El vestuario del Real Madrid cierra filas tras el golpe de realidad en Anfield: "Estamos en el camino correcto"
El mensaje que sale de la caseta blanca es constructivo. Hay cosas que mejorar, pero el equipo nota un cambio desde hace algunas semanas.
El Real Madrid vive un momento difícil. La derrota contra el Liverpool expone de nuevo todas las carencias de un equipo que, a estas alturas de temporada, no puede competir contra los otros grandes de Europa, incluido un Barcelona que se mantienen en lo alto de la tabla en LaLiga. Por ello, el vestuario era un poema en Anfield. La realidad les había demostrado que el margen de mejora es grande y que necesitan mucho más si quieren pelear por revalidar el doblete del curso pasado.
Sin embargo, horas después del partido y con la mente fría, de la caseta blanca sale un mensaje constructivo, alejado del ruido y las críticas que se pueden leer en la prensa, muchas de ellas justificadas por miembros del club y otras no tanto. A pesar del resultado contra el Liverpool, existen motivos para pensar que la dinámica está cambiando y que la mejoría es evidente respecto a los primeros meses de curso.
"Estamos en el camino correcto". Ese es el mensaje que trasladan desde Valdebebas a este medio. Desde hace unas semanas, justamente tras la última derrota contra el Milan, la perspectiva es muy distinta. El equipo trabaja de manera más coordinada, especialmente en defensa. Un ejemplo es que en los dos últimos partidos de Liga el equipo ha promediado tres tiros recibidos por encuentro (cuatro contra Leganés y dos contra Osasuna). En los once previos el equipo recibía 11 de media.
Contra el Liverpool sufrir entraba dentro de lo esperado. "Competimos bien dentro de la situación", comenta otra fuente a Relevo. El partido contra los reds se ha visto muchas veces en las últimas temporadas del Real Madrid, con el equipo aguantando con las líneas más cerca de Courtois y aprovechando la velocidad de los atacantes. Sin embargo, el primer gol altera la situación y los atacantes no tuvieron el día. Principalmente Mbappé, al que arropan a la espera de que alcance una versión que todavía no han visto.
Las bajas pesan
Las innumerables bajas es uno de los motivos por los que, según argumentan, las cosas no acaban de salir. Tres titulares indiscutibles, Militao, Carvajal y Vinicius, no estaban disponibles. Tampoco Tchouameni o Rodrygo, futbolistas que pueden marcar la diferencia desde el banquillo o que incluso podían entrar en el once. Sin contar con Alaba, que acumula casi un año de recuperación tras su rotura de ligamento cruzado. El último en caer ha sido Camavinga.
Claro que todos asumen su parte de culpa. Las cosas no acaban de arrancar y queda mucho trabajo por hacer. Incluido un cuerpo técnico que ha salido mal parado de este comienzo de temporada. Lo mismo con los jugadores, lejos de las expectativas creadas cuando se hablaba de plantilla galáctica en agosto y que en ningún caso está demostrando el nivel esperado. Todos se miran el ombligo y tratan de remar en la dirección adecuada.
🎙️ @Lucasvazquez91: "Este equipo se crece ante la adversidad y volveremos a hacer grandes partidos".#UCL pic.twitter.com/BaIhgYgnVZ
— Real Madrid C.F. (@realmadrid) November 27, 2024
En el club, de momento, reina la paciencia. Desde lo alto de Valdebebas ven los déficits del equipo y que las cosas pueden hacerse mejor, pero el respeto por Ancelotti y su trabajo es total. También confían en los jugadores. Sobre todo en un Kylian que después de tres meses genera más dudas que certezas.
El domingo se demostrará si el equipo realmente se revuelve ante esta situación o, si por el contrario, demuestra que esta crisis no es pasajera y un cambio es necesario. De momento, rebajan la crítica tras lo sucedido en Champions y buscan resarcirse contra un Getafe que puede pagar los platos rotos de la última derrota.