Radiografiando el mito de Paco Gento entre "tortillas de patatas, guiñote" y seis Copas de Europa
Dos años después de la muerte del jugador José Luis Llorente recuerda la figura de 'La Galerna del Cantábrico', pero también al "tío Paco".
Escribir una biografía no es tarea fácil. Y menos si se trata de glosar en pocos centenares de páginas la figura de Paco Gento, el único jugador que ha levantado seis Copas de Europa. Pero todo es más sencillo, o más familiar, si el que lo hace es José Luis Llorente Gento. Otra leyenda del madridismo -aunque en su caso en la cancha y no en el césped- pero sobre todo el sobrino del "tío Paco". Un relato que comienza con unas palabras de Florentino Pérez y en el que se mezclan la figura de La Galerna del Cantábrico, la historia del Real Madrid y un recorrido por el deporte español de los últimos 70 años.
¿Cómo se lanza a escribir un libro sobre una figura familiar, pero que no deja de ser uno de los futbolistas más importantes de siempre?
No lo tenía muy claro. La figura me daba mucho respeto. Primero porque al propio Paco no le agradaban mucho las entrevistas o las biografías porque no le gustaba presumir. Como decía Emilio Butragueño ganó seis Copas de Europa y le daba vergüenza decirlo.
Fue un trabajo lento, una aproximación pausada porque no tenía muy claro cómo enfocar el libro. Me hice un esquema al principio, que luego ha ido variando conforme iba descubriendo cosas. Con mucha prudencia, con mucho respeto y con una pulsión que fue también naciendo poco a poco, que era el deseo de dejar una huella escrita de un periodo de la historia del Real Madrid, pero también del deporte español. De la configuración de un gran equipo, de unos hombres que consiguieron levantar una institución universal que representaba, no solamente a una ciudad, sino yo creo que a España entera. Hay entonces, en un momento concreto, grandes voluntades, grandes futbolistas y el deseo de forjar un proyecto común.
En este libro, ¿vamos a encontrar más de Paco, su tío, o más de Gento, la leyenda del Real Madrid?
En este libro hay un poco de todo. Hay el Paco futbolista, el Paco familiar y está un poco la mirada del sobrino, del sobrino niño, del sobrino ya más adulto y también del deportista.
Es el enfoque de alguien que también ha jugado en el Real Madrid y en la Selección española. Pero también hay muchos de sus compañeros, de los que vivieron con él, de los que forjaron la gloria del Real Madrid. Y también de Santiago Bernabéu y de Raimundo Saporta, a los que yo considero los artífices grandes de lo que hoy estamos viendo. Digamos que ellos pusieron la primera piedra y Florentino Pérez sigue hoy en día comandando este proyecto con enorme éxito.
El libro tiene tres planos básicos que son el Real Madrid, la figura de Paco y sus compañeros y la familia. Pero siempre con Gento como hilo conductor.
Precisamente es Florentino Pérez el encargado de escribir el prólogo. ¿Cómo le convenció?
Pues no tuve que hacer nada. Inmediatamente dijo que sí. Le estoy profundamente agradecido y no solamente yo, sino toda la familia, que cuando se enteró de que nos iba a dedicar el prólogo al libro, me pidieron que le transmitiese en nombre de todos el agradecimiento por el detalle, que sobre todo es para Paco, pero de forma indirecta también para nuestra familia.
¿Cómo fue la llamada para plantearle escribir?
No quise molestarle personalmente, de forma directa, así que acudí a mi intermediario en este tipo de asuntos, mi buen amigo Emilio Butragueño, y le llevé un libro. Pedí a la editorial una edición limitada y le acerqué unos ejemplares al club y a partir de ahí esperé.
Al poco tiempo recibí la llamada de Emilio diciendo que por supuesto, que el presidente estaría encantado de prologar el libro por la amistad que tuvo con Paco. Es lo primero que dice, lo primero que se lee al abrir el libro, lo tengo que agradecer personalmente, porque somos una familia (hemos jugado ocho en el primer equipo del Real Madrid y alguno más en las categorías inferiores) que hemos puesto nuestro granito de arena en la historia madridista. Paco puso una de las piedras angulares que soportan hoy en día la historia universal del Real Madrid.
¿Cómo recuerda Joe Llorente niño la figura de Paco Gento, el tío?
Era muy atento con nosotros. Nosotros de niños vivíamos en Valladolid y pasábamos las navidades aquí en Madrid. Hay una foto en el libro en la que yo estoy con él en el campo del Valladolid en el césped con Paco vestido de futbolista. Ya dispuesto a jugar y yo ahí con una pajarita muy ufano de mi posición, aunque un poco acongojado también por estar allí.
Paco nos traía muchos regalos, era muy cariñoso, nos llevaba a la playa. Era pues un tío al que tú mirabas con cierto respeto, pero con muchísimo cariño, porque él nos trataba muy bien. Cuento en el libro como mi madre me mandaba los partidos de Copa Europa a comprar el periódico al kiosco del barrio. Yo tenía seis años o siete y esperaba que llegase el Marca (el As todavía no estaba) llegaba a Valladolid a las dos de la tarde. Yo esperaba pacientemente a que llegase el periódico para llevárselo a mi madre, que era una gran fan de Paco.
¿Cuál es el primer recuerdo que se le viene a la cabeza sobre su tío?
Me vienen muchas cosas de repente. Las comidas familiares en las que yo escuchaba a Paco y a sus hermanos y a mi padre hablar de fútbol. O cuando nos llevaba a la playa. Me viene la película una detrás de otra según vamos hablando. O las visitas que le hacía ya en los últimos años, porque vivíamos muy cerquita en Madrid, cuando me acercaba a verle, a charlar con él y con Mariluz. Eran charlas ya completamente familiares, aunque a veces comentábamos algo de fútbol y yo le preguntaba cómo veía al equipo. O de baloncesto. Mi hijo Sergio jugó un amistoso cuando estaba en el equipo de Oviedo contra el Real Madrid y lo echaron en Real Madrid Televisión. El me decía: "He visto jugar a Sergio, cómo encesta".
Era lo contrario que a veces aparentaba ser en la relación con los medios. A él le costaba mucho abrirse, temía perder esa intimidad. En cambio yo alguna vez le he acompañado a algún acto, que se resistía en principio, y luego se lo pasaba en grande. Así era con la familia, muy cariñoso, muy atento, con un punto de sorna que me recordaba también a la que tenía Alfredo Di Stéfano. Con un humor y una retranca que te da el peso de la sabiduría que conceden los años.
"Como decía Emilio Butragueño, Paco ganó seis Copas de Europa y le daba vergüenza decirlo"
Tener un tío como Paco Gento le permitió conocer a figuras como el mencionado Di Stéfano o Puskas.
Con Alfredo coincidí muchas veces. En actos del club y además vivía relativamente cerca de donde vivíamos nosotros, en la zona de Chamartín. Y de vez en cuando coincidía en algún restaurante con él.
Tengo que darle las gracias a todos los compañeros de Paco, todos los que tuvo. Desde Santa María, Canario, Zoco, Amancio… Todos van apareciendo en el libro. Todos tuvieron la delicadeza de concederme conversaciones, de tratarme como a un igual. No tanto por ser un jugador del Real Madrid de baloncesto, sino ¡más por ser el sobrino de Paco al que todos admiraban muchísimo.
Con Alfredo mantenía una relación de camaradería profunda. Eran amigos en lo íntimo hasta donde se puede ser.
¿Cómo era Di Stéfano en las distancias cortas?
Era graciosísimo. Conmigo fue siempre encantador, amabilísimo, preguntándome cómo me iban las cosas. Siempre que coincidíamos me preguntaba por Paco. "¿Cómo está Paco? Dale muchos recuerdos". Y cuando le daba esos recuerdos a Paco, sonreía. No decía nada, pero sonreía. Se le transparentaba el afecto a través de los ojos.
¿Paco era mejor con el balón pegado a la banda izquierda o con la sartén y las tortillas de patatas?
Las tortillas de patata eran un espectáculo. Y no era cosa de la familia. Todas las mujeres que antes fueron nuestras novias, todas decían: "Paco haznos una tortilla de patata". Las hacía muy bien. Porque tardaba mucho tiempo en hacerlas. Pochaba la patata, pochaba la cebolla, le dedicaba muchísimo tiempo. Las dejaba jugositas. En su punto.
"Las tortillas de patata eran un espectáculo. Le dedicaba muchísimo tiempo. Las dejaba jugositas. En su punto"
¿Qué más hacía bien?
Pues se le daban muchas cosas. Él se había criado en un ambiente en el que tenía que hacer muchas cosas. Tenía que ayudar mucho a los padres. Haciendo cualquier tipo de apaño, entendía un poco de todo. De mecánica, de cocina… Él había llevado el ganado, lo sacaba desde la cuadra a los pastos, ordeñaba las vacas. Tenía muchas habilidades de todo tipo.
Luego se dedicó a hacer otras cosas. Como por ejemplo revelar fotografías, le gustaba mucho. Tenía su propio laboratorio allí en casa que lo montaba y lo desmontaba conforme le daban los impulsos. También era un gran jugador de cartas. Le gustaba mucho el tute en todas sus variantes como el subastado o el guiñote, como lo llaman en Aragón. Este tipo de juegos. Y también jugaba al mus.
Y también era un buen jugador de ajedrez, porque tenía mucha intuición y jugaba mucho con mi padre.
Dentro de ese ambiente en el que tú te crías, en el que Paco es una referencia del deporte nacional, eso te lleva a ti a poder convivir con otras figuras del deporte.
Estaba Paco que fue futbolista, pero es que también los hermanos de Paco fueron futbolistas. Jugaron en el Real Madrid. Con menos fortuna, pero jugaron en el Real Madrid. Lo jugaron en Primera y en Segunda División en equipos como el Racing de Santander, Elche, Málaga u Oviedo. Tuvieron una digna carrera profesional.
Yo desde pequeño. Tuve la fortuna de estar imbuido en el deporte. Gracias a mi segundo apellido me dio la vía para ser reconocido más rápidamente por otros deportistas.
Por ejemplo, un día estábamos en la playa de Somo. Allí estaba paseando Severiano Ballesteros y se acercó a nosotros, nos saludó y nos preguntó, "¿qué tal el tío?". Esto me permitió, por ejemplo. entablar cierta relación con Severiano Ballesteros e incluso jugar con él alguna vez.
Yo he sido muy afortunado. Porque he jugado al golf con Severiano Ballesteros. Y con Miguel Ángel Jiménez. He montado en bicicleta con Perico Delgado. He jugado al baloncesto con Michael Jordan. He echado pachanguitas cuando era niño con Puskas y con Alfredo Di Stefano... Yo siempre digo que eso es una gran fortuna. Conocer a otros deportistas, intercambiar las vivencias o a prender de ellos. El apellido Gento me ha ayudado como introducción. Todo era mucho más fácil.
"He jugado al golf con Severiano Ballesteros. He montado en bicicleta con Perico. He jugado al baloncesto con Jordan. He echado pachanguitas cuando era niño con Puskas y con Alfredo Di Stefano"
Sin embargo, a pesar del ambiente futbolero, a usted le da por llevar la contraria y dedicarse al baloncesto.
El otro día me decía Juanito Corbalán, uno de mis maestros en el Real Madrid junto a Vicente Ramos y Carmelo. Cabrera, que siempre había sido un poco rebelde. Yo no sé si esa rebeldía florecía ya cuando era niño. Una cosa que yo creo que me atrajo hacia el baloncesto más fue que podías jugar solo. Con un balón y una canasta puedes hacer muchas cosas. En cambio en fútbol necesitas más gente para divertirte. Si tienes la canasta puedes hacer muchísimas cosas y la misma canasta te va retando.
Yo creo que fue lo que me fue atrayendo poco a poco hacia el mundo del baloncesto. Aunque siempre jugamos mucho al fútbol de pequeño. En los veranos. jugábamos muchísimo al fútbol e incluso ya en el Real Madrid de baloncesto, durante el verano lo que hacíamos era jugar al fútbol en la playa. Jugábamos incluso alguna pachanga en El Sardinero con los jugadores del Racing como Quique Setién y alguno más.