OSASUNA

Tres amigos, 12 horas al día y una biblioteca compensan la ausencia de Vicente Moreno en Osasuna: "El compromiso es máximo"

Así es el día a día del equipo sin su entrenador, en Massanassa debido a la DANA que ha afectado a sus bienes y a su pueblo.

Ante Budimir, con la camiseta de 'Fuerza a Valencia' tras marcar de penalti ante el Valladolid. /GETTY
Ante Budimir, con la camiseta de 'Fuerza a Valencia' tras marcar de penalti ante el Valladolid. GETTY
Alberto Martínez

Alberto Martínez

Desde que Osasuna celebró su momentáneo puesto de Champions el sábado tras ganar 1-0 al Valladolid, la plantilla ha vivido sin su entrenador. Esta tarde juega la segunda ronda de Copa ante el Chiclana (19:00), en el encuentro suspendido la semana pasada cuando la DANA obligó a alterar buena parte del torneo del KO, y este sábado amenazan al Real Madrid en su visita al Bernabéu. Y, todo ello, sin un Vicente Moreno que viajó el día 2 a Massanassa. El motivo era muy justificado, con el beneplácito de Osasuna: reencontrarse con sus hijos y ayudar a sus vecinos a reconstruir un pueblo devastado por el temporal. El vídeo de los compañeros de El Desmarque en el que estaba ataviado con botas, con todo su garaje lleno de barro y una pala en la mano, se hizo viral y fue la imagen icónica de cómo el fútbol ha sufrido también las consecuencias de esta catástrofe.

Pero no hay un vacío en Tajonar, porque el cuerpo técnico de Vicente Moreno, apegado al valenciano desde hace ochos años, se reparte las tareas y mantiene el ritmo de Osasuna. "El entrenamiento de este lunes fue increíble. Hay mucho compromiso en los jugadores", explican fuentes desde la ciudad deportiva de Pamplona, que no solo están descubriendo el buen hacer de los sustitutos de Jagoba Arrasate, con el listón alto en el que había dejado la entidad, sino su calidad humana. Dani Pastor, Dani Pendín y Ramón Alturo se encargan de que el vacío de Vicente Moreno sea lo más anecdótico posible. Y también de Braulio Vázquez, director deportivo, o de jugadores como Rubén García, quienes han acudido a sus localidades a ayudar.

La historia del cuerpo técnico de Vicente Moreno viene de lejos. Los primeros en unirse fueron Dani Pastor y Dani Pendín. Este último, argentino, fue jugador en Burgos y Xerez, donde conoció a Vicente Moreno pese a ser rivales al comienzo. "Me fichó Schuster y yo jugaba en mediocampo, como Vicente. Era zurdo. Y el técnico solo jugaba con uno. Pero en mis dos primeros amistosos marqué y cambió el sistema para que jugarámos juntos. Al comienzo Vicente me veía como una amenaza, luego ya vio que eran compatibles", explicó a Relevo hace tres semanas Pendín, que hace las veces de primer entrenador.

Pendín es la cara visible, el que marca la agenda y el que dirige. Y eso que al comienzo no veía claro esto de ser entrenador. "Yo luego me fui a Castellón, pero mantuve el contacto con Vicente. Nos felicitábamos el aniversario, teníamos amigos en común. Luego volví a Xerez y estaba llevando el juvenil de División de Honor cuando me llamó para unirme con él al Mallorca. No teía muchas ganas de ser entrenador... Pero llevo ocho años y es increíble el aprendizaje, estoy muy contento".

Una historia en Rusia y otra en Angola que conluyen en Vicente

Junto a Pendín, está Dani Pastor. El preparador físico se encarga de que la plantilla esté a punto y es el que más experiencia tiene de todos. De hecho, conoció a Vicente Moreno "en 2007, cuando me ascendieron al primer equipo. Y él era el capitán. Compartíamos una manera de ver el fútbol, de entrenar y cuándo se separaron los caminos, seguimos en contacto", explica a Relevo. "Estuve en Rusia, Grecia... Y luego me llamó para el Mallorca. Y allí fui". Juntos, pasaron tres años en la ciudad balear: dos ascensos a Primera y un descenso a Segunda. Pero una etapa exitosa que sacó a los bermellones del pozo de Segunda B. Y llegó el Espanyol.

Allí conocieron a Ramón Alturo, analista, que ya había estado detrás del Espanyol que se metió en la Europa League con Rubi y después vivió el año del descenso, con hasta cuatro técnicos, una locura que se acabó con el sentido común de Vicente Moreno. Alturo, natural de Lleida, había vivido ya una etapa en el Espanyol hasta que se marchó un lustro a Angola a colaborar en la coordinación del fútbol del país. Una experiencia de vida antes de volver al Espanyol y unirse a Vicente Moreno. Alturo fue el entrenador ante el Valladolid (Pendín y Vicente Moreno estaban sancionados). Es el analista, que también hace trabajo de campo y que ve el fútbol como pocos. Tras su etapa en el Espanyol, Alturo siguió unido a este cuerpo técnico.

Una colección de tareas y una vida ligada a Tajonar

Los asistentes le dan "máxima normalidad" a los entrenamientos, con parte del trabajo planificado ya desde hace semanas. El partido ante el Chiclana ya se preparó la semana anterior, por lo que no era necesario focalizarse más en él, mientras que jugar ante el Real Madrid no es nada nuevo para un cuerpo técnico que ya se ha medido infinidad de veces al equipo blanco en el Bernabéu. La primera está en una biblioteca de tareas que han ido ampliando a medida que pasaban las temporadas, donde los ejercicios se separan en función de los rivales y los modelos de juego, algo que "llevamos mucho tiempo ampliando". Es más fácil que los cuatro cerebros piensen como uno solo.

Al margen de esta biblioteca, está la convivencia de 12 horas al día del cuerpo técnico. Vicente Moreno es el que primero llegaba y el último que se iba, pero todos ellos acostumbran a entrar en Tajonar sobre las 8:00 y a irse a las 20:00. 12 horas en las que planifican las sesiones, las siguientes semanas, las charlas con los jugadores, el análisis de los rivales, incluso comen allí etc. Esos hábitos han hecho que sepan cómo piensa el míster, que además "nos da autonomía", por lo que cada uno se desarrolla en sus áreas: Alturo en el análisis, Pastor en la puesta a punto y Pendín en el balón parado. Y ahora en las funciones de primero.

Y, por último, y quizás lo más importante, que Vicente Moreno ha dejado a Osasuna en manos de tres amigos, en los que lleva confiando ocho años y que ya han pasado por situaciones así: "Con el Espanyol, en la pretemporada que estuvimos en Primera, el míster faltó diez días por el coronavirus. Y tuvimos que repartirnos igualmente las tareas". Sea cuando sea, el equipo revelación del campeonato espera con los brazos abiertos a un Vicente Moreno mientras su cuerpo técnico saca un máster en normalidad. Hoy toca Copa y el sábado el Bernabéu (Vicente está sancionado). Y luego, parón.