Juanmi rescata a un Betis que jugó con fuego ante el Celje

Con más agonía de la esperada e incluso con una dosis de fortuna, pero el Betis hizo los deberes ante el Celje. Casi sobre la bocina y con la grada inquieta ante las ocasiones de gol que acumulaba el equipo de Albert Riera, Juanmi agarró un contragolpe y decidió el partido. Con una cucharita al estilo de Raúl, con la colaboración del defensa, pero con el suficiente tacto para superar a Stubljar y darle tres puntos que le dan la vida al equipo bético en la Conference League.

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Le está costando al Betis encontrarse cómodo en Europa. Ni a la tercera y con la necesidad que presentaba después de sumar únicamente un punto en dos jornadas, los de Manuel Pellegrini se mostraron superiores a un rival inferior como el Celje. Tras dejar correr el primer acto casi sin presentarse, el aumento del ritmo en el segundo tampoco le dio demasiadas ocasiones. Ni siquiera el gol de Natan, que se jugó la cabeza y se marchó al vestuario lleno de sangre tras anotar el 1-0, le dio la tranquilidad. Nieto, el lateral español del Celje, igualó el duelo e incluso los de Riera disfrutaron de tres claras ocasiones para ganar. Pero el fútbol no entiende de méritos y Assane Diao lanzó a Juanmi para que Heliópolis celebrase por todo lo alto el tanto de la victoria.

La puesta en escena fue gris. Ni ritmo ni ocasiones. El Betis volvió a aparecer como un equipo plano y sin mordiente. Tampoco el Celje le puso en apuros, pero los verdiblancos acabaron por desesperar a su gente. Los murmullos que acompañaron toda la primera parte se convirtieron en pitos al intermedio. Habría que ser muy generoso para concederle alguna oportunidad de gol a un equipo que necesitaba buscar la victoria desde el minuto uno. Ni el Chimy ni Bakambu estuvieron cerca de anotar y únicamente Fornals, con un remate que se marchó muy desviado, dispuso de una buena oportunidad.

Pellegrini había vuelto a realizar rotaciones. Aunque las lesiones se las limitan en algunas posiciones, el técnico bético colocó de inicio un once muy reconocible. Con Bartra, Johnny Cardoso, Fornals o Chimy Ávila entre los elegidos, una columna vertebral que el domingo volverá a a la escena. Pero ni así consiguió el equipo bético romper la muralla del Celje, ese equipo dirigido por Albert Riera y que siempre mantuvo el tipo en Heliópolis, como había pregonado su entrenador en la previa. La calidad también cuenta y la del equipo esloveno está lejos de la que mostraba su entrenador sobre el césped.

A la vuelta de vestuarios todo continuaba igual. El Betis elevó la presión sobre la salida de pelota de los eslovenos, pero tampoco eso le servía para desnivelar el encuentro. Tan mal lo veía Pellegrini que a la hora de partido introdujo a Vítor Roque y Abde. Toda la artillería sobre el césped pero sin respuesta con la pelota. Apenas un remate del brasileño tras asistencia de Fornals contabilizaron los verdiblancos, lo que empezó a generar más nervios en la grada.

Siguió agitando el partido Pellegrini con Juanmi y Altimira, y el gol de Natan pareció reconducir la situación. Pero nada más lejos de la realidad. El Celje mantuvo su presencia en el partido y aprovechó la relajación bética para irse arriba. Apenas seis minutos después del tanto del Betis, Nieto aprovechó un centro de Seslar, el jugador con más calidad de los visitantes, para establecer la igualada. El silencio y el miedo ya atenazaban al Betis, que vio como Matko, en dos ocasiones, y el propio Nieto rozaron el segundo tanto.

Pero entonces apareció el milagro. Con casi todo el Celje en campo bético buscando la victoria, Assane envió un balón en profundidad a Juanmi, que se plantó ante la portería rival. El malagueño intentaba evitar la salida del portero con un remate por alto, pero la colaboración del defensa ayudó todavía más a anotar el segundo. Un gol que todo el Betis celebró con alivio. Sin brillantez, pero eso ya no cuenta. Los verdiblancos necesitaban lograr el primer triunfo en Europa y, aunque le costó sangre y sudor, ya lo tienen en su casillero. Con Juanmi, casi desaparecido este año, como protagonista. Y tres puntos que colocan un rayo de luz en el horizonte europeo.