Vinicius da carpetazo a los debates y cambia para beneficiar a Mbappé
El brasileño, antes 'obsesionado' con el Balón de Oro, quiere ahora que Mbappé sea el Pichichi. Su temporada (17 goles y 11 asistencias en 27 partidos) no se corresponde con las críticas.

Mbappé corrió hacia Vinicius justo después de marcar el 3-0 del Real Madrid ante el Salzburgo. Desde la zona de prensa se apreció de forma nítida: Rodrygo ya había hecho un doblete y Kylian pareció decirle 'faltas tú, faltas tú'. Vini reaccionó con una sonrisa, síntoma de su complicidad con el francés, y dos zarpazos, los que cerraron la 'manita' y le ascienden al podio de goleadores de esta Champions. Sólo Lewandowski (9) y Raphinha (8) han anotado más que el The Best (7) en lo que va de competición, al que no alcanzan ni Haaland (6) ni otros nombres de postín como Gyökeres (6). Tras el partido elogió el compromiso grupal ("jugando así es difícil que nos ganen") y dejó algún mensaje que merece ser analizado: "Mbappé ha venido para ayudar. Nosotros le ayudaremos para que sea el Pichichi de todos los torneos".
Vinicius no ha vivido un último mes sencillo. Su maremágnum de emociones empezó en Mestalla, con la expulsión que todavía le tendrá de baja en Liga hasta febrero; siguió en la Supercopa, con su discreta actuación en la final contra el Barcelona; y pareció tocar fondo ante el Celta, cuando un sector minoritario del Bernabéu, sin la virulencia con la que se cebó con Tchouameni, Ancelotti o Lucas, silbó su nombre cuando le anunciaron por megafonía. Pesaba que hubiera pasado de puntillas en el 2-5 (como casi todo el equipo) y su carácter, con roja en Valencia y otro amago de susto en sus duelos con Maffeo y Morlanes en la semifinal. Vini se rehízo y respondió con gol. La minibronca, en cualquier caso, parecía tener poco sustento: hace 37 días levantó el The Best, hace 87 rozó el Balón de Oro y en esta temporada, ya con dos títulos en el bolsillo, presenta números de estrella mundial (17 tantos y 11 asistencias en 27 partidos).
Más de un minuto tocando el balón.
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Vinicius remata la obra del Real Madrid.#UCL #LaCasaDelFútbol pic.twitter.com/LrocRqnmHC
En proporción, su aportación de gol o asistencia por encuentro (1,4) resulta muchísimo más elevada que la de Saka (0,91), Lamine Yamal (0,88), Haaland (0,8), Wirtz (0,79), Mbappé (0,74) o Bellingham (0,66), por nombrar a algunos de los cracks que marcan el paso en el fútbol europeo. Pese a ello, el nombre de Vinicius volvió a los debates después de que, sin él, el Madrid arrollase a Las Palmas (4-1) el pasado domingo en una de las mejores actuaciones colectivas del curso. Rodrygo jugó en su sitio, la izquierda, y cuajó una actuación maravillosa, hecho suficiente para poner de nuevo en tela de juicio la aportación del '7' y hasta si ese costado debe llevar su nombre de forma indiscutible. Contra el Salzburgo se demostró que Rodry tampoco desentona desde la derecha y con libertad (doblete) y que a Vinicius no le han pesado las críticas.
Cambio de capa
Los números del astro de São Gonçalo impresionan: el 5-0 fue su gol 100 con la camiseta del Real Madrid con sólo 24 años y ya suma 28 en la Champions, uno más que un artillero de la talla del uruguayo Luis Suárez y a sólo tres de un seis veces campeón como Paco Gento. El atacante, siempre pendiente de los récords, celebró el centenar con un gesto con las manos que replicaba la cifra y habló después con Ricardo Sierra de su siguiente objetivo: "Estoy muy contento de poder llegar a 100. Ahora estoy a sólo tres de Ronaldo, el brasileño con más goles con esta camiseta. Ojalá pueda seguir así y marcar una época aquí. Es mi sueño".
"Estoy contento con la victoria y con los goles hasta jugando mal...😅".
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Más allá de su deseo de perseguir a O fenômeno, Vinicius mostró su talante más solidario en esa entrevista a pie de campo con Movistar Plus+. Primero, y tras recibir el MVP, al verse sorprendido por el galardón y creer que otros compañeros lo merecían más: "Tenía la sensación de que no pude hacer un buen partido en la primera parte. Vi una tarjeta que me deja fuera del próximo encuentro (el miércoles ante el Brest). Doy las gracias a los que votaron por mí, pero Rodrygo se lo ganó por el partido que ha hecho, como Jude y tantos otros. Estoy contento por la victoria y los goles… hasta jugando mal". Luego elogió a Mbappé y le tendió la mano: "Kylian ha llegado para ayudar. Nosotros le ayudaremos para que sea el Pichichi de todos los torneos".
Sus declaraciones, que evidencia la sintonía entre los líderes del equipo de Ancelotti, se corresponden con lo que después aclaró Rodrygo en la zona mixta: "La gente quiere crear mal rollo entre Bellingham, Vinicius, Mbappé y yo, pero tenemos muy buena relación: estamos siempre juntos, salimos a cenar…". Los cuatro quieren los focos, pero sin pisotear al de al lado, como dijo Mbappé en su última rueda de prensa ("preferí entrar con humildad a un equipo que lo había ganado todo") o se encarga de recordar Jude cada vez que alguien no incluye a Rodrygo en la nómina de los cuatro fantásticos. Antes 'obsesionado' con el Balón de Oro, Vini desea ahora que Mbappé encabece las tablas de goleadores y hasta se permite el lujo de autocriticar la actuación individual que le valió el premio de mejor jugador contra el Salzburgo.
El The Best, que recibió un tirón de orejas en el vestuario después de dejar al grupo con 10 en Mestalla, camina ahora con perfil bajo y una capa distinta. El Bernabéu acabó ayer coreando su nombre (él les había espoleado antes con sus clásicas arengas) y desde el club sólo le afean el borrón de haber visto una cartulina por fingir que le impedirá vestirse de corto en Francia dentro de seis días. El Madrid tiene pocas opciones de colarse entre los ocho primeros, pero las explotará sin una de sus estrellas, que tampoco jugará este sábado en Valladolid y tendrá 'vacaciones' hasta visitar el 1-F al Espanyol. Ese es su lunar… dentro de una temporada plagada de exhibiciones como la que regaló ante los austríacos.