La estrecha relación entre Carolina del Norte y la lucha de Vinicius contra el racismo: "Mi hermano está cambiando el mundo"
El estado todavía lucha contra la segregación racial. El brasileño tiene como ejemplo a muchos deportistas americanos.
Charlotte (Estados Unidos).- Carolina del Norte es un estado marcado por la lucha de la raza negra por la igualdad. La historia cuenta numerosos ejemplos que llegan hasta la actualidad, con abusos policiales hacia personas de color o estudios que afirman su clara falta de oportunidades. En una de sus ciudades más importantes, Charlotte, juega el Real Madrid contra el Chelsea (1:00 (hora peninsular española) de la madrugada del martes 6 al miércoles 7 de agosto, Movistar Plus+ y M+ Champions Tour) y con Vinicius (24 años) como titular. El brasileño es precisamente uno de los deportistas más volcados contra el racismo y su influencia ha llegado hasta Estados Unidos.
El delantero es el jugador más aclamados por los fans. Fotos suyas aparecen para promocionar los partidos y su marca, Nike, lo incluye en publicidades con otros grandes deportistas. Es, sin duda, el gran reclamo de esta gira. También para las estrellas del deporte americano, como Paskal Siakam o Donovan Mitchell, con los que intercambió camisetas en Charlotte y New Jersey, respectivamente.
Pero la lucha de Vini contra el racismo no para. El brasileño lidera una comisión antirracismo creada por FIFA que cuenta con el apoyo de jugadores e instituciones. El de São Gonçalo ha encargado de denunciarlo por activa y por pasiva, especialmente en los campos donde lo ha sufrido en sus propias carnes. "Cada vez tengo menos ganas de jugar", llegó a decir en una rueda de prensa en la que acabó derrumbado.
Hace un mes se conoció la condena a tres individuos declarados culpables culpables de un "delito contra la integridad moral" con el "agravante de discriminación por motivos racistas", los mismos que lo insultaron en un partido contra el Valencia en Mestalla. "Muchos me pidieron que lo ignorara, muchos otros dijeron que mi lucha era en vano y que debería limitarme a jugar al fútbol. Pero, como siempre, he dicho no soy una víctima del racismo. Soy un atormentador de racistas", dijo la estrella tras conocer la sentencia.
El racismo en Carolina del Norte
Precisamente, en Carolina del Norte los casos de racismo resultan demasiado habituales. Según un estudio de odio realizado por el gobierno americano en 2022, el 56,7% de los crímenes de odio que suceden en el estado vienen motivados por la raza o la etnia. De hecho, aumentan notablemente en los últimos años: de 148 en 2020 pasaron a 187 en 2022.
La segregación, promulgada por las llamadas leyes Jim Crow de finales del siglo XIX, empezó a disolverse a partir de los '50 en Carolina del Norte, hace menos de 100 años. Una serie de protestas, en su mayor parte pacíficas, impulsaron el cambio. Principalmente en las universidades, las escuelas y el transporte público. Eso sí, costó, pues se pusieron muchas trabas desde Washington y tuvieron que salvarse a través de apelaciones y deliberaciones de varios años.
Sin embargo, aunque ha mejorado, queda trabajo por recorrer. En los colegios públicos se ve claramente el ejemplo. Los alumnos blancos tienen más del doble de posibilidades de ser recomendados para ir a la universidad mientras que los negros tienen casi cuatro veces más de posibilidades de ser suspendidos de forma temporal, según un estudio de Equidad Racial 2022-23 de la Coalición Sureña para la Justicia Social (RERCs).
Pero también hay casos en plena calle. En noviembre del año pasado se viralizó un vídeo en el que un grupo de policías le pegaban de forma innecesaria a una mujer para reducirla y llevársela detenida. En enero del mismo año, Darryl Williams murió después de que la policía de Raleigh le aplicara una pistola Taser varias veces mientras lo arrestaba. En diciembre, un policía fue suspendido durante 40 horas de trabajo por dar puñetazos de forma repetida a una mujer mientras era arrestada. Todos los casos con el mismo denominador común: eran personas negras.
Recientemente, un grupo de ciudadanos negros de Carolina del Norte se han unido para pedir la retirada de una estatua presente en la ciudad de Columbia en honor a los "esclavos fieles" ("faithful slaves" en inglés). Un último gesto que no será el último pero que ayuda a entender la lucha de la raza negra por la igualdad.
Y en la misma aparece un Vinicius que llega al estado como uno de esos representantes en el deporte que tanto proliferan en Estados Unidos y que han sido un ejemplo para él. LeBron James, Steph Curry, Naomi Osaka o Buba Wallace han mostrado su lado más reivindicativo cuando han tenido la oportunidad bajo la campaña de protestas Black Lives Matter. También Colin Kaepernick, exjugador de la NFL que se ha convertido en un activista contra el racismo y que estuvo con Vinicius en Madrid en febrero. "Mi hermano Vinicius está cambiando el mundo", posteaba el quarterback en redes sociales.
La lucha de Vini no acaba. Él pide más contundencia por parte de las instituciones y parece que sus quejas empiezan a surtir efecto. Pero todavía queda un largo camino por recorrer en el fútbol, deporte en el que siguen sucediendo casos. El propio Vinicius ha denunciado en público el racismo hacia Cheikh Sarr, portero del Rayo Majadahonda, o Mike Maignan, del Milan. Por suerte para él, cada vez encuentra más apoyo en una lucha en la que todos deben participar.