Donald Trump o Kamala Harris: así se divide el deporte americano en las elecciones de Estados Unidos
La NBA y la WNBA se posicionan a favor de los demócratas, pero los republicanos encuentran aliados en grandes estrellas.
Quedan tres meses para las elecciones de Estados Unidos y el país se encuentra en plena campaña. Donald Trump se recorre el país en búsqueda de convencer a los máximos votantes posibles. Su última parada, Chicago, precisamente donde el Real Madrid empieza su gira americana este año. Mientras tanto, el partido demócrata trata de sobrevivir con un cambio de candidato tras la renuncia de Joe Biden y Kamala Harris, ya en modo candidata, trata de que haya partido.
¿Cómo afecta al deporte en todo esto? Lo cierto es que en los últimos años las estrellas americanas han mostrado su lado más activista. Especialmente los votantes demócratas, cuya influencia en las elecciones de 2020 fue evidente, aprovechando la corriente política inseparable de las protestas por el Blacks Lives Matter. Sin embargo, la cosa ahora ha cambiado.
"Los deportistas dejaron de pronunciarse públicamente cuando le empezó a afectar económicamente", asegura Sid, periodista americano con un podcast deportivo que cubre el Real Madrid-Milan en el Soldier Field. Para estas elecciones las caras más conocidas parecen haberse quedado a un lado. Por ejemplo LeBron James, voz autorizada durante 2020 que ahora se mantiene en silencio este curso.
La NBA y la WNBA se erigen como la competición que, por lo menos de puertas para fuera, más promulga ideales del progresismo americano. Existe una batalla abierta entre el candidato republicano y muchos protagonistas de la liga de baloncesto. Los Golden State Warriors después de ganar el anillo en 2017 y 2018 se negaron a visitar la Casa Blanca cuando Trump era presidente. Él mismo les negó la visita cuando se enteró que la plantilla dudaba si acudir o no.
"Si bien teníamos la intención de reunirnos como equipo en la primera oportunidad que tuviéramos esta mañana para discutir en colaboración una posible visita a la Casa Blanca, aceptamos que el presidente Trump ha dejado en claro que no estamos invitados", comunicaba el equipo californiano. De nuevo, LeBron James mostraba su descontento por lo sucedido en redes: "Ir a la Casa Blanca era un gran honor hasta que apareciste".
Uno de los capítulos más sonados pero no el único de una larga lista. En 2020, durante las protestas por el Black Lives Matter, Trump criticó que se arrodillaran durante el himno de Estados Unidos y llegó a decir "la NBA es un problema. Un gran problema. Un problema más grande de lo que ellos entienden".
Una NFL neutral y la MLB, más cerca de Trump
Mientras la NBA deja clara su postura, la NFL se mantiene en un plano más apolítico. De hecho, aunque desde el otro lado del charco da la sensación de tratarse de una competición más cercana a los republicanos, en Estados Unidos la ven neutral. Una creencia basada en la ausencia de declaraciones políticas tanto por parte de franquicias y jugadores. De hecho, el expresidente ha tenido innumerables problemas con la organización, demandas incluidas, y también con algunos de sus protagonistas, como Colin Kaepernick, al que criticó por iniciar la protesta de quedarse de rodillas durante el himno.
Eso sí, Trump también cuenta con importantes aliados en el fútbol americano. Por ejemplo, Robert Kraft, presidente de una de las franquicias más importantes de la liga, New England Patriots, con el que guarda una estrecha amistad desde hace años. O Tom Brady, ganador en seis ocasiones del anillo de campeón, quien se ha intentado desmarcar de la política en diferentes ocasiones, pero al que siempre se le ha relacionado con el candidato republicano. El propio Trump aseguró en 2016 que Brady le llamó para confirmarle su voto y su apoyo.
Taylor Walls did the Trump "Fight! Fight!" after this double pic.twitter.com/8K5ovTEIQh
— Talkin’ Baseball (@TalkinBaseball_) July 21, 2024
Por último, la MLB, en la que sí se considera que existe más presencia de votantes del partido del elefante. Tras el intento de atentado contra Trump, se hizo viral su imagen gritando "¡lucha!, ¡lucha!" ("¡fight!, ¡fight!" en inglés) con el puño en alto. En las últimas jornadas de la liga de béisbol, que entra en su recta final a estas alturas del año, varios jugadores han replicado el gesto del candidato como celebración, tapándose la oreja derecha y levantando el puño izquierdo. Lo hizo Alec Burleson, de los St. Louis Cardinals, y Taylor Walls, de los Tampa Bay Rays. El primero negó que tuviese una connotación política.
Remarcando las ideas políticas de deportistas de otras disciplinas, uno de los mayores defensores de las políticas de Kamala y su partido es el tenista Andy Roddick, que suele compartir sus ideas a través de las redes además de criticar las de los republicanos. Por el contrario, se intuye que Serena Williams, la mejor tenista de todos los tiempos y una de las deportistas más influyentes del mundo, es cercana a Trump, quien aseguro en 2017 ser un contacto de su teléfono con el que habla frecuentemente. Además, aparece en varias fotos con él sacadas en el año 2009.
Uno de los casos más comentados por los americanos es el de Michael Jordan, siempre se ha mostrado apolítico. Medios de comunicación y columnistas han tratado de invitarle a que se moje, pero nunca ha mostrado ni una pista de sus ideas. "Nunca me consideré un activista, sino un jugador de baloncesto", dijo en el documental The Last Dance, en el que le preguntaron por el asunto.