Anfield confirma la crisis de Mbappé: falló un penalti y se marchó señalado
El francés, en la izquierda y sin Vinicius, no fue capaz de brillar y sigue lejos de su mejor versión.
Kylian Mbappé no olvidará este partido contra el Liverpool, y no desde un punto de vista positivo. Se marchó señalado del duelo como uno de los peores jugadores sobre el terreno de juego. La confirmación de que se trata de un futbolista en crisis, incapaz de alcanzar su mejor nivel desde que llegó al Real Madrid. No sólo eso, sino que con todo a favor, en un gran escenario y pudiendo liderar al ataque, no lo hizo en ningún momento.
Las sensaciones ya eran negativas desde la primera mitad. Incapaz de aprovechar los espacios que el rival dejaba a la espalda. Sin regatear a su par en la banda izquierda y perdiendo más balones de la cuenta. No estaba Vinicius y le tocaba lucirse. Pues nada. Al contrario: dejó una imagen que preocupa aún más a la afición blanca, que empieza a pensar que no es el jugador que esperaban cuando brillaba con el PSG.
Su peor momento llegó en la segunda parte. Un penalti cometido sobre Lucas le daba la oportunidad al Madrid de empatar el encuentro. Sacar un resultado positivo de Anfield se antojaba indispensable para clasificarse entre los ocho primeros, directamente a octavos de final. La responsabilidad recaía sobre los hombros del '9', que tomó la pelota pero acabó fallando ante un Keleher que le adivinó la idea. La cara del madridista era un poema.
Y Kelleher se lo adivinó a Mbappé.#UCL #LaCasaDelFútbol pic.twitter.com/S17nCmNV2U
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Minutos después volvió a liarla con una pérdida donde no debía. Una acción que acabó en los pies del rival y, a la postre, en el penalti de Mendy sobre Salah. El Liverpool gozaría de la oportunidad de ampliar su ventaja, pero finalmente el egipcio lo tiraba fuera tras un golpeo poco ortodoxo.
El vestuario esperaba que sin Vinicius, Mbappé diese un paso adelante.Que se encendiese la llama de un jugador que lleva años esperando cumplir su sueño de jugar en el Madrid y no acaba de rendir al nivel de las expectativas creadas. Sus malas actuaciones empiezan a ser constantes y le dejan en mal lugar. El mejor jugador del mundo que fichó el Real Madrid todavía no ha llegado, y no se sabe si llegará.