aficionados radicales a pedir explicaciones, hubo que parar y charlar con ellos"

Pese a la cantidad de ofertas recibidas, el asturiano tenía decidido el siguiente paso en su carrera: la Selección. "Entrenar a España lo tenía metido entre ceja y ceja", destacan. Una vía que se llegó a discutir con Luis Rubiales, pero nunca llegó a rubricarse debido a la apuesta por un técnico de la casa, como es Luis de la Fuente. A sabiendas de la decisión, Pablo Longoria se puso en marcha para cerrar al asturiano como el remplazo de Igor Tudor. "El estilo generó muchas dudas, pero hablar con la directiva facilitó la decisión. El objetivo era devolver al Olympique de Marsella a su lugar en Champions".

Ultras en los entrenamientos, el pan de cada día

El deseo de jugar la Champions League se apagó de forma prematura tras una eliminación escabrosa contra el Panathinaikos en penaltis durante la fase previa del torneo europeo. Un infortunio que encendió la actividad de las agrupaciones ultras en la ciudad deportiva del club.

"Durante un entrenamiento aparecieron aficionados radicales a pedir explicaciones, hubo que parar y charlar con ellos". Lo que un día fue una sorpresa, con el tiempo se convierto en práctica habitual. "Nadie controla a los ultras, pueden hacer la vida imposible a un jugador o entrenador", amplía un representante de futbolistas con pasado en el club.

"Había gente impactada y atemorizada, parecía una reunión de miedo"

Desde dentro se palpaba más la tensión con el paso de los días. Las prácticas de los fans extremistas hacían mella a un grupo que no entendía los porqués de esa caza de brujas. "No entran en Champions fue duro, pero en liga los números no eran malos. El equipo iba para arriba", explican con el paso del tiempo.

«La reunión de miedo»

Si hay un día que marcó un antes y un después en la vida del staff de Marcelino en Marsella fue sin duda el lunes 18 de septiembre de 2023. En esa fecha, agrupaciones ultras se presentaron en la ciudad deportiva del club francés con el objetivo de tomar las riendas del club. "El cabecilla del grupo quería influir en las decisiones de todo el equipo, los directivos lo pasaron mal", recalcan.

"Había gente impactada y atemorizada, parecía una reunión de miedo", prosiguen. Ante una situación semejante, el asturiano y su equipo acordó con la entidad cortar por lo sano "un proyecto tan bonito", como rememoran con perspectiva. De esta manera, dos días después de presenciar "algo inaudito" como lo ocurrido en la sede del Olympique de Marsella, el cuerpo técnico decidió abandonar Francia al verse "incapacitado para trabajar en esas condiciones".

El partido del jueves no va más allá de lo deportivo. "No hay ningún tipo de rencor", trasladan los afectados. Todos los esfuerzos de Marcelino y los suyos están puestos en cosechar el mejor resultado posible para sellar cuanto antes la eliminatoria europea.