La pareja de jubilados del Girona que no se pierde un desplazamiento: "Nos conocemos todos los radares de España"

Es lunes por la mañana y Josep y Remei pasean por las calles de Róterdam. Más tarde irán hacia Eindhoven, donde aterrizará el Girona después de comer. Son un matrimonio que lleva siete años siguiendo al equipo catalán allá donde va. "Nos gusta mucho y nos lo pasamos muy bien. Nunca imaginé una jubilación así. ¡Y gracias al Girona!", cuenta Josep a Relevo. Se hicieron virales en un vídeo de El Día Después, hace varios meses. Y tras tantas temporadas viajando por la península, ahora también lo hacen por Europa.

Josep es un groundhopper, un visitante de estadios. "Recuerdo ir al campo del Albaladejo. Conocemos todos los campos de Primera y Segunda, tengo referencias de todos", explica. Aunque el partido es solo una parte del viaje. En el trayecto aprovechan para visitar pueblos y lugares de interés cerca de la ciudad de destino. Su historia guarda una particularidad: viajan siempre en coche. "Me encanta conducir", dice el aficionado gironí.

"Hemos recorrido toda España, te sabría decir todos los radares del país, aunque el móvil ya me lo marca", bromea. En la maleta siempre está la camiseta, la bufanda y la gorra del Girona. También tres chubasqueros: para él, su mujer y su nieto, que también les acompañó a París. "Llevo dos teléfonos delante, uno con el mapa y el otro con los radares. Durante todos estos años solo ha recibido una multa, en Lugo. Iba a 90 en lugar de 80, no vi bien el cartel. Fueron muy amables, pero me pusieron la multa", apunta.

Para el viaje de París se levantaron a las seis de la mañana, pasaron a buscar a su nieto, que hizo "una campana justificada" y directos hacia Francia. Fue un día histórico, a pesar del triste final en el Parque de los Príncipes. "París nos quedaba más cerca de Sevilla", cuenta. Solo hay un pero en esta historia: a Remei no le gusta el fútbol. Durante los partidos, o se queda en el coche o aprovecha para visitar la ciudad.

"No es que haya ido a todos los partidos de Montilivi, también a los de fuera. De la temporada pasada solo me perdí el de Vigo. Tenía el hotel reservado y también las entradas, pero mi hija me pidió que cuidara de los niños aquel fin de semana. Nos quedamos aquí y los llevé a jugar a fútbol. Nunca le dije que tenía el viaje reservado", relata. En Montilivi, por cierto, en su asiento tiene una placa con su nombre.

Josep y Remei han pasado de recorrer los campos de Segunda División a viajar por Europa. Aun así, no sitúan ningún estadio por delante de otro. Pero sí que hay momentos que no olvidarán. "Tenerife [el día del ascenso] fue demasiado. La ilusión de subir. Ganar en el Bernabéu fue histórico. Y ganar jugando bien, con una clase de fútbol, que hemos dado muchas. Sus aficionados nos acabaron felicitando. Hemos hecho amigos en todas partes", puntualiza.

El Girona les ha regalado a Josep y Remei la jubilación que nunca imaginaron. Ya son dos conocidos para parte de la directiva y del vestuario. De quienes mejor hablan son Delfí Geli y Quique Cárcel, "dos eminencias". Solo critica una cosa, que LaLiga anuncie los horarios de los partidos con poca antelación. En este Girona hay dos certezas: siempre jugará bien a fútbol... y lo hará con Josep y Remei animando.