Año nuevo y peor pesadilla: el Valladolid, fuera ante un Primera RFEF y lesionados sus dos pilares

El Real Valladolid está maldito y lo ocurrido en O Couto puede ser la puntilla definitiva a su temporada. O, al menos, a su moral. Queda mucho, pero a ver cómo levanta Diego Cocca a un equipo que acaba de caer eliminado contra un rival de descenso en Primera Federación pese a salir con un equipo con mayoría de titulares y, para colmo, ha perdido a sus dos jugadores más trascendentales por lesión. Y a ver lo que dicen las pruebas. Una situación difícil de creer, ese momento en el que todo lo que puede salir mal, no es que salga mal, es que sale peor de lo que cualquiera hubiera imaginado.

Ya de primeras sorprendió la titularidad de Karl Hein, un titularísimo que ni siquiera se da un respiro en el torneo del KO contra un rival de dos categorías menos. Toda decisión trae sus consecuencias y, en este caso, resultaron fatales. En la primera mitad, el guardameta salió a coger un balón por arriba con la mala pata de caer de espaldas, de bruces contra el suelo. Se quedó dolorido de la zona de las lumbares y fue atendido durante más de tres minutos sobre el césped.

Se levantó hizo estiramientos, trató de caminar por su propio pie e intentó seguir defendiendo la camiseta de los suyos en un momento tan críticos. Segundos después se dio cuenta de la temeridad que suponía y volvió a tirarse al césped. Solicitó el cambio en unos instantes y se marchó resignado. Pudo andar él mismo, pero tardó demasiado en abandonar el campo por la línea de banda, señal inequívoca de que sus molestias no se quedarán en broma. A falta de pruebas médicas, todo apunta a que al menos estará unos días sin ejercitarse con sus compañeros.

Una situación dramática dado que es uno de los pilares de la columna vertebral del Valladolid, que, pese a ser uno de los equipos que más encaja de Primera División, cuenta con un portero sobresaliente que ha hecho paradas de mérito y ha salvado a los suyos de males mayores. Precisamente igual que Raúl Moro, probablemente el jugador más destacado en lo que va de temporada. Si bien lo de Hein puede quedarse en una baja de corta duración, el extremo se enfrenta a un pronóstico que invita al pesimismo.

En un lance del juego, se lanzó al césped con la mala fortuna de que se le quedó clavada la rodilla. Rápidamente hizo ostensibles gestos de dolor, gritando, con la mano sobre la extremidad y cariacontecido por la posible gravedad de la situación. Las caras en el banquillo eran un poema y varios compañeros y rivales le rodearon con preocupación.

De primeras, daba la impresión de tratarse de una rotura seria que comprometiera el normal desarrollo de su temporada. Los médicos estuvieron varios minutos atendiéndolo y fue despedido con una sonora ovación de O Couto. Al Real Valladolid le queda aferrarse a la esperanza de que solo haya sido un susto, ya que el atacante pudo retirarse por su propio pie, cojeando, muy despacio y ayudado por los miembros del cuerpo técnico.

Pero el simple detalle de caminar él mismo ya permite anhelar que se haya quedado en anécdota. Aun así, tuvo que ser sustituido de inmediato y tampoco parece especialmente viable que pueda competir contra el Betis el próximo 11 de enero.

El Real Valladolid llegó a Ourense con la esperanza de lograr la esperada victoria, avanzar a octavos, ganar sensaciones y poco a poco adaptarse a la idea del nuevo míster. Sin embargo, sale derrotado con merecimiento, con la moral de todos hundida por los suelos y con la lesión de dos de sus jugadores más capitales en lo que va de curso. Año nuevo, misma pesadilla. El tiempo apremia, la reacción es necesaria y el espíritu cae minuto a minuto. Diego Cocca tiene un reto mayúsculo por delante.